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Los sistemas de bicicletas compartidas cada vez toman más fuerza en las ciudades líderes del planeta. Entre la década del 90 y los primeros años del nuevo milenio, en el mundo surgieron las primeras iniciativas de “bike-sharing” -término para referirse a las bicis compartidas-, en ciudades como Austin (EE. UU.), Oslo (Noruega), Colonia, Múnich, Berlín (Alemania), Viena (Austria) y en todo Holanda. En la región, esta propuesta de movilidad urbana solo se concretó hasta 2011, cuando no solo Río de Janeiro (Brasil) y Buenos Aires (Argentina) decidieron dar el salto a este sistema, sino que Medellín también innovó e incorporó un sistema de bike-sharing a su sistema integrado de transporte.
Y mientras en las tres ciudades iniciaba la operación de sus sistemas de bicicletas compartidas, en Bogotá apenas se discutía cómo se debía implementar uno similar. Siguiendo el ejemplo de Medellín, en la capital se ha pensado en tener un sistema público e integrado al transporte masivo, pero ninguna de las últimas tres administraciones ha logrado sacarlo adelante. Entonces, el turno de suplir esta falencia fue para el sector privado. (LEA: Nuevo dueño de Bike Santiago: ¿afecta la implementación de las bicis públicas en Bogotá?)
La más reciente propuesta de bike-sharing en Bogotá fue presentada esta semana bajo el nombre “BiciCo”, y nació tras un esfuerzo de empresas privadas que pusieron a disposición de la ciudadanía 50 bicicletas eléctricas como alternativa de movilidad.
El nuevo sistema de bicicletas compartidas se gestó durante dos años mediante la alianza de Codensa, Bicycle Capital, Carulla y Scotiabank Colpatria. Para utilizarlo solo es necesario tener un smartphone, y registrar sus datos y medio de pago en la aplicación BiciCo, que se puede descargar en cualquier celular.
De acuerdo con Camilo Rueda, gerente de Bicycle Capital, esta iniciativa no solo pretende suplir una necesidad que no ha podido cubrir el Distrito, sino que además busca seguir impulsando el uso de la bici en una ciudad en la que diariamente se hacen más de 800.000 viajes en este medio de transporte.
“La realidad de la movilidad personal que todos vivimos diariamente hace de la bicicleta el modo ideal para transportarnos, llegando a casi el 7% de los viajes totales. BiciCo es el resultado de ideas, convicción y necesidad de alternativas, de una movilidad más inteligente, más eficiente y más accesible”, comenta el gerente de Bicycle Capital, un emprendimiento que lleva ocho años desarrollando conocimiento, tecnología, estrategias y herramientas para fortalecer el uso de la bici en la ciudad. (LEA: Un año más sin sistema de bicicletas públicas en Bogotá)
Así funciona BiciCo
De 6:30 a.m. a 8:00 p.m., en seis puntos del norte de la ciudad, operará el nuevo sistema de bike-sharing. En los almacenes Carulla del Retiro, Quinta Camacho, calle 140, calle 110, calle 102, y Pepe Sierra (calle 116), estarán ubicadas las bicicletas que el usuario podrá buscar mediante el mapa de disponibilidad que aparece en la aplicación, y posteriormente retirar con solo desbloquear un candado inteligente mediante un código QR.
Previamente, el usuario debe especificar el tiempo del préstamo, para que se genere la tarifa correspondiente: el costo del alquiler por 30 minutos es de $2.800; un día completo de préstamo cuesta $15.000; y la mensualidad, que incluye préstamos de hasta cuatro viajes diarios, cuesta $60.000. Luego de utilizar las bicicletas, los usuarios deberán dejarla parqueada en la estación más cercana, donde deberá cerrar el candado nuevamente para que la bici quede disponible para otro usuario. En las estaciones de las bicis, además, habrá una torre alimentada por energía solar en la que los usuarios podrán recargar sus celulares.
La ciclorruta de la calle 116 fue el escenario para inaugurar el nuevo sistema de bicicletas compartidas - Grupo Enel.
Las bicicletas de BiciCo son eléctricas, de color rojo, con canastas y lleva los logos de los patrocinadores. Para comodidad de los usuarios, las bicis tienen pedaleo asistido, lo que implica que un solo pedalazo alcanza para recorrer varios metros. Las bicicletas tienen un motor de 250 vatios y una autonomía de 35 kilómetros. Pese a las características de pedaleo asistido, y a que alcanzan una velocidad de 25 km/h, las bicis pueden transitar por las ciclorrutas de la ciudad ya cumplen con las características exigidas por el Ministerio de Transporte.
BiciCo, además, pretende convertirse en una herramienta útil no solo para sus usuarios, sino para todos los ciclistas de la ciudad. Otro de los objetivos de la aplicación es tener mapas actualizados en los que los biciusuarios puedan ubicar ciclorrutas, ciclotalleres, las líneas de ciclorrutas, fallas en la infraestructura, zonas peligrosas y otros peligros a los que se enfrentan diariamente quienes optaron por este medio de transporte.
¿Por qué las estaciones de bicis solo están en un perímetro del norte de la ciudad? Según el gerente de Bicycle Capital, habrá un piloto de doce meses en el que la aplicación recolectará datos que les permitan saber hacia qué sectores pueden empezar a expandir el sistema. Además, explica Rueda, la zona para estas pruebas iniciales es idónea por sus condiciones de seguridad e infraestructura. "Queríamos una zona controlada, que inicialmente pudiéramos tener un seguimiento muy estricto sobre los préstamos y patrones de uso, y esta zona del norte nos daba esas facilidades por temas de seguridad, accidentalidad y estado de las ciclorrutas. Una vez con los datos obtenidos, esperamos ampliarnos a todas las zonas donde la afluencia de los biciusuarios es grande".
(LEA: Se cayó la iniciativa para implementar el sistema de bicicletas públicas en Bogotá)
Aunque no es el plan final de BiciCo, no descartan que a futuro puedan cumplir el papel del sistema que estaba estructurando el Distrito y se cayó: ser parte del sistema integrado de transporte y suplir esos trayectos cortos que hoy están en manos de la ilegalidad (bicitaxis, vans y buses de servicio especial). Incluso, señalan que hace un tiempo presentaron su propuesta al Distrito para que fuera evaluada, pero fue rechazada porque eran bicicletas eléctricas, algo que implica unos costos de operación más elevados.
"Desde hace un par de administraciones hemos acompañado al Distrito en sus esfuerzos para impulsar la movilidad en bicicleta, pero en este sistema, como tiene bicicletas eléctricas, no hubo interés por parte de la administración porque quieren un sistema convencional por el tema de costos y seguridad", concluyó Rueda.
Cabe aclarar que esta no es la primera iniciativa de bicicletas compartidas en la ciudad. A mediados de 2017 llegó a Bogotá la pionera Muvo, una aplicación que funciona de igual forma que BiciCo, con la diferencia que sus estaciones están en parqueaderos privados gracias a una alianza con City Parking. Muvo también tiene 50 bicicletas eléctricas, y tiene presencia entre calles 72 y 116.
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