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La actual edición del Salón del Automóvil de Ginebra fue sede de la presentación del concepto de uno de los vehículos más esperados de la historia de BMW. Tres décadas después de que se hablara por primera vez de él, la firma alemana presentó al tan esperado M8 Gran Coupé.
A simple vista, el prototipo de la casa alemana cuenta con los rasgos que caracterizan a los vehículos de la familia M. Con contornos de la parrilla del radiador que se amplían a medida que descienden hacia el suelo y subrayan su bajo centro de gravedad.
Su exterior presenta una gran distancia entre ejes, un capó alargado y una línea de techo fluida, que generan una silueta de coupé deportiva y elegante. Además, tiene un techo de plástico reforzado con fibra de carbono y retrovisores exteriores optimizados desde el punto de vista aerodinámico.
“El BMW Serie 8 se convertirá en el nuevo buque insignia de la gama BMW y, como tal, combinará elegancia y deportividad. Es un anticipo de la variante más seductora y exótica del nuevo BMW Serie 8”, afirma Adrian van Hooydonk, vicepresidente Diseño de BMW Group.
Sus bordes exteriores, luces traseras esculpidas y estilizadas con vidrio negro resaltan la amplitud del vehículo. Más abajo, el paragolpes retoma el dinamismo del faldón delantero.
Aunque se trata de un prototipo, se espera que la versión que salga al mercado el próximo año conserve sus dimensiones. Sus especificaciones mecánicas aún no han sido reveladas, así como tampoco lo han sido sus características internas.