Lanzan novela gay-lésbica en pro del sexo seguro

El sexo seguro tiene morbo, según la fotonovela “Suspiros en la ciudad”, recién estrenada en España y que desempolva un viejo formato para promover en la comunidad homosexual la prevención contra el sida y las enfermedades venéreas.

El Espectador
21 de enero de 2008 - 01:03 p. m.

Financiada por el Plan Nacional sobre el Sida del Ministerio de Sanidad de España, la fotonovela tiene doce capítulos y una periodicidad mensual, de manera que terminará en diciembre de 2008, aunque no se descarta un “continuará...”.

Y ese renacer podría hacerse con un soporte de gran actualidad, esto es, como serie de internet, según Pablo López, miembro del equipo de la Fundación Triángulo, una ONG defensora de la igualdad social de gays y lesbianas y que edita “Suspiros en la ciudad”.
 
Pero, según precisa López, responsable de la idea original, junto con el psicólogo Enrique Gallego, ese salto al audiovisual en la Red dependerá de la acogida y valoración que tenga la telenovela que, por ahora, se publica en las revistas de temática homosexual VanityGay (de venta) y Odisea (gratuita), así como en la propia revista de la Fundación Triángulo, Juventud Mundo Joven LGBT.

De forma excepcional, el primer capítulo ha salido simultáneamente en las revistas colaboradoras y en la propia página web de la serie (www.suspirosenlaciudad.com).

Pero para los siguientes serán los lectores de esas publicaciones quienes conozcan antes los avatares de Guille, un estudiante de psicología, y los otros personajes homosexuales, de condición sociocultural muy variada.

Tan real “como la vida misma”, en palabras de Gerjo Pérez Meliá (encargado de la producción), la trama de la telenovela ha sido ideada por Hecheres Beltrán, ganador del último premio Odisea de temática homosexual con su novela “Cruzando el límite”, un relato descarnado del mundo de la noche, el sexo y las drogas en los círculos del ambiente de Madrid.

El fotógrafo Joan Crisol ha firmado todas las instantáneas de “Suspiros en la ciudad”, que arranca con la imagen de lo que parece el cadáver de un atractivo hombre desnudo sobre una cama con sabanas deshechas y con una herida sangrante en el vientre.

Reflejada en un espejo se aprecia, además, la sombra de otro hombre que abandona la habitación.

Lo que sucede para llegar hasta ahí es fruto de la imaginación de Beltrán, quien contó con total libertad creativa, aunque sí que tuvo que ceñirse a determinadas pautas sobre personajes y situaciones, según López, para quien es “loable” que ninguno de los que han participado en este proyecto haya “cobrado un duro”.

Entre los personajes que destacan por razones didácticas en esta historia coral están el chico con las típicas dudas de desconocimiento del sida y otras infecciones de transmisión sexual, un “chapero”, un inmigrante en situación irregular, un casado que práctica sexo con hombres y un joven que es VIH positivo.

En cuanto a las situaciones que interesaba abordar a los promotores de la serie están, según detalla López, el miedo a hacerse la prueba del sida, mantener relaciones sexuales bajo los efectos del alcohol y/o las drogas o la negociación entre el “chapero” y un cliente, por ejemplo.

“El proyecto nació con el objetivo de cuestionar muchas de las ideas, actitudes y comportamientos que están arraigados en las personas homosexuales y que les lleva a tener sexo menos seguro”, explica López.

Señala que algunas escenas de contenido sexual de la telenovela están un poco “subidas de tono”, pero “siempre se tapa lo que hay que tapar”, con el fin de evitar cualquier connotación pornográfica.

Al contrario, el fin es que el mensaje llegue al mayor número de personas posibles, incluidos los más jóvenes, para sensibilizar sobre “los conceptos claves para un sexo más seguro en el colectivo homosexual en la vida real”.

Por eso también apostaron por resucitar la telenovela, un formato del pasado que permite usar imágenes reales para promover la prevención y que esperan que sea más efectivo que los típicos folletos divulgativos para hacer llegar el mensaje del sexo seguro de forma original y que pueda enganchar.

“Es morboso el sexo seguro”, martillea, por su parte, Gerjo Pérez, miembro de la junta directiva de la Fundación Triángulo y quien, sin pretenderlo, lanzó a rodar este proyecto innovador en España.

Fue él quien se trajo de Francia un ejemplar de la telenovela homosexual “Nous-Tous”, que va ya por su tercera temporada (34 capítulos) y, como la versión española, cuenta también con página web (www.nous-tous.com) pero más sofisticada. En ésta los bocadillos con el texto han sido sustituidos por voces en off.

Por El Espectador

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