Con los pies en la cabeza

En Zanta, la clienta tiene la posibilidad de combinar diseños clásicos con accesorios divertidos. / Fotos: Mónica Barreneche

Hacer algo fuera de lo común, hacer el zapato soñado, atreverse a jugar y a realizar versiones propias eran las consignas con las que Andrea Tabares pensó Zanta, su marca de zapatos, un regreso al oficio del zapatero, en el que prima lo hecho a mano.

Esta diseñadora industrial empezó su carrera profesional en una fábrica de zapatos y trabajando para la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, por medio de la creación del Taller de conceptos de moda, el grupo que hace la investigación de tendencias para el sector.

Sin embargo, Tabares se dio cuenta de que le faltaba formación tecnológica, y decidió aplicar al programa de tecnología de calzado y accesorios del London College of Design. Ahí se encontró inmersa en un mundo en el que todos compartían el mismo gusto y la misma pasión: los zapatos. Talleres llenos de máquinas de coser, de sillas de montaje, y sus clases de moldes, costura y cortes le generaban la experiencia que estaba buscando.

Volvió a Colombia y siguió impartiendo conocimiento en tecnología y desarrollo de producto a microempresarios de todo el país. Una labor que no sólo le permitía enseñar de lo que más sabe, sino crear espacios para acercarse a la gente. Al mismo tiempo, un latir que había crecido con los años le indicaba seguir un camino más personal, pero el miedo, ese que se interpone tantas veces en las nuevas batallas, se asomaba. Hasta que un buen día valieron más las agallas y se lanzó a crear Zanta, a abrir un taller y un local, para que sus diseños e ideas salieran a encontrarse con el público.

El carácter lúdico de su taller, entonces, cobra vida cuando la clienta tiene la posibilidad de combinar unos diseños clásicos, básicos con los accesorios que hacen que cada zapato sea único, diferente. Moños, lazos, encajes, texturas, materiales diferentes, colores por montones, están a la disposición de cada mujer, para que se atreva a crear su estilo personal, claro está, con la asesoría de Tabares, quien define a sus clientas como mujeres 24/7.

Pero no todo reposa en los diseños coloridos y especiales que ha logrado crear. Uno de los factores más importantes a la hora de calzar un zapato es la sensación de comodidad, de poder andar tranquila por la calle sin miedo a roces indeseados, sin temor a los dolores y las molestias que causan los zapatos de mala calidad o mal acabados, porque al final de cuentas la belleza no tiene que doler. Por eso, la horma hecha con las medidas correctas, con el ancho generalizado del pie colombiano, es fundamental. También influye la calidad de los materiales, que los forros sean de cuero, para que el pie pueda transpirar, que los tacones sean fuertes y las plantillas sean abullonadas, entre otros. Si se suma todo el resultado, será un zapato cómodo. Y si a eso se le añade un sentido estético que juega con los materiales, colores y pequeños detalles de coquetería, se consigue un zapato que reúne las cualidades que toda mujer busca.

Andrea Tabares logró desarrollar toda su creatividad en Zanta, utilizando su larga trayectoria en el sector para crear un estilo personal, fiel a sus ideas que dan cuenta de su manera de entender el calzado.

Zanta. Calle 69 N° 4-80. Tel.: 3454565, Bogotá.