El pequeño, cuya identidad no fue revelada, tenía un extraño tumor cancerígeno llamado “ameloblastoma” que estaba alojado en su mandíbula. En la cirugía para extraerle dicho tumor sufrió una fractura que le dificultaba hablar y alimentarse.
Debido a la corta edad del niño una reconstrucción facial era demasiado riesgosa. Los huesos del menor no eran lo suficientemente fuertes para extraer injertos de ellos, así que los expertos optaron por utilizar un implante realizado por una impresora 3D.
El implante está hecho de una aleación de titanio, un material muy resistente para evitar complicaciones futuras.
La operación se realizó en enero en uno de los hospitales de la Universidad de Shandong. Esta tardó alrededor de tres horas y estuvo liderada por el médico cirujano Lai Qingguo.
Después de tres meses y tras asegurarse que el paciente podía realizar actividades como comer y hablar de manera normal, sin ningún efecto secundario, los médicos decidieron sacar a la luz pública la operación y el éxito que tuvo.
“La mandíbula que imprimimos coincidía completamente con sus huesos. Es como cuando uno compra zapatos, que se ajustan con precisión a sus pies, pero en este caso casi de forma hermética. Fue una mandíbula personalizada, hecha a medida” dijo el cirujano al periódico local Science and Technology Daily. Además, agregó que “la tecnología de impresión 3D será clave para el futuro de la medicina personalizada”.
Aunque este es el primer caso que se realiza a un menor, la impresión 3D viene desarrollándose hace algunos años. En abril del 2016 una niña de dos años, fue la primera paciente en recibir una prótesis de oreja por parte de la Universidad de Queensland, Australia. Gracias a esta pudo recuperar la audición.
A principios de este año, un grupo de científicos en China crearon implantes para cinco niños, que nacieron con una malformación en la oreja, a través de la impresión 3D y células cultivadas. A los menores se les realizará seguimiento por un período de cinco años para conocer los resultados que se han obtenido.
Los buenos resultados que tuvo la cirugía representan un avance para la tecnología. Además, crean una recurso más para que los médicos utilicen en futuras intervenciones quirúrgicas.