La cultura caleña a través de la comida

Gracias a la gastronomía, las personas se pueden encontrar con la historia del departamento, apoyar emprendimientos y vivir experiencias únicas.

Julián Gamarra Manrique
15 de diciembre de 2019 - 02:00 p. m.
Cortesía
Cortesía

Este año, la capital del Valle del Cauca fue noticia internacional al recibir el reconocimiento como Destino Cultural en Suramérica por parte de los World Travel Awards, lo cual generó un orgullo colectivo en quienes viven y disfrutan de Cali todos los días.

Este premio es una victoria de la conservación de la cultura que se hace en la Sultana del Valle, capital del Pacífico de Colombia, y de la tradición más arraigada del suroccidente del país, la cual se puede palpar y degustar a través de sus platos, y que con el aumento del turismo es una forma de llevar la cultura a otros lugares.

Según datos de la Secretaría de Turismo de Santiago de Cali, la ciudad recibió en el primer semestre un total de 92.551 visitantes extranjeros, 7 % más que el año pasado, torta en la cual los ciudadanos estadounidenses son los que más visitan la ciudad.

Estos indicadores reflejan una tendencia creciente, no solo en Cali, sino en toda Colombia, respecto a la oferta que las ciudades empiezan a consolidar como mercados para los viajeros. Por ejemplo la comida, uno de los principales gastos que realizan los turistas en sus desplazamientos, el cual puede llegar a ser hasta el 40 % del total de la inversión del viaje, según estadísticas recopiladas por la Organización Mundial de Turismo.

En este sentido, Cali tiene muchas ventajas, como la influencia afro, su cercanía al litoral pacífico, la inversión nacional y extranjera en restaurantes y hoteles, sumadas a la conservación de la cultura a través de la gastronomía, con rutas y comedores autóctonos que mezclan la gran variedad de estilos y sabores que viven en la ciudad.

“A través de la línea estratégica Cali Provoca, hemos querido visibilizar que la cocina caleña está colmada de frutas y verduras coloridas de nuestra región que han sido impregnadas de historias de las portadoras de tradición y de la variedad de sabores y saberes que reflejan la multiculturalidad y permiten incentivar la creación de una oferta gastronómica local y tradicional, que se ha vuelto representativa de nuestra cultura”, dice Martha Lucía Villegas, secretaria de Turismo de Cali.

Esta riqueza se encuentra a lo largo de la ciudad. Barrios tradicionales como San Fernando, San Antonio, Centenario y Granada, recopilan la principal oferta gastronómica. No obstante, lugares en el norte, como el Parque del Chontaduro, o en el sur, como Ciudad Jardín, también han diversificado su oferta y brindan experiencias únicas, descentralizando los menús de los barrios de siempre y ofreciendo un recorrido en el que, además de tener una experiencia gastronómica, el comensal puede conocer Cali yendo de restaurante en restaurante.

Visitamos cuatro puntos en la capital vallecaucana, cada uno distinto del otro, pero al final se trata de una oferta que se complementa a través de su riqueza sin igual y en conjunto se convierten en una ruta de lo diferente, lo exclusivo y lo sencillo a través de recetas únicas y de la alta cocina, con la combinación de elementos como el borojó, el chontaduro, las preparaciones tradicionales de los fritos de la región y cocteles con licores tradicionales como el viche o el arrechón.

El potencial de la ciudad en gastronomía tiene resultados tangibles. Uno de los más destacados es el Festival Petronio Álvarez, que este año alcanzó un hito en participación: más de 350.000 personas asistieron a la muestra gastronómica y a los restaurantes de toda la ciudad. Acá algunos de ellos.

La Casona Valluna

Cali y el Valle del Cauca en un restaurante multipropósito de tres pisos especializado en la comida local, es la descripción más sencilla de La Casona Valluna. Algunos críticos y ciudadanos afirman que la mejor comida típica del departamento se disfruta en este restaurante que cumple 50 años el próximo diciembre.

Se ubica en el antiguo barrio San Fernando, sobre la famosa calle Quinta, en una zona que lo convierte en un restaurante al servicio de quienes trabajan, viven y transitan por el lugar, al igual que para turistas nacionales y extranjeros que llegan cautivados por su menú. Fue abierto en el 70 por Pedro Duque y sigue siendo administrado por la familia y liderado por su hijo, Cristian Duque, que le ha apostado a la conservación del sitio, además de la filosofía y la historia de esta región. Hablar con Cristian es hablarle a la cultura y la comida que se sirven en el lugar.

La Divina

En el tradicional barrio Granada se encuentra La Divina, un restaurante de comida experiencial y de vanguardia que mezcla lo moderno con lo antiguo y le brinda al cliente una experiencia única cuando se trata de mezclar la tradición de la comida del Valle del Cauca con los sabores nuevos traídos de diferentes lugares del mundo.

Si bien este es un restaurante de comida internacional, lo más sorprendente de visitarlo es que, como aperitivo, y para preparar las papilas gustativas, el restaurante sirve un plato con caña de azúcar para masticar, algo que era muy tradicional en esta región hace años. Leonardo Álvarez, dueño del lugar, junto a su esposa caleña, Mónica Agudelo, le ponen el toque familiar para que sus empleados sientan el restaurante como suyo y eso se traduzca en calidad en el servicio e innovación en el menú.

Frutos del Edén

Toda la costa pacífica, desde Tumaco hasta Nuquí, se puede comer en Las Delicias del Edén, restaurante que lleva más de 40 años ubicado en el Parque del Chontaduro, al norte de la ciudad. Su arquitectura y estilo llevan rápidamente al comensal a un sitio típico de cualquier municipio del Pacífico.

Su creador y gerente, José Buñueanos, vendía diferentes productos en un humilde puesto ambulante, hasta que logró conseguir un local y se expandió lentamente, uno a uno, para formar el que hoy en día es el mejor restaurante de la comida del Pacífico en Cali.

Allí se puede comer el típico plato de camarones, diferente al que se pueda servir en Riohacha. El del Pacífico es menos ácido y más esponjoso. De igual manera, se encuentra la limonada de coco, sin un solo elemento que no sea natural. Respecto a esto, Rocío Mondragón, asistente administrativa del lugar, relata que el trabajo de conservar la cultura es parte vital de la esencia del restaurante, pues no se utilizan elementos químicos, no se ponen manteles en las mesas y no se cambia la presentación del plato, pues sencillamente así se sirve en la tierra de donde proviene.

El promedio de los platos es de $20.000 hasta $60.000. En el lugar se sirven todos los tragos típicos afrodisíacos y absolutamente todos en la cocina vienen del Pacífico.

9th Avenue

Comerse unas alitas de pollo en salsa de borojó le puede llamar la atención a cualquiera. Ese es el éxito de 9th Avenue, un restaurante ubicado en el sur de la ciudad, en donde la mezcla entre la comida americana y la vida caleña resulta extrañamente impactante. Una de sus socias fundadoras, Daisy Giraldo, define el sitio como el mejor lugar para parchar en la ciudad.

Los sánduches, las hamburguesas y los tragos son los principales elementos del menú, pero también se puede disfrutar de su coctelería y de la mezcla de diferentes elementos del Valle del Cauca en los platos americanos. La música es otro gran aliciente del lugar: aquí se escuchan desde los éxitos de los años 70 hasta la primera década del nuevo milenio, así mismo las bandas que tocan en el lugar.

Tiene una carta con platos entre los $20.000 y $50.000, en promedio, mucha variedad y una de las mejores terrazas y panorámicas para disfrutar de Cali.

 

JulianSinrumbo

Por Julián Gamarra Manrique

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar