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En su aporte a la sostenibilidad, las universidades deben pasar del dicho al hecho en la formación de estudiantes. Ya no es suficiente la preparación competente en cada área especializada, si no incluye componentes de responsabilidad y compromiso con el medioambiente, el entorno social y la igualdad.
La pandemia del Covid-19 evidencia la necesidad de que los nuevos profesionales sean conscientes del efecto de las acciones humanas en el equilibrio de la naturaleza y la sociedad. El cambio climático y sus consecuencias son realidades palpables y crecientes en gravedad, si tenemos en cuenta que más de 7.000 millones de personas hacen parte de la población mundial y, para el año 2100, se prevé que llegue a 11.200 millones.
La Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) es un camino propuesto desde las Naciones Unidas y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Asumimos la EDS como una oportunidad para aportar a la construcción de una sociedad que equilibre su crecimiento con su entorno ambiental y el bienestar social”, asegura José Consuegra Bolívar, rector de la Universidad Simón Bolívar.
La ruta académica
Desde su fundación, Unisimón concibió entre sus principios la formación de un ser ético, culto, solidario y autónomo para una sociedad justa, democrática, solidaria y sostenible. En 2019 actualizó su Proyecto Educativo Institucional (PEI) y se adhirió al Pacto Global de las Naciones Unidas, con el compromiso de aportar a los ODS.
En ese camino, Unisimón ha optado por diseñar e implementar una ruta académica para el desarrollo sostenible. El punto de partida fue actualizar el programa de desarrollo profesoral, con el fin de cualificar su cuerpo docente en temas de sostenibilidad. El paso siguiente será involucrar al estudiantado de sus diferentes niveles: pregrado, posgrado y educación continuada.
“Cada programa cuenta con cursos específicos y obligatorios asociados al desarrollo sostenible, pero queremos fortalecer aún más las competencias en los estudiantes”, dice Sonia Falla Barrantes, vicerrectora Académica.
En pregrado se trabaja para ofrecer un minor como opción de grado y que contiene cinco módulos en: introducción a la sostenibilidad y la Responsabilidad Social Empresarial, liderazgo consciente, gestión de grupos de interés, gestión de la sostenibilidad organizacional, y estándares y reportes de sostenibilidad. También, cursos electivos que fortalezcan competencias, valores y comportamientos para la sostenibilidad: economía circular, compras y proveeduría sostenible, proyectos de desarrollo sostenible, desarrollo sostenible desde la cultura y el territorio, y sostenibilidad en el sector salud.
Complemento en posgrados
Unisimón está diseñando dos nuevos programas de posgrado que se articularán al minor de pregrado: una especialización en Economía Circular, de la facultad de Ingenierías, que a su vez se complementará con una nueva Maestría en Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible, de la Facultad de Administración y Negocios. De igual forma, harán parte las líneas en sostenibilidad de las maestrías en Administración e Innovación, y Desarrollo y Gestión de Empresas Sociales, y del doctorado en Administración e Innovación.
“Esta ruta académica es soportada y se articula con las funciones de investigación y proyección social, en un proceso de realimentación en doble vía”, destaca Paola Amar Sepúlveda, vicerrectora de Investigación, Extensión e Innovación.
Esa realimentación en doble vía es posible con cuatro centros de investigación que abordan proyectos y procesos de investigación relacionados con el desarrollo sostenible: el Ciiso ‘José Consuegra Higgins’, el centro de crecimiento empresarial e innovación MacondoLab, el Centro de Investigaciones Marinas y Limnológicas del Caribe (Cicmar) y el Centro de Investigaciones en Ciencias de la Vida (Cicv).
La proyección social se nutre además con el modelo de relacionamiento corporativo de la Dirección de Extensión y Servicios Externos, cuyo propósito principal es confianza entre los actores universidad, empresa, Estado y sociedad. Para ello es fundamental el Premio al Mérito Empresaria, un reconocimiento que cada año entrega Unisimón a empresas y empresarios comprometidos con una economía sostenible y que promueva las buenas prácticas corporativas.
Compromiso inaplazable
Fernando Morón Polo, director de Planeación y Responsabilidad Social de Unisimón, explica que las instituciones de educación superior (IES) son clave en la formación integral de individuos que generen valor y aporten a la mejora permanente de la sociedad.
“Es un encargo inaplazable definir en sus proyectos educativos el compromiso con la Educación para el Desarrollo Sostenible e implementar contenidos, ambientes de aprendizaje y prácticas pedagógicas para su operacionalización”, sostiene el líder de la iniciativa ‘Ruta académica para el desarrollo sostenible’ de Unisimón.
El Ministerio de Educación reconoce la necesidad de que en Colombia se genere en los estudiantes competencias para el desarrollo sostenible. Ejemplo de ello es la firma en 2019 de un acuerdo de cooperación con el Ministerio de Educación y la Juventud de Francia que, entre otros puntos, pretende profundizar la implementación de la EDS en los contenidos, las prácticas ciudadanas y la gestión de las IES.