Antioquia pierde líder embera

Reinaldo Domicó fue gobernador indígena de Dabeiba en 2006. / Cortesía OIA

Hace apenas una semana en plenas celebraciones de Navidad, Reinaldo Domicó seguía hablando de construir una ciudadela indígena en el municipio de Dabeiba para las 33 comunidades que viven en la zona. Decía también que era urgente mejorar los caminos para las comunidades alejadas del casco urbano del municipio y que, por lo menos, era necesario construir nueve colegios indígenas y ampliar los resguardos. Entre sus planes estaba también que los 4.700 indígenas de Dabeiba tuvieran agua potable.

Así lo había discutido con la Organización Indígena de Antioquia (OIA) y con la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), durante los últimos meses. Sus vida y sus iniciativas se diluyeron el pasado 1° de enero. Sólo pasaron 30 minutos del nuevo año para que cuatro disparos acabaran con su historia.

En Dabeiba, todos los indígenas saben quién era Reinaldo Domicó: con 36 años se había convertido en un líder embera, reconocido no sólo en esta zona de Antioquia sino en varias partes del país, por su trabajo con la ONIC. En los últimos dos años había asesorado a las comunidades embera katío de Córdoba y sur de Bolívar, en la formulación del plan de salvaguarda de su pueblo.

Antes, en el 2006, Domicó, quien formaba parte del resguardo Mozhoromandó, fue elegido como gobernador mayor de las comunidades indígenas de Dabeiba. Y uno de sus grandes orgullos era haber pasado por las aulas de Licenciatura en Etnoeducación de la Universidad Pontificia Bolivariana en Medellín.

A esta hora, tanto las autoridades indígenas como su esposa y sus cinco hijos sólo pueden dar cuenta de lo que ocurrió el 1° de enero. Dicen que pasadas las 12:00 de la media noche, mientras Domicó compartía con su familia en una vivienda en el municipio, un hombre encapuchado entró al lugar y le disparó cuatro veces antes de subir a una motocicleta y huir. De los motivos de su muerte, sin embargo, ninguno da respuesta. Aunque Domicó había recibido una amenaza telefónica en 2011, como lo dijo el presidente de la OIA, William Carupia, a este diario, en los últimos meses no se conocía ninguna intimidación en su contra.

“Lamentamos la pérdida de un líder tan importante, era un dirigente crítico y propositivo, realmente desconocemos los motivos del asesinato”, así se refiere a Domicó, Luis Andrade, líder embera de la ONIC. El luto también cubre a la OIA. William Carupia, presidente de la Organización asegura que es lamentable la pérdida de un líder que se formó en la universidad y que tenía tantos proyectos para el pueblo indígena.

Para Carupia, la muerte de Domicó es una prueba más del riesgo en el que viven los indígenas en el país. En 2012, fueron asesinados 40 indígenas en el país, cuatro de ellos en Antioquia. Por eso, insiste en que el Gobierno debe dar todas las garantías a los pueblos y brindarles una protección colectiva.

Misael Domicó, gobernador mayor de las comunidades indígenas de Dabeiba, reconoce que no será fácil aclarar el asesinato. Aunque en la zona se movilizan varios grupos armados, asegura que hasta ahora han respetado la guardia indígena y no estarían relacionados con el caso. “Vamos a ver hasta dónde podemos investigar” es lo único que puede decir con voz pausada.