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Calidad, acceso y matrícula cero, las prioridades en educación en Bogotá

Las clases no volverán a ser las mismas, por lo que el reto será recuperar el tiempo perdido y atender las necesidades tecnológicas de los vulnerables. Continuar con la construcción de colegios y “Reto a la U”, los programas que tendrán protagonismo.

Mónica Rivera Rueda
29 de diciembre de 2020 - 02:00 a. m.
Desde octubre, en varias ciudades del país se hacen pilotos para el regreso a clases.
Desde octubre, en varias ciudades del país se hacen pilotos para el regreso a clases.
Foto: AFP - JOAQUIN SARMIENTO

La educación tampoco se salvó de la pandemia. Además de los retos que trajo a nivel tecnológico, el aislamiento llevó a profesores y a alumnos a enfrentar las clases virtuales que, sin duda, tuvieron repercusiones en la calidad educativa. Por eso, adaptarse será una de las prioridades para el próximo año, en el que la alternancia definitivamente llegó para quedarse.

Al comienzo de la emergencia el reto fue tecnológico. Mientras las universidades buscaban mejorar sus plataformas, para garantizar la virtualidad, en los colegios llevaron las clases a la internet, pero también a Whatsapp y a guías que recogían los padres en las instituciones. A la par, se tuvo que replantear el Programa de Alimentación Escolar (PAE) y se empezaron a entregar bonos de alimentación. “A mí me impresionó, porque uno no alcanza a entender la dimensión. Antes de la pandemia teníamos 690 mil niños que tenían alimentación escolar en el colegio y al 30 de septiembre ya eran 752.753, es decir, que alcanzamos a más de 70 mil niños”, aseguró Edna Bonilla, secretaria de Educación.

>LEA: Colegios públicos de Bogotá iniciarían retorno gradual el próximo 25 de enero

Para el momento de la reapertura hubo un nuevo dilema: volver o no a la presencialidad, pues mientras el Distrito insistía en la necesidad de regresar a los colegios, la Asociación Distrital de Educadores (ADE) señalaba que no había garantías para evitar los contagios ni las condiciones en infraestructura para mantener las medidas de autocuidado.

Para Felipe Bogotá, director de “Bogotá cómo vamos”, esta discusión también debe evaluarse desde la perspectiva de los padres, pues, de acuerdo con la última encuesta de percepción, hecha por la organización, solo el 22 % está satisfecho con la educación que reciben sus hijos, mientras que el 51 % manifestó que solo se debe volver a los colegios cuando se tenga la vacuna. “Hay una hipótesis, y es que puede aumentar la deserción, porque son los padres de los estratos más bajos los que más se niegan al regreso, lo que demuestra que va a ser muy complejo volver a los colegios públicos”.

Al respecto, la Secretaría de Educación asegura que a la fecha hay 589 instituciones educativas habilitadas para dar clases presenciales, entre las que se encuentran 380 jardines infantiles y colegios privados, así como 31 instituciones educativas distritales, 16 sedes del Sena, 100 instituciones de educación para el trabajo y el desarrollo humano y 62 de educación superior.

En el Distrito se realiza la habilitación de 56 colegios, entre los que se encuentran los 25 que fueron parte del piloto y se trabaja en nuevas herramientas pedagógicas para la nueva jornada escolar única y jornada completa, que incluirá la integración curricular de la educación socioemocional y las competencias ciudadanas.

Sobre este punto, el director de “Bogotá cómo vamos” asegura que será necesario monitorear los impactos del aislamiento en los niños, pues los efectos en temas de salud mental podrán evidenciarse a largo plazo. “Hay que volver a replantear y formular programas que atiendan los rezagos no solo en lo educativo, sino en el de la salud mental, porque como ocurre con la desnutrición, se evidencian mucho después a nivel cognitivo. Entender esto va a ser importante para plantear buenas políticas”.

Por su parte, Julián de Zubiría, director del Instituto Merani, indica que las brechas en la educación han aumentado de manera preocupante. “Lo grave es que seguimos igual y la suerte de los niños pasó a depender del esfuerzo de los docentes”, pero reconoce el esfuerzo que se ha hecho en la ciudad. “La Secretaría de Educación ha entendido la necesidad de apoyo emocional para los jóvenes y trabaja en esa dirección. Ha invertido en bioseguridad. También hay que destacar la estabilidad y gobernabilidad alcanzada en la Universidad Distrital, después de años de corrupción y crisis. Esto ha permitido que mientras el país presenta tasas de deserción muy preocupantes, en la ciudad se logran mantener los estudiantes en los colegios y en la Universidad Distrital”.

En cuanto a lo que viene para el próximo año, la Secretaría de Educación explica que, además del regreso gradual de los 399 colegios públicos, está la entrega de seis nuevos colegios y el inicio de obras de cinco más. Además, está pendiente la entrega de los 100 mil dispositivos electrónicos a los niños más vulnerables, la implementación de la nueva política educativa rural, el rediseño de la jornada única, el programa con la Universidad Pedagógica para fortalecer el segundo idioma y la entrada en operación de la Agencia Distrital para la Educación Superior, la Ciencia y la Tecnología.

Junto a esto está la puesta en marcha del convenio con el Sena, con el que se busca beneficiar a 45 mil estudiantes que pasan a la educación superior, así como la entrega de recomendaciones por parte de la Misión de Educadores y la Sabiduría Ciudadana, para la consolidación del Plan Sectorial de Educación.

En cuanto al programa “Reto a la U”, que comenzará su segunda etapa, al mismo tiempo que la puesta en marcha del nuevo modelo de educación superior. Al respecto, Bonilla dice que en la segunda etapa se espera beneficiar a 4 mil jóvenes menores de 28 años egresados de colegios de Bogotá. “El programa contará con un acompañamiento personalizado en alianza con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Secretaría Distrital de la Mujer, en donde cada estudiante podrá recibir orientación de tipo laboral y en habilidades blandas con el fin de fortalecer competencias para su vida personal y laboral”.

Por último está la matrícula cero en la Universidad Distrital. Aunque con recursos de la institución se logró cubrir estos costos para los estudiantes de pregrado durante el segundo semestre de este año, la alcaldesa llevará una nueva propuesta al consejo directivo para que ocurra lo mismo en el primer período de 2021. En el caso de la Distrital, las clases presenciales volverían en marzo, cuando comience el nuevo semestre, mientras que por ahora se plantean las opciones para el regreso a los laboratorios.

Para Zubiría, la presencialidad traerá retos muy exigentes para evitar contagios y muertes. “En 2021 debemos programarnos para un periodo de alternancia porque es muy posible que los contagios se eleven durante el primer trimestre. Todos tenemos que hacer un esfuerzo para garantizar que los menores asistan a clases presenciales. Se requiere inversión en bioseguridad y disminución en el tamaño de los grupos. Lo ideal es que continúen en virtualidad los estudiantes de bachillerato y que se adecuen los colegios para recibir a los niños de inicial y primaria. Ellos no pueden quedarse solos y, además, no tienen las condiciones de autonomía y lectura necesarias para recibir educación virtual. Es clave entender que las condiciones y posibilidades son diferentes en las diversas edades y ciclos del desarrollo de niños y jóvenes”.

Sin duda, el refuerzo a la educación será primordial el próximo año ante las necesidades que se han profundizado, pero en especial por el osado reto de reformar el sistema educativo tanto en la educación básica como en la superior.

Mónica Rivera Rueda

Por Mónica Rivera Rueda

Periodista de planeación, hábitat, salud y educación. Estudiante de la maestría de análisis de problemas políticos, económicos e internacionales contemporáneos.@Yomonrivermrivera@elespectador.com

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