Avanza en el Concejo la iniciativa que busca prohibir el asbesto en obras públicas de Bogotá

Este material está presente en tejas, tuberías de agua, aislamientos, tabiques, pavimentos, masillas, pinturas, tuberías, persianas y pastillas de freno, entre otros elementos comunes en la vida diaria de los ciudadanos. / iStock.

Foto: Getty Images/iStockphoto - LianeM

En la Comisión de Gobierno del Concejo de Bogotá se llevó a cabo este domingo una sesión en la que se aprobaron cuatro proyectos de acuerdo, que fueron acumulados pues persiguen un mismo objetivo: buscar y adoptar medidas para prohibir el uso del asbesto| y sus productos derivados en los contratos de obras públicas en Bogotá, y así proteger la salud de los capitalinos. Así, el proyecto pasa a segundo debate en la plenaria del Concejo, quedando a un paso de convertirse en acuerdo de la ciudad.

Los autores de los cuatro proyectos fueron los concejales María Fernanda Rojas (Alianza Verde), David Ballén (Partido de La U), Emel Rojas (Libres) y Javier Santiesteban y Diego Molano (Centro Democrático), quienes coincidieron en afirmar que el asbesto debe prohibirse porque está probado su riesgo para la salud de los humanos, y es un material presente en los sectores de construcción, automotriz y textil, 

Los proponentes del proyecto para prohibir el asbesto calificaron este material como “un enemigo mortal para capitalinos”, y afirmaron que la ciudad debe avanzar en la creación de medidas que prohíban su uso y generen conciencia sobre la necesidad de reemplazarlo por otros compuestos. Las ponencias del debate estuvieron a cargo de las concejales Luz Mireya Camelo (MIRA) y Luz Marina Gordillo (Partido Liberal), quienes rindieron ponencia positiva conjunta,  bajo el argumento de que el Concejo tiene la competencia para presentarlo y que el proyecto cumple con todas las normas legales para aprobarlo. 

Las ponentes también tomaron como ejemplo el proyecto que se está tramitando en el Congreso y que busca que Colombia sea un país libre de asbesto. Para las cabildantes, estos avances demuestran que Bogotá no puede quedarse atrás en la lucha contra este compuesto químico, que está presente en tejas, tuberías de agua, aislamientos, tabiques, pavimentos, masillas, pinturas, tuberías, persianas y pastillas de freno, entre otros elementos comunes en la vida diaria de los ciudadanos.

“Bogotá debe marcar un precedente para el resto de la sociedad, mejorando el ambiente de los edificios públicos para funcionarios y usuarios. Boyacá ya nos dio ejemplo y prohibió el uso de este material  en la contratación de sus obras”, manifestó la concejal Rojas sobre el proyecto, en el que propone la eliminación gradual y definitiva de este material hasta declarar a Bogotá libre de asbesto

“El asbesto es un material mineral, cuyas fibras inhaladas por el ser humano, pueden llegar a localizarse en los pulmones, en la pleura, el peritoneo o el sistema digestivo, causando graves enfermedades como la asbestosis, el mesotelioma pleural, peritoneal o pericárdico, el cáncer de pulmón, las placas pleurales u otros tipos de cáncer y de que está científicamente comprobada la relación causal entre la inhalación de fibras de asbesto con la aparición de las enfermedades mencionadas”, agregó la cabildante Camelo.

La concejal Gordillo, por su parte, propuso algunas medidas para acabar con el asbesto, como crear un inventario para hacer seguimiento a la exposición del asbesto, para las personas naturales o jurídicas que utilicen este material; que las contrataciones de obras públicas detallen los bienes inmuebles para ser reemplazados por elementos de nuevas tecnologías; promover el uso de materias primas que no atenten contra la salud pública, y adelantar campañas de información y difusión sobre los efectos y los riesgos del uso y la exposición al asbesto en la salud de las personas y el ambiente.

La iniciativa, sin embargo, no contó con el visto bueno de la Alcaldía. Por esto, los concejales Roberto Hinestroza (Cambio Radical), Ángela Garzón (Centro Democrático) y Xinia Navarro y Manuel Sarmiento (Polo Democrático) rechazaron las objeciones del Distrito y le respondieron al Distrito que la salud y la vida de los ciudadanos es una prioridad que no puede verse afectada por motivos económicos y contractuales.