Un colombiano, el sastre papal

Luis Abel Delgado, el sastre del sucesor de Benedicto XVI./ AFP

"Estoy en la misión divina de tejer, con telas que me enviaron desde Roma, la mitra, la casulla, la estola y el alba que usará el futuro pontífice", dice Luis desde su casa en Cali. Este sastre empírico trabajó durante ocho años para Benedicto XVI y ha sido testigo del agotamiento que ahora le impide continuar con sus labores religiosas.

"El santo papa me contó que se retiró porque se siente cansado, le duelen las piernas y se agota con facilidad. También me dijo que tendrá el título de papa emérito y vestirá de blanco. Yo espero seguir trabajando para él y el Vaticano porque es algo inspirador en mi oficio y una bendición", comentó el sastre mientras bordaba a mano una cruz dorada en profunda concentración y con cuidado milimétrico.

De acuerdo con una fuente del Vaticano, Delgado "ha hecho varias sotanas y casullas, mediante un contrato que tiene directamente con el Vaticano. Es un laico y no es el único sastre del Papa, pero sí sabemos que trabaja para él desde hace varios años", sostuvo.

Mientras cosía una casulla dorada en una vieja máquina Singer de manivela, Delgado recordó cuando en octubre de 2007 visito al papa."Visité en el Vaticano al papa Benedicto XVI y le regalé una bandera de Colombia bordada a mano". Desde aquel momento el colombiano comenzó a elaborar algunos de los paramentos del papa ahora renunciante.

"Benedicto XVI se interesó en mayo del 2007 en una mitra bordada por mí y que le fue obsequiada por dos obispos colombianos durante una visita papal a Brasil", explicó en referencia a uno de los únicos dos viajes que realizó a América Latina durante su corto papado.

"Ahora es triste saber que está delicado de salud pero confío en Dios que estará bien. Esta es mi humilde manera de ayudar al sucesor de Benedicto XVI y a la iglesia que tanto me ha dado", dijo Delgado, quien trabaja día y noche en una carrera contra el tiempo, en compañía de su sobrino y sus perras Lola y Shakira, que se constituyeron en su familia luego de la muerte de su esposa e hija en un accidente hace más de diez años."Siempre me ha interesado la costura, en especial, los bordados a mano porque requieren de finos detalles, paciencia y creatividad en todos sus aspectos", explica el sastre, sentado en un sofá de su sala, que está adornada por figuras y cuadros alegóricos a la virgen María y de Guadalupe.

Por ahora, Luis espera que pronto se cristalice el sueño de trabajar en la propia Roma y continuar el bordado de los finos ornamentos del futuro sumo pontífice.Durante varios años, el colombiano se especializó en bordar insignias militares, y posteriormente los escudos en las bandas presidenciales que han llevado mandatarios de Colombia, Argentina, Chile, Ecuador, México, Panamá, Perú y Estados Unidos.