Bogotá: la ciudad de los gerentes

A la tradicional estructura de la Alcaldía de Bogotá, conformada por sus secretarías e institutos encargados de coordinar las políticas de la ciudad, una nueva figura gana presencia en el organigrama distrital: las gerencias. La del Metro, de la Bici, la de Ciudad Norte, la de Ciudad Río, la del Centro, la de los Venezolanos y hasta la Nocturna son algunas de las dependencias que han nacido en los últimos tres años, haciendo de Bogotá la ciudad de los gerentes.

Contrario a como tradicionalmente se ha conocido esta figura, dedicada a dirigir empresas públicas, las nuevas dependencias se dedican a temas puntuales y de gran importancia para la capital. Y si bien están bajo la tutela de una secretaria, desarrollan actividades transversales que integran diferentes sectores públicos en la ciudad.

De acuerdo con el secretario de Gobierno de Bogotá, Juan Miguel Durán, el papel de las gerencias en Bogotá ha sido importante para la articulación de las diferentes secretarías alrededor de proyectos específicos, ya que se encuentra la necesidad de que haya una voz de mando que articule las acciones conjuntas. “Esta administración ha impulsado la existencia de gerencias para canalizar a través de una persona la coordinación y el impulso de las tareas y responsabilidades para el logro de objetivos de impacto directo para la ciudad”. 

El funcionario destaca, por ejemplo, el trabajo de un gerente responsable de toda la estrategia de promoción del uso de la bicicleta y movilidad sostenible, un gerente para la expansión urbana del norte de la ciudad, otro para la recuperación y mejoramiento del centro de la ciudad, una gerente para el mejoramiento de la Zona Rosa, entre otros. “Es importante aclarar que las gerencias no han implicado creación de nuevos cargos ni modificaciones de fondo en la estructura de las entidades”, asegura el funcionario.

Juan Carlos Restrepo, especialista de Gestión Pública de la Universidad Javeriana, destaca el papel de estos funcionarios y asevera que este tipo de figuras facilitan la realización de grandes proyectos en medio de administraciones tan grandes y complejas como la de Bogotá. “Y eso se viene viendo en los resultados. En términos generales, la estructura de las gerencias no se ha cuestionado, ni a nivel público ni en instancias de control político dentro del Concejo. Al fin de cuentas tienen finalidades específicas y buscan resultados específicos”.

Pero no para todos, la figura de los gerentes es pertinente. Según el analista Ariel Ávila, las gerencias y las altas consejerías -en el caso de Bogotá, la de las Víctimas y la de Tecnologías de Información- “son tumores burocráticos, que terminan siendo grandes frustraciones, porque no manejan presupuestos ni tienen capacidad administrativa, y por eso nadie les termina haciendo caso”. Para el politólogo su conformación termina siendo más perjudicial que favorable para los proyectos que lideran, ya que terminan haciendo que las secretarías se desentiendan de los temas y, por consiguiente, las decisiones se retrasen. 

“Los gerentes suelen ser personas que le hablan al oído al alcalde, entonces sus puestos suelen ser de opinión y lo que van es a calentar puesto. Por ejemplo, el gerente del Metro es una persona que va a desayunos a mostrar diapositivas, mientras que en el proyecto de Ciudad Región los avances se han dado más por las dinámicas de los municipios involucrados y por la Presidencia, que por la articulación que haya logrado algún articulador”, agrega Ávila.

Lo cierto es que estas gerencias están encargadas de temas tan centrales como la masiva llegada de venezolanos a la ciudad, en los que solo este año se invirtieron $26.000 millones para su atención; la consolidación de proyectos tan cruciales como el proyecto de intervención en Lagos de Torca, donde se esperan construir 350.000 viviendas, o la construcción de la primera línea del metro y sus troncales, en la que se invertirían alrededor de $20 billones. “La dinámica de las ciudades ha planteado varios desafíos que requieren equipos de trabajo priorizados ciento por ciento en temas estratégicos. Esto implica seguimiento y gestión interinstitucional para avanzar bajo resultados”, asegura el secretario de Gobierno.

A la administración de Peñalosa le resta un poco más de un año para finalizar y demostrar la eficacia de estas figuras. Si bien la mayoría de estas están detrás de proyectos que hasta ahora se encuentran en estructuración, los resultados de su gestión serán fundamentales para defender su existencia en siguientes administraciones. Mientras tanto se consolidan como ejes transversales con importantes roles dentro de la administración de Bogotá.

Las gerencias

Entre las más destacadas está la gerencia del Metro. Aunque se trataría de una empresa, con la entrada en operación de la primera línea del medio de transporte, por ahora se encarga de su planeación y estructuración, así como de la elaboración de proyectos urbanísticos de renovación urbana y de espacio público en las áreas de influencia del sistema público.

Relacionada con movilidad también se encuentra la gerencia de la Bici, la cual tiene la responsabilidad de estructurar los proyectos en esta materia de la ciudad, es decir, los que estén enfocados en la protección y en abrir nuevos espacios para los ciclistas, con el fin de impulsar el transporte sostenible en la ciudad.

También está la gerencia de Ciudad Norte, que tiene a cargo los planes de expansión en Lagos de Torca y la reserva Van der Hammen, es decir, en la estructuración tanto de los proyectos de vivienda como de los viales y las intervenciones a zonas de protección. Con un propósito similar se estructuró la gerencia de Ciudad Río, a la que se incluye la descontaminación del afluente y su integración a las dinámicas de la capital, con la construcción de un malecón y un área de desarrollo económico y turístico.

Más recientemente fue creada la gerencia del proyecto Bronx Distrito Creativo, que es responsable de la estructuración del proyecto de renovación en la antigua zona de “La L”, el gran centro de expendio de drogas ubicado en el centro de Bogotá, donde esperan constituir uno de los centros creativos y de economía naranja más grandes del país.

Mientras que hace menos de un mes, ante la masiva llegada de migrantes y la prioritaria atención que se les ha dado en la ciudad, la Alcaldía constituyó la gerencia para la atención de los venezolanos, que se ocupará de centralizar la atención para esta población y en la elaboración de políticas públicas y propuestas para facilitar su tránsito y estabilización en el país.

En estructuración está la gerencia Nocturna, que recientemente el Concejo de Bogotá consolidó a través del proyecto de la Secretaría de Desarrollo Económico con el que se busca potencializar el turismo, el comercio y la cultura las 24 horas del día, para lo que sería necesaria la consolidación de una nueva figura que se encargue de los estudios y la implementación de la estrategia en la ciudad.
Asimismo, existió de manera temporal el gerente de la visita papal, un cargo acordado con la Presidencia y que también se constituyó en el resto de las ciudades donde estuvo el papa Francisco, para la preparación logística y la organización de los eventos a los que asistiría el sumo pontífice durante su paso por el país.