Un día después de que el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, confirmara que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado tendrá a su cargo, a partir del próximo 18 de diciembre, la recolección de basuras en la ciudad, se ha generado una fuerte polémica por la decisión de la Administración Distrital.
El concejal Antonio Sanguino, quien conoce de cerca el tema de las basuras en Bogotá, le dijo a Elespectador.com que quedó “totalmente perplejo por la decisión irresponsable de la administración y del gerente del Acueducto, Diego Bravo”.
El cabildante enumeró las razones por las que, a su juicio, la capital se enfrentaría a un gran problema en este sentido. “Primero es imposible legalmente que el Distrito y el Acueducto pretendan recuperar el monopolio del servicio de aseo, en vez de estructurar una licitación como lo ordena la ley toman un camino que es ilegal porque ya hoy la ciudad está en libre competencia”.
Sanguino señaló que no entiende cómo van a apartar a los operadores privados del mercado de basuras en la ciudad y ve difícil que ellos se dejen sacar. “Aquí se va a abrir una guerra entre el Acueducto y los operadores”.
“Segundo, se supone que ellos están anunciando que van a retomar el servicio a partir del 18 de diciembre y que van a destinar entre 80 mil y 100 mil millones de pesos para comprar equipos y maquinaria, es decir, vehículos compactadores y recolectores. Eso requiere una licitación y si no se hace pueden incurrir en una celebración indebida de contratos”, agregó.
El concejal del partido Verde aseguró que no hay tiempo para estructurar una licitación de ese monto.
“Ellos dicen que el Acueducto va a operar el servicio un año mientras hacen una licitación para contratarla, o sea que vamos a hacer una inversión de casi 100 mil millones de pesos, más una contratación de 4.000 operarios con las cargas prestacionales que tiene un obrero, que es prácticamente el doble de lo que le vale uno a cualquier operador privado, ¿solo por un año?”, se cuestionó.
Dijo que en tercer lugar se amplíó el objeto social de la Empresa de Acueducto sin que lleven esa reforma al Concejo de Bogotá. “Eso es ilegal. El Concejo fue el que creó la empresa y el que definió su objeto social”.
“Cuarto, los recicladores han dicho que el oficio de ellos no es recogerle las basuras a la ciudad, el oficio de ellos es el reciclaje, entonces quieren sustituir la falta de un plan adecuado de inclusión de la población recicladora con una decisión que me parece una irresponsabilidad, cuando no han resuelto el problema de las bodegas, de tracción animal y de los parques de reciclaje”.
Para el concejal, el Distrito se está inventado una solución que va a ser peor que el problema.
“Cómo van a vincular los 4.000 trabajadores, ¿eso va a ser con clientelismo o sin clientelismo?. ¿Con meritocracia o sin meritocracia?. El Acueducto dice que no tiene recursos para renovar las redes de alcantarillado, pero sí tiene recursos para meterse en un negocio en el que seguramente se va a producir un detrimento patrimonial para la ciudad”, concluyó.
El concejal Sanguino pronosticó que “esto va a ser un caos. Yo no quiero ser ave de mal agüero, pero la administración rectifica la decisión o acá nos vamos a enfrentar no solo a un problema de basura, sino a unas situaciones jurídicas muy complicadas: demandas, acciones jurídicas de parte de recicladores, operadores y usuario. Esto va estar más enredado que los diálogos de Oslo”.