Por una internet libre en el futuro

CAROLINA BOTERO, abogada y defensora del software libre y de los derechos de autor compartidos, cuestionó la Ley Lleras en su momento y será clave una vez se restrinja el uso de la red.

Mariana Escobar Roldán
19 de diciembre de 2012 - 05:52 p. m.
/ Óscar Pérez
/ Óscar Pérez

La primera vez que Carolina Botero estuvo cerca de un computador fue para hacer una tarea escolar. Eran los años 80 y su padre había comprado una mítica Commodore de 64 kilobytes traída de Estados Unidos. Pocos tenían el privilegio.

Mientras las máquinas de escribir seguían repiqueteando en juzgados y salas de redacción, y se había formalizado el quehacer de mecanógrafos y oficinistas, ella podía escribir en digital, borrar y volver a escribir, sin tener que echar a perder ni una página.

Aunque enorme, ruidosa y lenta, la Commodore de 64 kilobytes, que Carolina llamaba “la panadería”, la maravillaba.

Lo que ignoraba era que estos gigantescos mutarían a aparatos portátiles, darían lugar a la era de la información, revolucionarían la ciencia y se convertirían en la esencia de su trabajo.

Así fue como, cuando las discusiones sobre software libre eran incipientes, Carolina Botero, autoproclamada activista, puso el tema sobre la mesa de geeks, creativos, usuarios y legisladores. Esta abogada especializada en derecho de autor, colíder de Creative Commons para Latinoamérica, lleva la batuta del tema de propiedad intelectual compartida en los entornos virtuales.

Cuando la denominada Ley Lleras pretendía aprobarse por primera vez, ella y un grupo enorme de defensores que creen que los usuarios de internet no deben ser reprimidos, ganaron varias batallas. Por ejemplo, que importantes profesores de universidades del mundo, pioneros en el tema, firmaran un documento en el que evidenciaban falencias del proyecto; que los usuarios se informaran y ejercieran presión en redes sociales, y que la posible norma se archivara hasta una segunda aprobación.

La bandera de Carolina es que internet no se puede regular exclusivamente desde la prohibición, sino que hay que garantizar la libertad de expresión.

Así es como ella, visionaria, tendrá la voz y defenderá los intereses de los internautas en Colombia si llegasen a haber restricciones a la red que vulneren los derechos de los usuarios. “Nosotros conocimos una internet con muchas ventajas, entonces trabajo para que la gente del futuro la tenga en las mismas condiciones. Busco que haya una internet abierta, colaborativa y libre”, afirmó.

Por Mariana Escobar Roldán

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