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Alcaldía mantendrá restricción en la venta de alcohol sólo en Fontibón y Suba

El concejal Felipe Ríos pidió al Alcalde que extienda la medida a las 20 localidades.

El Espectador
18 de enero de 2011 - 11:00 p. m.

La decisión de la Alcaldía, de levantar este martes la restricción a la venta de licor en siete de las nueve localidades en las cuales se había impuesto la medida el pasado 30 de diciembre, generó airadas reacciones entre algunos concejales, que consideran que lo dispuesto eventualmente podría elevar los índices de riñas, accidentes de tránsito y muertes violentas en esos sectores.

Puntualmente, la medida —que prohíbe la venta de licor entre la 1 y las 10 a.m.— sólo quedará vigente en las localidades de Fontibón y Suba, por petición de sus respectivos alcaldes locales, Betty Afanador y Rubén Darío Bohórquez, quienes así se lo comunicaron al alcalde Samuel Moreno ayer durante un consejo distrital de seguridad.

Al respecto, el concejal de Cambio Radical Felipe Ríos solicitó públicamente al alcalde Moreno reconsiderar su decisión y, más allá, pidió que la restricción a la venta de licor en horarios preestablecidos se extienda a las 20 localidades de la capital.

“Hay estudios que, de hecho, muestran que durante el tiempo en que estuvo vigente la hora zanahoria del ex alcalde Antanas Mockus (medida que controlaba los horarios de la rumba) se registraron reducciones de hasta el 50% en homicidios y accidentes de tránsito. Creo que esto de ahora es un retroceso”, aseguró Ríos.

En el mismo sentido se pronunció la concejal liberal Ángela Benedetti, quien ha promovido varios debates alrededor de la necesidad de implementar medidas para evitar los excesos en las zonas de rumba y nunca estuvo de acuerdo con que la medida se aplicara sólo en nueve localidades.

La medida en cuestión se implementó por primera vez de manera provisional en enero de 2009, luego del asesinato del estudiante Juan Pablo Arenas, de 22 años, en la Zona Rosa. La Secretaría de Gobierno precisó que su aplicación es potestad de los alcaldes locales.

Recientes cifras de esa entidad revelan que entre 2009 y 2010 los homicidios aumentaron en localidades como Usaquén, Suba y Ciudad Bolívar, aunque esas muertes no estén necesariamente relacionadas con el consumo de licor (ver gráfico).

Por El Espectador

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