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Con el 100 % de las mesas escrutadas, la Registraduría anunció que la jornada de votación que definía el futuro de la alcaldesa de La Calera, ni siquiera pasó el umbral. De entrada, la gran ganadora de los comicios fue la abstención: de los 22.033 habitantes habilitados para votar en el municipio, solo 3.838 llegaron a las urnas. Y de ese total, 3.740 votos (97,4 %) fueron por el "Sí", y 82 (2,1 %) por el "No". En la jornada también hubo ocho votos nulos y otros ocho no marcados.
Así las cosas, teniendo en cuenta que eran necesarios 5.203 votos para la revocatoria, la alcaldesa Escobar seguirá ocupando su despacho en la Alcaldía del municipio ubicado al oriente de Bogotá.
La votación se llevó a cabo entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m., y fueron habilitadas 24 mesas de sufragio, 18 de estas con estaciones de biometría. Pese a la gran logística que se desarrolló para la votación, toda la jornada se desarrolló sin contratiempos y en ningún momento fue necesaria la intervención del Ejército o la Policía.
La votación no estuvo al margen de la controversia. A pocos días de definirse si Escobar seguía o no siendo alcaldesa de La Calera, una serie de denuncias sobre presuntas irregularidades en la lista de jurados y testigos electorales amenazó con manchar la votación del mecanismo. Según el comité promotor de la revocatoria, en varios de los puestos de votación habían sido seleccionados testigos electorales y jurados que guardan alguna relación con la Alcaldía del municipio. De acuerdo con este grupo, en las listas de jurados y testigos había hasta un 80 % de personas relacionadas con la Alcaldía.
La Registraduría evaluó los reparos de los promotores de la revocatoria, y halló que no era cierto que ese porcentaje de funcionarios hubiesen sido seleccionados como jurados de votación. La entidad encontró que, en efecto, una parte de los llamados a custodiar los sufragios eran de la administración, pero destacó que era un porcentaje menor (38 %) y completamente normal dado que los jurados se escogen entre listas que envían de colegios, empresas y el sector público. No obstante, para evitar suspicacias la Registraduría decidió hacer cambios en las mesas cuestionadas a pocas horas de que se realizara la votación.
¿Por qué querían revocarla?
Según Adriana Lucía Delgado, quien en febrero de 2017 inscribió ante la Registraduría municipal el trámite para revocar a Escobar, el proceso se sustenta en un supuesto mal manejo de los recursos públicos, además de denuncias en temas de salud, educación, medio ambiente y movilidad. Para la promotora del proceso y vocera del comité, la alcaldesa electa por el partido Cambio Radical solo habría ejecutado una décima parte del presupuesto en 2017, que además fue el más grande en la historia del municipio. Escobar también es señalada por el comité promotor de generar deudas para el municipio y maquillar las cifras que lo comprueban.
El comité, además, se queja de la alcaldesa de La Calera porque afirma que ha desarrollado menos de la mitad de su plan de desarrollo y que ha dado pocas soluciones a la difícil movilidad entre el municipio Bogotá. Finalmente, el comité busca revocar a Escobar por temas de corrupción, al señalarla de adjudicar contratos a dedo para favorecer al círculo cercano de sus padrinos políticos.
Ante los señalamientos, la alcaldesa Escobar siempre ha afirmado que se trata de revanchismo político, detrás del que estarían exalcaldes y movimientos que gobernaron el municipio hace varios años. Según la alcaldesa, el interés del comité promotor es acabar anticipadamente su mandato ya que debe estructurar el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), y ellos quieren hacer parte de esa decisión, e incluso los señala de querer presionar por cambios en los usos del suelo para el POT.
La alcaldesa de La Calera intentó detener en varias ocasiones el proceso a través de recursos legales. No obstante, ninguno prosperó y por el contrario la Registraduría avaló el mecanismo tras corroborar que los promotores cumplieron todos los requisitos legales y constitucionales establecidos.