Un hotel atendido por personas con síndrome de Down

La propuesta turística, única en ese país, fomenta la inclusión laboral de quienes tienen esta discapacidad cognitiva.

Pilar Cuartas Rodríguez
24 de agosto de 2015 - 02:01 a. m.
Un hotel atendido por personas con síndrome de Down

Cada mes, el hotel Albergo Etico, ubicado en Asti (Italia) e inaugurado hace dos meses, recibe en promedio 250 huéspedes en sus 26 habitaciones. Esta propuesta turística se hace cada vez más popular en Europa y llama la atención de viajeros provenientes de Estados Unidos, Argentina, México, Hong Kong e Irán. Y no precisamente por la fama de sus viñedos de Barbera, Grignolino, Barbaresco y Barolo o la historicidad de su casco antiguo, sino por la inclusión laboral de diez personas con síndrome de Down, una iniciativa que ha generado mayor demanda de reservas.

Su modelo empresarial pretende ser, según su gerente, Alex Toselli, un ejemplo para el mundo, y a través de experiencias como la “cena en la oscuridad” se intenta redescubrir olores y sabores y vivir la discapacidad como un recurso. En entrevista con El Espectador, Toselli habla en detalle sobre esta innovadora iniciativa.

¿En qué consiste Albergo Etico?

Es la realización de un proyecto que comenzó en 2007. El hotel tres estrellas es un hogar donde las personas con síndrome de Down aprenden a vestirse, limpiar, atender y recibir a los invitados. Estamos situados en el centro de la ciudad, muy cerca de la estación de trenes y de los principales lugares de interés histórico. El desayuno es preparado con productos locales y tenemos un lindo jardín, pero sobre todo damos la bienvenida a las familias y a las personas con discapacidad. Nuestro desafío es introducir un nuevo modelo de inclusión laboral, a través de la oferta turística.

¿A qué edad son admitidos los empleados?

No tenemos ningún límite de edad, porque buscamos simplemente el crecimiento personal y profesional de los empleados. El proyecto se basa en la autonomía de la persona. Para aprender a vivir libremente está nuestra “Academia de la independencia”, que se encuentra en la planta superior del hotel. Ellos mismos reciben sus salarios y los administran.

¿Cuántos huéspedes reciben en promedio al mes?

Normalmente recibimos entre 100 y 250 que en su mayoría proceden del extranjero, de países como Estados Unidos, Argentina, Holanda, Francia, México, Irán, Hong Kong y Australia.

El hotel cuenta con una escuela donde los jóvenes con síndrome de Down pueden estudiar programas de hotelería. ¿De qué se trata?

Ellos asisten a un entrenamiento en la escuela local del hotel, llamada Colline Astigiane, y luego inician su práctica en Albergo Etico. Aprenden todos los trabajos hoteleros impartidos por profesores, con el fin de convertirse también en formadores de nuevas generaciones.

También ofrecen experiencias sensoriales, como la “cena en la oscuridad” y la “cosecha para todos”. ¿En qué consisten?

La cena tiene lugar en la oscuridad. Los huéspedes viven la experiencia de tener que comer y beber sin ver. Esto les permite redescubrir olores y sabores y viven las discapacidades como un recurso. Los chicos y las chicas hacen la cosecha en las colinas de Langhe y Monferrato y el vino producido lleva la etiqueta de Albergo Etico.

¿Piensan expandirse y llegar a otras ciudades de Europa o Italia?

Sí, pero también tenemos la esperanza de difundir esta idea en el mundo. Queremos invitar a organizaciones de Brasil y Argentina para compartir nuestra experiencia.

¿Qué tanto debe avanzar la legislación mundial frente a la inclusión laboral de las personas con síndrome de Down?

Lamentablemente debo hacer hincapié en que hoy carecemos de leyes claras sobre la inclusión laboral de las personas con discapacidad. Probablemente la política y la opinión pública no están acostumbradas a considerar a estos ciudadanos como activos, y yo sé que podemos encontrar la misma situación en otros países. Hay que avanzar.

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Foto: Cortesía del Hotel Albergo Etico

¿Qué proyectos vienen para el futuro?

Hoy Albergo Etico emplea a cinco personas “normales” y diez personas con discapacidad. Estamos trabajando para ampliar nuestro programa a otras formas de enfermedad mental y social, como el autismo.

Usted es licenciado en ciencias políticas internacionales. ¿Cómo termina dirigiendo un hotel como este?

La experiencia más hermosa es el contacto humano. He aprendido viajando y recogiendo ideas en el mundo. Yo también trabajo para la banca privada, pero esta es mi verdadera pasión y aquí late mi corazón.

Una palabra que defina a las personas con síndrome de Down.

Sentimientos.

Su sitio favorito en el hotel.

Me encanta el restaurante, situado en la antigua bodega. Es un lugar donde se pueden sentir la historia y la belleza.

El lugar más emblemático para visitar en Asti.

La plaza Alfieri, por el famoso Palio Race, la carrera de caballos más antigua de Italia. Su casco antiguo, sus palacios e iglesias también son emblemáticos.

¿Por qué vale la pena crear un hotel como Albergo Etico?

Porque representa una nueva e innovadora oferta turística, donde puedes conocer a personas especiales para trabajar, y al mismo tiempo admirar hermosos paisajes y descubrir el alma de nuestra tierra, Asti (Italia).

¿Cómo ha recibido la comunidad esta iniciativa?

La ciudad de Asti siempre ha mostrado afecto por el proyecto, y ahora está tratando de hacerla crecer. Nuestro modelo de negocio ha generado ganancias en la zona, porque vale la pena el trabajo de inclusión y el éxito social.

Pilar Cuartas Rodríguez

Por Pilar Cuartas Rodríguez

Periodista y abogada. Coordina la primera sección de “género y diversidad” de El Espectador, que produce Las Igualadas y La Disidencia. También ha sido redactora de Investigación. @pilar4aspcuartas@elespectador.com

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