La renuncia de Hernán Penagos a la presidencia del Consejo Nacional Electoral (CNE), a mediados de febrero pasado, desató una pelea interna por quién asumirá el liderazgo de la entidad, encargada nada menos que de vigilar y controlar toda la actividad electoral, y velar por el desarrollo de procesos.
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Justo este miércoles se tiene previsto que los magistrados elijan a la próxima cabeza del CNE. Sin embargo, hay malestar por un aparente incumplimiento de los acuerdos a los que usualmente llegan los miembros para turnarse la presidencia sin controversias.
Según explicó una fuente desde el organismo electoral, dichos acuerdos señalaban que el turno en la presidencia era para el magistrado Jorge Enrique Rozo, quien fuese representante a la Cámara por Cambio Radical.
No obstante, en contravía de lo acordado, habría comenzado a ventilarse el nombre del magistrado César Augusto Abreo, de origen liberal, quien ya estaría sumando votos decisivos.
El trasfondo del asunto es que, de acuerdo con el reglamento, cuando no se logra mayoría simple para la elección del presidente, se elige por orden alfabético. Es decir, el ungido sería Cesar Augusto Abreo.
La decisión que tome el órgano electoral no será de poca monta, si se tiene en cuenta no solo que se avecina un año electoral, sino que se advierte que la elección de este miércoles podría tener incidencia en las próximas votaciones al interior del CNE. ¿Se cumplirán los acuerdos?