Casas en el limbo

Viviendas de interés social en Bogotá. Para construir las casas de las familias desplazadas hacen falta $5.466 millones. / Archivo

Fue en 2007 cuando le dijeron a Marina que iba a recibir un subsidio de vivienda por su condición de desplazamiento: “Llegué a Bogotá sin un peso y con mi hija embarazada”. Las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) la despojaron de su hogar, asentado en el municipio de Yacopí, Cundinamarca, luego de que el patrón de la hacienda en donde vivía dejara de pagar las vacunas. Seis años después, la promesa del subsidio sigue sin cumplirse: “Tuve un accidente de peritonitis y estoy enferma de un pulmón. Mi hija tiene cuatro hijos y es madre cabeza de familia. Vivimos de la caridad de una iglesia en La Gaitana (Suba)”.

Marina y su hija hacen parte de las 864 familias que al día de hoy siguen esperando los subsidios de vivienda que el Distrito les ofreció. En 2011 la Secretaría de Hábitat le presentó al Ministerio de Vivienda el proyecto Poblar de Santa Marta, que contempla la construcción de 36 torres de viviendas de seis pisos de altura. A partir de un convenio con la caja de compensación familiar Compensar, se estableció un predio en la calle 81A Sur (barrio La Esperanza, localidad de Usme) para construir las 864 viviendas de 36 y 42 metros cuadrados.

“Hace 10 años llegue a Bogotá con mi esposa y tres hijos pequeños. Cuando nos dijeron lo del proyecto me fui a Usme a buscar la dirección, y cuando llegué no había nada. Eso era un tierrero”. Álex solicitó el subsidio de vivienda luego de que la guerrilla de las Farc asesinaran a su hermano en las afueras de Quibdó, en el departamento del Chocó. En efecto, en 2011 el proyecto Poblar de Santa Marta no había podido arrancar por los trámites de la licencia de urbanismo. Fue necesario un año para que la Unidad Administrativa Especial de Catastro, el Fondo de Prevención y Atención de Emergencias (Fopae) y la Secretaría Distrital de Planeación analizaran la viabilidad de la construcción.

Finalmente, la licencia de urbanismo de Poblar de Santa Marta fue aprobada el 14 de noviembre de 2012. “Ahí sí lo vimos más cerquita. La necesidad ya era mayor porque tengo seis hijos y mi marido se había quedado sin empleo”, dice Victoria, otra habitante de la ciudad que fue desplazada en 2005 por las Farc. Si bien una casa de 42 metros cuadrados puede ser pequeña para una familia de ocho personas, el arriendo de la casa en donde hoy vive la familia de victoria cuesta $380.000: “Se me va la mitad del sueldo en eso y en comida”.

Sin embargo, otro percance se le presentó al Distrito: el proyecto de Poblar de Santa Marta se encuentra desfinanciado en $5.466 millones debido al costo de las obras de mitigación de riesgo realizadas luego de que Fopae entregara el concepto sobre el predio. De acuerdo con la Secretaría de Hábitat, “los ingresos del proyecto ascienden a $28.700 millones, correspondientes a las tres fuentes de financiación, como son subsidio familiar de vivienda nacional ($12.989 millones), subsidio de promoción de oferta ($3.470 millones) y subsidio distrital de vivienda ($12.241 millones), y los costos alcanzan $34.166 millones, generando un déficit aproximado de 10 salarios mínimos vigentes por hogar”.

Para solucionar el problema del déficit, la Secretaría de Hábitat le solicitó al Ministerio de Vivienda que incluyera el proyecto Poblar de Santa Marta en el programa de vivienda gratuita del gobierno nacional. Lo que esperan las 864 familias desplazadas es que el ministerio cuente sus casas dentro de las 8.110 asignadas al Distrito por parte de Fondovivienda.

El Ministerio de Vivienda le respondió a El Espectador que el proyecto Poblar de Santa Marta no fue presentado al programa de vivienda gratuita para el Distrito Capital. Según el Ministerio, “la solicitud de la Secretaría de Hábitat fue posterior a la fecha máxima de plazo que otorgó el Ministerio para la presentación de la oferta, la cual se extendió hasta el 16 de septiembre de 2012”. La entidad añadió que como los 864 hogares ya estaban inscritos en Poblar de Santa Marta no se les puede asignar un nuevo subsidio de vivienda.

La última opción de las familias desplazadas para salir de esta encrucijada es entregar cada una $5 millones para cubrir el déficit de Poblar de Santa Marta. Milena vive en Bosa con su hijo y desde que fue desplazada limpia las bodegas de las plazas de mercado para llevar el alimento a su hogar: “Desde las dos de la mañana estoy en Corabastos. No me alcanza la plata y no podría pagar esos $5 millones. Además, la culpa de que seamos desplazados es del Gobierno, no de nosotros”.