Cada 36 horas, una niña se vuelve mamá en Bogotá

En Bogotá, 233 niñas tuvieron hijos entre 2016 y 2017. La mayoría de los padres tenían entre 15 y 19 años. El resto fueron mayores de 20 años. Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa son algunas de las localidades donde se reportaron más casos.

Camila Guerrero Arciniegas
24 de abril de 2017 - 02:24 a. m.
Cada 36 horas, una niña se vuelve mamá en Bogotá
Foto: DAVID CAMPUZANO

A sus 15 años, Diana Valentina ha vivido en carne propia el abuso. A los 10, sin haber terminado la primaria, la violó el hermano de su padrastro. Tres años después, con apenas 13 años, tuvo relaciones con su exnovio, de 17. Él la abandonó luego de saber que había quedado en embarazo. Aunque asegura que en esa oportunidad fue una relación consentida, para la ley ese también fue un abuso.

Diana es tan sólo una niña más de aquellas que asumieron la responsabilidad de ser madres antes de cumplir 14 años. Según datos de la Secretaría de Salud, el año pasado se registraron 233 partos de niñas, es decir, cada 36 horas una niña fue mamá. A pesar de que hubo una reducción respecto a 2015, cuando el promedio fue de un caso cada 24 horas, la situación sigue preocupando, pues detrás de cada caso hay un posible delito por investigar.

Reducción de las cifras

En seis años, 2.892 mujeres de Bogotá tuvieron su primer hijo antes de cumplir 14 años. El 2010 fue el año con el panorama más crítico, cuando se reportaron 515 casos. Sin embargo, al revisar las cifras del último lustro, se nota el trabajo de la Administración, pues gracias al trabajo de sus autoridades locales se ha logrado una reducción del 58 % en el índice de embarazo de niñas en toda la ciudad.

Un claro ejemplo de este trabajo fue La Candelaria, localidad que en 2013 alcanzó una tasa de 29% de embarazos de menores de 14 años por cada 100.000 habitantes, y el año pasado logró que el indicador cayera a cero. ¿Cuál fue la clave? Según el alcalde local, Manuel Calderón, sencillamente consistió en brindarles a las niñas atención psicosocial en compañía de sus familias, para prevenir embarazos.

Atendimos a 400 estudiantes que, por su condición socioeconómica y por el entorno que las rodeaba, estaban expuestas a tener un bebé. También fueron de mucha ayuda las campañas de sensibilización que hizo la red hospitalaria del sur de Bogotá, donde trabajaron en métodos de prevención con los niños. Sin duda, estas estrategias nos llevaron a obtener resultados positivos”, señaló Calderón.

Pero no a todas las localidades les ha ido tan bien. Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa han ocupado, desde el 2010 hasta hoy, los primeros puestos en la lista de las zonas con más casos de embarazos de menores de 14 años. En los últimos seis años, en Ciudad Bolívar se reportaron 519 casos; en Kennedy, 400; Bosa, 325, y Suba, 307. Estas localidades suman el 54 % de los casos. La otra cara de la moneda se vive en Sumapaz y Teusaquillo.

Las raíces del problema

Aunque muchos piensan que las altas cifras de embarazos de niñas en estas localidades se deben a la pobreza y la falta de educación, la realidad es más compleja y va más allá de estos factores. Paula Sierra, asesora de la Secretaría de Integración Social, aseguró que en varios estudios nacionales e internacionales se ha detectado que algunas niñas que viven en zonas de conflicto o periferias, donde hay presencia de bandas delincuenciales, buscan ser mamás para obtener seguridad.

“Hoy en día las niñas de 12 a 14 años ya tienen cuerpos de mujer, lo que lastimosamente las expone a la mirada de los integrantes de las organizaciones criminales. Muchas de las menores que hemos atendido en la Secretaría nos cuentan que se embarazan porque en sus barrios ser madre es sinónimo de protección. A las mujeres que ven con hijos las cuidan y las respetan más”, resalta Sierra.

Otro de los problemas que incrementan los embarazos de menores es la falta de oportunidades en los sectores vulnerables de la capital. Según Sierra, el hecho de que las niñas no tengan recursos para ir a estudiar o una oferta amplia de distracciones pedagógicas influye en la decisión de tener hijos a temprana edad.

Según señala, la cultura de la sociedad también es un factor detonante. “Si naturalizamos las relaciones en las que hay diferencias de edad de cuatro años en adelante, ¿cómo les vamos a exigir a las niñas menores de 14 que no tengan un novio de 18? Desconocer que estas chicas están iniciando su vida sexual a edades prematuras y no hablarles de métodos de anticoncepción en casa, por pensar que si lo hacemos las incitamos a tener sexo, es un grave error. Es preferible educarlas en prevención, para evitar embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual”.

Por otra parte, la Secretaría de Integración Social comentó que desde el Distrito se quiere implementar varias medidas para disminuir la tasa de embarazos. Los planes por ahora son capacitar al personal de salud para que los niños menores de 14 años, que buscan orientación sexual, no sean juzgados, y también esperan incorporar clases de prevención en los jardines infantiles, con el fin de proteger a los más pequeños de posibles violaciones.

Por el momento, lo único claro es que, pese a la reducción de las cifras, el número de niñas embarazadas a causa de una violación o de una relación consentida sigue siendo alto. Esta situación prende las alarmas. No sólo para exigir a las autoridades que investiguen los delitos que puedan existir detrás de estos casos, sino sobre la importancia de orientar aún más a los niños en temas de sexualidad, tanto en la casa como en los colegios. El sexo no es algo que sólo hace parte de la esfera de los adultos. Evadir esas conversaciones es dejarlos a merced de improvisaciones y abusadores.

¿Y el padre del bebé?

Según las estadísticas de 2016, en 11 casos el padre fue otro menor de 14 años; en 147 fue alguien entre los 15 y los 19 años, y 75 fueron hombres entre los 20 y los 60 años. El estudio sobre bebés nacidos vivos de la Secretaría de Salud muestra un dato particular. No sólo las niñas fueron objeto de abuso sexual. Hay nueve casos en los que mujeres con edades entre los 15 y los 19 años quedaron en embarazo luego de tener relaciones sexuales con niños menores de 14.


Es abuso sexual

No importa que muchas de estas niñas consideren que no sufrieron abuso sexual, al argumentar que sus bebés fueron producto de una relación consentida o sentimental. Para la ley es delito y así lo deja claro el Código Penal, al establecer que cualquiera que acceda o realice actos sexuales con un menor de 14 años tendrá que pagar con cárcel.
Isabel Agatón, abogada de la familia de Yuliana Samboní, la niña que fue violada y asesinada por el arquitecto Rafael Noguera en la localidad de Chapinero, explica la razón por la que tener relaciones con menores de 14 años es un delito: “La legislación colombiana señala que los niños a esa edad no cuentan con la madurez ni la autonomía necesarias para tomar una decisión consciente sobre el inicio de su vida sexual. Así que si una persona mayor duerme con ellos se convertiría de inmediato en un abusador”.

 

 

Por Camila Guerrero Arciniegas

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