Así será el Pico y Placa en el centro de Bogotá

El actual Pico y Placa de Bogotá, que cumple 15 meses de haberse implementado, continuará rigiendo de acuerdo a las placas y fechas pares e impares. Pero habrá dos complejos ajustes en el centro y norte de Bogotá, que la administración espera aplicar a partir de finales de octubre o comienzos de noviembre.

El más radical de ellos será en el centro donde el pico y placa aplicará durante todo el día. La nueva medida de la administración señala que de 6:00 a.m. a 7:30 p.m. no podrán circular vehículos particulares que no transporten mínimo a tres pasajeros (incluyendo al conductor).

El perímetro donde funcionará este nuevo cambio en el corazón de la ciudad irá desde la calle 26 hasta la avenida calle sexta y se extenderá por el costado oriental de la avenida Circunvalar y la carrera 3 Este a las carreras 27 y 24 en el occidente.

Se trata de un ajuste que significará varios cambios en la planeación de recorridos de los ciudadanos. Por ejemplo, si un conductor está en su día de pico y placa y en la hora valle de 8:30 de la mañana a 3:00 de la tarde, cuando puede usar su vehículo libremente, decide ir hacia el centro, deberá cumplir la condición de llevar los tres ocupantes del carro (incluyéndolo a él).

En la hora pico de la mañana y la tarde, la medida de libre circulación en el centro con la condición de llevar tres pasajeros, sólo les serviría a quienes estén en ese horario dentro del perímetro definido por la Alcaldía, pues en el resto de la ciudad los carros no
pueden desplazarse por la restricción.

Aunque la administración había promovido la medida en el centro como una forma de liberar el Pico y Placa a cambio de compartir el carro, en realidad se trata de una forma de aumentar la restricción en este sector para disminuir el uso del vehículo particular.

Para William Pedraza, asesor de la Secretaría de Movilidad, con la medida se espera que entre 60.000 y 70.000 vehículos salgan de
circulación en el centro de la ciudad, ya que se había convertido en uno de los más congestionados en el período valle.

El argumento de la administración no es otro que el ya conocido aumento acelerado del parque automotor, que cada año avanza en un promedio del 10%, con lo cual las calles no dan abasto. Pedraza anota que hoy en Bogotá se hacen cerca de 1’800.000 viajes en vehículo particular y casi la misma cantidad en el sistema Transmilenio. Pero mientras el espacio que consumen los carros es equivalente a 1.000 canchas de fútbol, el de los buses articulados es apenas comparable al lugar que ocuparían seis canchas.

“Esta es una diferencia importante que muestra que los vehículos están consumiendo mucho espacio. Además, al día hay alrededor de 4’800.000 sillas ociosas en el transporte particular porque el 58% de los vehículos van con un solo pasajero y por eso se vuelve tan ineficiente esta opción”. El cambio Pico y Placa en el norte

En un sector del extremo norte de la capital se levantará la medida Pico y Placa de forma parecida a la medida que hoy rige en el sur y los límites serán entre las calles 201 y 170 de la Autopista hacia el norte. La idea es que las personas de los municipios aledaños dejen sus carros en estacionamientos y luego tomen dos rutas del Sistema Integrado de Transporte Público para seguir su camino. Pedraza señala que la Secretaría adelanta convenios con entidades privadas para disminuir los costos de estos parqueaderos en el marco de la nueva medida.

Pros y contras de los ajustes

Para Germán Prieto, experto en movilidad y coordinador del programa de Transporte de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en el centro histórico se necesitaría una restricción total a los vehículos particulares debido a que cada día son más evidentes los problemas de movilidad. Por esta razón asegura que es interesante la idea de promover mayor ocupación en los carros pero lo ideal es que allí las
personas se movilizaran sólo en transporte público.

“La estrategia de la Alcaldía en apariencia puede ser benéfica pero a largo plazo no queda clara cuál es la estrategia”, dice Prieto, quien agrega que puede haber problemas que ya se han presentado en otros países como que las personas compren maniquís para evadir el requisito del carro compartido o que algunas personas empiecen a cobrar para que las transporten y el dueño del carro pueda entrar al centro.