Una grave denuncia fue realizada por el concejal Javier Palacio Mejía quien asegura que más del 50% de los comedores comunitarios de Bogotá no cuentan con requisitos higiénico sanitarios.
El Cabildante puntualiza que en varios comedores hay alimentos vencidos y con moho. "Quiero hacer claridad que no estoy en contra de los comedores y que no estoy promoviendo un cierre, solo que en la capital no existe una verdadera política pública frente al tema de seguridad alimentaria".
Esas afirmaciones contrastan con lo expuesto el pasado fin de semana por el alcalde Samuel Moreno, quien entregó la certificación de buenas prácticas de manufactura a 71 comedores comunitarios y de la mano del rector de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, José Fernando Isaza Delgado, se elogió la política alimentaría de Bogotá.
Sin embargo, el concejal Palacio Mejía centró sus denuncias en la "infraestructura de los comedores que operan en locales con pisos y paredes abandonabas y desgastadas, mala iluminación, poca ventilación y sin baños. No se realizan a tiempo los pagos que garantizan la continuidad del funcionamiento del comedor comunitario, por ejemplo el de servicios públicos, arriendos o salarios, prestaciones y parafiscales".
Agregó que "es deplorable el estado de algunas de las instalaciones sanitarias de los comedores comunitarios como quiera que no son adecuadas, ni suficientes para la cantidad de personas que son atendidas a diario en ellas. Sumado a lo anterior, se encuentra que muchos de estos establecimientos no cuentan con los elementos mínimos de higiene personal".
Frente a este punto la Alcaldía de Bogotá, con base en un informe de interventoría realizado por la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), señaló que "luego de la toma de muestras microbiológicas no se presentaron factores de contaminación en los alimentos que se reciben, almacenan y procesan al interior de los comedores comunitarios y jardines infantiles".
De la misma forma, y para sustentar su denuncias, el concejal Javier Palacio tomó un informe de la UNAD en donde hace especial énfasis en comedores de las localidades de Santa Fe, Suba y Usme.
Según Palacio, el informe de interventoría dice:
"Comedores como en la Perseverancia en la localidad de Santa Fe hay una alta presencia de mosquitos en área de cocina, hay faltantes de 132 platos, y la estufa presenta escape de gas. En este mismo comedor hace falta legalizar más de 15 millones de pesos de la totalidad del anticipo de $23.208.360".
"En La Aguadita de la localidad de Suba se encontraron facturas con fecha enmendadas, en el informe de ejecución presentado por el operador en este comedor aparece en el rublo de compra de víveres un valor de $15.340.010 pero tras revisar la facturación se encuentran comprobantes solo por $11.190.636".
"En Compostela en la localidad de Usme no presentan cuadro de ejecución de gastos ni soportes respectivos en el mes de abril ni soportes de pago de impuestos en el mismo mes. En Compostela II luego de revisar recipientes de basura encontrándose por debajo de las bolsas paquetes de pasta sin abrir, 5 libras de plátano, 7 de carne molida además de encontrar que la alimentación empleada no es el referido en el plan de compra".