Lo que va de 2021 ha sido un tiempo complejo para el tejido empresarial bogotano. Los cierres por cuarentena y demás restricciones a la movilidad han impactado fuertemente a las empresas (sobre todo a las mipymes), las cuales han batallado para mantenerse a flote y no engrosar ese 30 % que, en agosto de 2020, tuvo que cerrar de forma definitiva.
El 8 de enero los empresarios enviaron una carta intergremial (en la que firmaron Cotelco, Asobares y Acopi, entre otros) a la alcaldesa y parte de su gabinete de secretarios. En esta misiva había una serie de propuestas, como prórrogas para pago de impuestos y condonaciones de intereses por mora, las cuales, de llegar a ser adoptadas por el Distrito, ayudarían a sostener al empresariado.
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La última de las propuestas contenidas en la carta le pedía a la administración de Claudia López instaurar una mesa de diálogo, en la que la voz de los diversos gremios empresariales pudiera ser escuchada antes de que se tomen decisiones que puedan afectarlos, y en la que ellos puedan proponer soluciones a la crisis actual.
Días más tarde la secretaria de Desarrollo Económico, Carolina Durán, comunicó a los medios que, efectivamente, se iban a organizar unas mesas de trabajo con los gremios para escucharlos y “tomar decisiones menos reactivas y más preventivas”.
La semana pasada se adelantó la primera de estas reuniones en la que, según información aportada por Durán a El Espectador, López le propuso a los empresarios hacer una ‘vaca’ para ayudar a las personas que tengan que aislarse (cuando presenten síntomas relacionados al COVID-19) y no cuenten con los recursos suficientes.
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Hay que recordar que en la capital se implementa la estrategia DAR (Detecto, Aislo, Reporto), la cual consiste en que una persona que presente síntomas relacionados a la enfermedad, debe aislarse y reportar su caso ante la EPS. Dicho confinamiento debe durar 15 días, razón por la cual desde el Distrito se cree que no se está implementando a cabalidad, pues hay quienes no cuentan con los recursos económicos suficientes.
La iniciativa de López es que a estas personas se les dé un salario mínimo, en el que el Distrito pone una mitad y el empresario la otra. Según Durán, a varios gremios no les pareció tan descabellada esta idea, pues podría tener un impacto positivo en la curva de contagios y, a la larga, evitar los cierres que causan las restricciones. En suma, les saldría más económico asumir este gasto que seguir inoperantes.
De momento esta iniciativa es tan solo una propuesta, la cual no está estructurada. Se espera que en la próxima reunión (que será esta semana) se traigan a la mesa ideas que permitan darle solidez, como la cantidad de dinero que sería necesaria, quién administraría esos recursos y cómo se entregarían a los beneficiarios, entre otras interrogantes.