El próximo domingo al mediodía, se detonarán 32 kilogramos de explosivos para derribar dos torres de la antigua sede de la Defensoría del Pueblo, ubicada en Chapinero. Así se dará paso a la construcción de una nueva locación para esa entidad, que contará con más de 12.000 metros cuadrados de obras, incluyendo un edificio de 7 pisos, en un proyecto que deberá ser ejecutado en 22 meses y que tendrá un costo de $42.000 millones.
Cuando llegue el momento de la explosión, a cargo de la empresa Voladuras Controladas de Colombia, se detendrá el tráfico en inmediaciones al lugar. Los operativos comenzarán desde las 6:00 a.m del domingo, momento en el que la Policía delimitará el perímetro de seguridad de la zona, desde la carrera 13 hasta la carrera Séptima y desde la calle 54 hasta la calle 56. Una hora después empezarán las labores de perifoneo y evacuación de la zona.
Durante los 30 minutos posteriores a la detonación, los ingenieros a cargo verificarán que no haya cargas explosivas sin detonar ni daños en las edificaciones vecinas. Los servicios de gas, agua y electricidad serán suspendidos en el sector desde las primeras horas de la mañana, como medida preventiva.
Así quedarán reducidas a escombros las torres A y B de la antigua sede de la Defensoría, que fueron construidas por la Fundación Rockefeller en 1948, para que fueran dedicadas a la investigación sobre temas de salud. Las edificaciones estuvieron a disposición de la Defensoría del Pueblo desde 1994, y a partir del próximo domingo dejarán su espacio a disposición de la construcción de instalaciones más modernas para la entidad.