Suramérica explota el Amazonas

Proyectos de explotación de hidrocarburos y creación de hidroeléctricas en Ecuador, Perú y Brasil.

Sergio Silva Numa
29 de noviembre de 2012 - 06:28 p. m.
Y aunque las manifestaciones indígenas no se han hecho esperar y varias ONG han protestado por la decisión de las autoridades del país vecino, la búsqueda de hidrocarburos es casi un hecho./ Archivo
Y aunque las manifestaciones indígenas no se han hecho esperar y varias ONG han protestado por la decisión de las autoridades del país vecino, la búsqueda de hidrocarburos es casi un hecho./ Archivo

Pese a los constantes esfuerzos, las cumbres internacionales y la realización de estudios que advierten la necesidad de preservar la región amazónica, los peligros a los que se enfrenta parecen ser cada vez mayores. La autorización del Gobierno de Ecuador de abrir esta semana la Undécima Ronda de Licitación Petrolera en el sur de su Amazonía, pone en evidencia los riesgos del llamado pulmón del mundo.

Los casi 1.600 millones de barriles de crudo, que podría albergar este territorio ubicado en la región de Sarayaku, sedujeron a varias multinacionales que desde hace varios años han colaborado en la organización de esta ronda. La compañía estadounidense IHS, de Houston, y el Instituto Francés del Petróleo, son algunas de las empresas que han estado involucradas.

Y aunque las manifestaciones indígenas no se han hecho esperar y varias ONG han protestado por la decisión de las autoridades del país vecino, la búsqueda de hidrocarburos es casi un hecho. De concretarse, se espera que Ecuador reciba inversiones entre $US1.000 y $US1.200 millones. Según el Gobierno, que tendrá que decidir el ganador de la licitación en mayo de 2013, con la nueva política petrolera el Amazonas podría convertirse en la región más próspera de la nación. Los indígenas, sin embargo, opinan de manera distinta y son varios los que advierten la necesidad de conservar intacto el bosque.

Pero la población ecuatoriana no es la única que esta semana ha levantado su voz de protesta. En Brasil ya fue aprobado este lunes el préstamo más grande que ha otorgado el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) en toda su historia. El monto, de US$10.817 millones de dólares, que será destinado a construir la represa de Belo Monte, que se espera sea la tercera más grande del mundo.

El polémico proyecto, que comenzó en marzo del año pasado, está construyéndose en la localidad de Altamira, en el estado amazónico de Pará y según han dicho ambientalistas e indígenas del lugar, el impacto que tendría sobre la selva sería irreversible.

Y si el panorama en estos dos países es alarmante, la situación en los otros Estados que comparten el Amazonas no es alentadora. “En Perú también hay tema muy complejo de minería que está afectando un buen porcentaje del territorio. Y como gran parte de la extracción se hace de manera ilegal, los problemas se multiplican”, asegura Wendy Arenas, directora de la Fundación Alisos, una organización que se ha dedicado a estudiar el tema fondo y que encabeza la iniciativa de Amazonas 20-30.

Según esta especialista, en Brasil, además de los problemas de construcción de hidroeléctricas hay varios inconvenientes de tala de bosque con el propósito expandir la ganadería. “En general no hay suficientes políticas para desarrollar una economía verde sostenible. Sin embargo, Colombia, son la creación de varios parques naturales y la protección de territorios ubicados en el Amazonas, es el país que más se ha preocupado por reservar esta región del continente”, asegura Arenas.

Por Sergio Silva Numa

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