Bogotana muere después de practicarse una cirugía estética en Venezuela

Shirley Alexandra Riaño viajó hasta la ciudad de San Cristóbal para realizarse una rinoplastia y una liposucción. Familiares aseguran que los médicos no querían llamar a las autoridades para esclarecer los hechos de su muerte.

Redacción Bogotá
08 de enero de 2017 - 06:40 p. m.
Shirley Riaño tenía 30 años y era esteticista.  / Archivo familiar
Shirley Riaño tenía 30 años y era esteticista. / Archivo familiar

El día de su cumpleaños, el pasado 6 de enero, Shirley Alexandra Riaño armó maletas y arrancó rumbo a San Cristóbal, Venezuela. Unas vecinas del barrio Torremolinos, en la localidad de Puente Aranda, le comentaron que en esta ciudad había un centro donde realizaban intervenciones quirúrgicas a muy bajo costo y de buena calidad: Doctor Mora y Asociados.

La mujer de 30 años, quien era esteticista, quería mejorar su figura antes de viajar a Estados Unidos, donde viviría junto a una tía. Como ahorraba para su nueva vida, el precio de las intervenciones le pareció una oportunidad imperdible. Además, creyó que el sitio era confiable, pues sus conocidas estaban satisfechas con sus intervenciones.

Llamó a los encargados del lugar y armó el plan para que le practicaran la rinoplastia y la liposucción que tanto anhelaba.  La cita quedó para el 7 de enero. Shirley le pidió a un primo de 19 años que la acompañara y juntos tomaron un bus hasta la frontera, donde fueron recogidos por personas del centro estético.

Ayer entró a cirugía a las 7:00 a.m. y, según cuentan su familia, salió viva: “Ella supuestamente estaba bien, pero luego su salud empezó a decaer. Aseguró que no podía respirar bien y después de eso sufrió un paro cardiorrespiratorio”, cuenta Alejandra Castro, familiar de Shirley.

La familia se enteró de su fallecimiento a la 1:00 p.m. Los médicos llamaron a su tía para advertirle que enviarían al cuerpo, junto con el acompañante, en un carro fúnebre hasta Cúcuta. Cuando solicitaron explicaciones y una investigación de las autoridades, los encargados del centro le respondieron que no era necesario.

“A partir de ese momento empezamos a ver las irregularidades. Luego el primo que la acompañaba nos contó que el lugar tiene la fachada de una odontología y que no le permiten llamarnos con frecuencia”, agrega Castro.

La preocupación aumentó cuando indagaron por internet sobre el lugar y sólo encontraron una dirección, Avenida España.

Los familiares llamaron a las autoridades venezolanas y reportaron el caso. Ahora el cuerpo se encuentra en la morgue de Venezuela y la familia está a la espera de los resultados de la  investigación.

 La Cancillería colombiana ya asumió el caso.

Por Redacción Bogotá

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