Alto turmequé

Vuelve y juega
En Alemania circula una influyente revista de deportes llamada Sócrates Magazín. En la edición que circula esta semana se incluye un reportaje sobre James Rodríguez y su historia deportiva. Una vez más un medio europeo se vale de la fama del número 11 del Bayern Múnich para recordar el cuento trillado de que se hizo profesional gracias a Gustavo Upegui, fundador del Envigado Fútbol Club, asesinado en 2006. “James Rodríguez creció en la casa de Pablo Escobar”, se titula el artículo que, sin embargo, aclara que “la estrella del FC Bayern logró mantener alejados a los poderosos carteles de la droga”.

Redacción dominical
25 de marzo de 2018 - 02:00 a. m.

Realidad y ficción
A Néstor Humberto Martínez, fiscal general de la nación, siempre le ha llamado la atención la historia por su formación de economista y abogado. Y dentro de sus lecturas El Libertador siempre estuvo en su cabecera, a través de obras como El general en su laberinto, de García Márquez. Como buen investigador, puede disertar sobre “La conspiración septembrina”. Por eso no es sorprendente que el miércoles 4 de abril vaya a presentar la nueva novela del periodista y literato Mauricio Vargas Linares en el Museo El Chicó. Se titula “La noche que mataron a Bolívar”, editada por el sello editorial Planeta.

Buena jugada
El viernes hubo convención de accionistas de Ecopetrol en Corferias, Bogotá. La reunión, desde el año pasado en plan de austeridad, no incluyó generosas meriendas, pero sí emociones por cuenta de la transmisión del partido entre Colombia y Francia. Además de los informes sobre los dividendos del año anterior, los colombianos que invierten en la estatal petrolera salieron felices con un balón de fútbol bajo el brazo. Pero no cualquier pelota, sino una contramarcada con la iguana, con un motivo de los cien años de la industria y el sello “Hecho en Monguí, Boyacá”.

Nuevo destino
El Consulado de Colombia en Nueva York ha recibido muchos visitantes de todo el mundo, desde que el pasado 15 de marzo presentara en su sede de la Gran Manzana al artista visual y fotógrafo norteamericano Andrew Ferguson, con su exhibición fotográfica “Un alma wayuu”, una serie de fotos que exploran la humanidad y la profundidad de esta comunidad indígena. Las imágenes han impactado tanto, que muchos averiguaron por planes turísticos para venir a conocer La Guajira.

La joya mayor
Una inquietud similar generó en el Museo Metropolitano de Nueva York (MET) una gran exposición donde el oro es el protagonista, porque se analiza qué significados guardó este metal desde la visión precolombina. Se titula “Lujo y legado en la antigua América”. El recorrido comienza en Perú en el año 1200 antes de Cristo y termina en México tras la llegada de Hernán Cortés durante la primera mitad del siglo XVI. Y, claro, pasa por Colombia donde resalta la impresionante Corona de los Andes, pieza adornada con centenares de piedras preciosas, obra de orfebrería elaborada por artesanos de la antigua Popayán. Es la atracción entre 300 objetos de los tesoros de 52 instituciones de 12 países latinoamericanos. Y eso que es lo que nos quedó de los saqueos sistemáticos de los conquistadores españoles.

Distinguida
Ayer sábado, durante la gala anual de los premios a los mejores alumnos de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, Louisiana, Estados Unidos, fue exaltada María Lorena Gutiérrez, ministra de Industria y Comercio, con el “Premio internacional para un logro excepcional”. Esto por haber estudiado allí un doctorado y por su carrera en el Gobierno de Colombia, tanto en la Presidencia de la República como a nivel internacional en favor de las relaciones diplomáticas, comerciales, industriales y turísticas. El anuncio dice que representa “una poderosa educación, una pasión por el servicio y un compromiso con la excelencia”.

Desconectado
Ante el éxito digital de sus reseñas  literarias a través de “Gozar leyendo” en lunalibros.com/blog, el escritor Darío Jaramillo Agudelo ha recibido insistentes sugerencias de pasar del correo electrónico a redes sociales. Esta semana añadió esta posdata: “Una información que parece necesaria. Ante solicitudes de comunicación o de contacto vía redes, creo necesario hacer público el hecho de que no pertenezco a comunidades, grupos, clubes, redes, etc., de carácter virtual. No tengo Facebook, ni Twitter, ni Instagram, ni Linkedin, ni Whatsapp, ni nada, nada distinto al correo electrónico. Con respecto a los correos electrónicos, no los consulto todos los días y no los respondo de inmediato”. Si accediera, perdería buena parte del valioso tiempo que destina a leer y escribir.

Por Redacción dominical

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