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Aaron Swartz, el recuerdo de un amigo

Un testimonio personal acerca del hacker y activista cuyo suicidio tiene conmocionado al mundo de la tecnología.

Cory Doctorow *
16 de enero de 2013 - 10:00 p. m.
Aaron Swartz, una de las mentes más inquietas y brillantes del mundo de internet.  / Flickr: ragesoss
Aaron Swartz, una de las mentes más inquietas y brillantes del mundo de internet. / Flickr: ragesoss

Mi amigo Aaron Swartz se suicidó el 11 de enero. Tenía 26 años. La noticia me despertó ese día y sospecho que seguiré digiriéndola por un largo tiempo, pero creo que es importante hacer público un asunto para que podamos discutirlo. Aaron era un hombre público.

Conocí a Aaron cuando tenía 14 o 15 años. Estaba trabajando en cosas de programación en la red (había coescrito el RSS cuando tenía 14) y por esta razón venía a San Francisco a menudo. Se quedaba con Lisa Rein, una amiga mía que trabajaba en asuntos similares a los de él y que les aseguraba a los padres de Aaron que su hijo estaba bajo la supervisión de un adulto. En tantos sentidos ya era un adulto. Poseía un intelecto rápido e intenso que me hacía sentir que realmente formaba parte de la sociedad de internet, que pertenecía a un lugar en donde el pensamiento es lo que importa, en vez de quién eres y cuántos años tienes.

Yo le presenté a Larry Lessig y desde entonces fue un miembro activo del equipo técnico original detrás de Creative Commons; se involucró ampliamente en temas que tenían que ver con la libertad de la red y la tecnología. Aaron tenía ideas profundas y poderosas, pero también era muy impresionable: alguien que siempre se encontraba movido por nuevas pasiones. De alguna forma siempre parecía estar en busca de mentores y ninguno de ellos terminaba por estar a la altura de los estándares que él imponía, tanto a ellos como a sí mismo.

Esto le causaba dolor y angustia y era la raíz de las denuncias públicas, de muy alto perfil, que realizaba acerca de sus amigos y mentores. Siempre se le perdonó eso, algo que se erige como un testimonio de su corazón y su intelecto.

Aaron logró cosas increíbles en su vida. Fue uno de los primeros involucrados en la construcción de Reddit. Al comprarla Wired/Condé Nast, diseñó su propia salida, y cuando le pagaron se convirtió en un delicioso y temerario perturbador del orden.

La era posterior a Reddit fue la mayoría de edad de Aaron. Sus proezas quitaban el aliento. En un punto logró liberar, en solitario, 20% de los archivos judiciales en Estados Unidos, país en donde existe Pacer, un sistema que cobra a los ciudadanos para acceder a sus propios expedientes legales (que son de dominio público). Después de que un grupo de activistas construyera Recap (un repositorio de acceso público para que los usuarios suban sus expedientes, por los que ya han pagado), Aaron gastó una pequeña fortuna poniendo en el dominio público una cantidad titánica de información de este tipo. Algo que las autoridades federales odiaron. Lo calumniaron, el FBI lo investigó y, por un tiempo, existió la posibilidad de que le pasaran cosas malas. Pero escapó a todo y salió triunfante.

También fundó un grupo llamado Demand Progress que, por medio de la tecnología, el dinero y la pasión, ayuda a nivelar el terreno en grandes peleas acerca del diseño de políticas públicas. El trabajo de este grupo fue uno de los factores decisivos en la victoria el año pasado contra los proyectos de ley SOPA y PIPA. Y este era apenas el comienzo de su ambición.

En algún lugar del camino, las acciones de Aaron lo pusieron en peligro.

Se coló en el MIT (Massachusetts Institute of Technology), instaló un computador portátil en un clóset de servicios para descargar un montón de artículos académicos (muchos de ellos ya estaban en el dominio público) y después entró de nuevo al lugar para recuperar la máquina. Este tipo de acciones resultan medianamente normales alrededor del MIT y, si bien Aaron no era un estudiante de la institución, sí era una figura reconocida en la escena hacker de Cambridge. Además, aún no había hecho nada con los artículos, así que parecía que no iba a pasar mayor cosa.

Sin embargo, le aplicaron todo el libro. Incluso cuando el MIT y Jstor (la organización que publicaba los artículos) se retiraron del caso, el proceso legal continuó. He escuchado muchas teorías: las autoridades federales, que no pudieron atraparlo por lo sucedido con Pacer y Recap, lo odiaban de verdad; los federales están detrás de todos los hackers de Cambridge que tuvieron alguna conexión con Bradley Manning (el soldado acusado de filtrar los cables del Departamento de Estado a Wikileaks) con la esperanza de usar a alguno en el juicio contra el militar. Un par de abogados cercanos al caso me han dicho que su opinión es que Aaron iba a terminar en la cárcel.

Hay muchos que dicen que Aaron se suicidó porque estaba angustiado ante la posibilidad de ser encarcelado. Puede ser. Ir a la cárcel es uno de mis temores más viscerales.

Sin importar cuáles fueran sus problemas, Aaron no iba a resolverlos suicidándose: todas sus preocupaciones se quedaron sin solución para siempre. Si se sentía solo, jamás volverá a ser reconfortado por sus amigos. Si pelear lo desesperanzaba, ya no va a poder convocar a sus compañeros mediante la estrategia y el liderazgo. Si estaba apesadumbrado, nunca más podrá salir de ese estado.

Lo siento mucho por Aaron. Mis condolencias más sinceras a sus padres, a quienes nunca conocí, pero que amaban a su magnífico, brillante y extraño hijo y siempre le procuraron los mejores guías para cuando se iba en sus aventuras. Mis condolencias a sus amigos, especialmente a Quinn y Lisa, y para aquellos a los que conocí, así como a los que no; y a sus camaradas de Demand Progress. Le digo al mundo: hemos perdido a alguien que tenía mucho más trabajo por hacer y que logró mejorar este lugar con su obra.

 

 

* Cory Doctorow es escritor de ciencia ficción, bloguero y coeditor de Boing Boing. La presente es una adaptación de un texto publicado en ese sitio web.

Por Cory Doctorow *

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