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La noche antes de debutar en Shanghái Rafael Nadal se acostó tarde. Estuvo enganchado a la televisión hasta altas horas de la madrugada contemplando, una a una, las intervenciones de los parlamentarios catalanes, un tema que al tenista número uno del mundo le quita el sueño.
"Ayer me quedé hasta casi las tres de la madrugada viendo todo en directo, todo lo que sucedió en el parlamento", contó hoy a los medios de comunicación en una rueda de prensa, tras haber ganado su partido debut del torneo.
En la tarde de ayer (noche-madrugada en China), el jefe del Ejecutivo catalán, Carles Puigdemont, asumió "el mandato" del referéndum ilegal del 1 de octubre para que esa región sea independiente, aunque suspendió los efectos de la declaración de independencia para abrir un proceso de diálogo.
"Vamos a ver lo que pasa. Para mí es una situación, como ya dije, triste, tengo mi opinión que la he expresado dentro de la medida de lo que la puedo expresar, creo yo, con lo complicado que es el tema", apuntó el tenista, muy cuidadoso con sus palabras, porque "diga lo que diga se malinterpreta por los dos lados", agregó.
Nadal contó que anoche desde su hotel siguió "las intervenciones de todos los que intervinieron en el parlamento" pero, apuntó: "Simplemente espero que se solucione el tema, para mí esto es lo único prioritario y yo soy solo un espectador de lo que está ocurriendo y mi mejor deseo es que todo acabe de la mejor manera posible".
La semana pasada, durante el Abierto de China que se disputó en Pekín, el tenista ya había confesado que seguía "con preocupación y tristeza" los acontecimientos que se viven en España desde el 1 de octubre. "A mí, personalmente, me dan ganas de llorar cuando veo que en un país donde hemos sabido convivir y ser un buen ejemplo para todo el mundo llegamos a la situación que se llegó ayer (1 de octubre)", apuntó entonces, visiblemente entristecido.
Nadal aseguró haber estado todo ese día "con el corazón encogido" mientras seguía los incidentes relacionados con el referéndum ilegal en una Cataluña a la que se siente muy unido y "en la que -destacó- "ha pasado muchas épocas" de su "vida y momentos importantes". El tenista apeló al diálogo entre las partes en conflicto y señaló que "aunque haya momentos en que todo parezca imposible, que no hay arreglo, ése es muy simple: querer arreglarlo".