Las causas de la quiebra del SITP

Mientras el Distrito busca salidas a la crisis financiera del Sistema, los operadores explican las razones que, según ellos, los tienen al borde de la bancarrota. La programación de las rutas, la falta de puntos de recarga y los pocos pasajeros, algunas de ellas. Se prevé que también los operadores de Transmilenio resultarán afectados

Alexánder Marín Correa
04 de octubre de 2016 - 03:18 a. m.
El Espectador
El Espectador

“Se juntaron muchas variables que llevaron a que todos los operadores tuviéramos pérdidas gigantescas. Las empresas pequeñas sienten la fuerza del golpe, particularmente las que cubren las rutas zonales, en los barrios”. Este es el panorama de los operadores del SITP, según un socio de una de las empresas. Insiste en que ninguna es viable a futuro. “Ni el operador más juicioso tiene un panorama claro. El modelo fracasó y necesita reingeniería. La administración tiene que reestructurar los contratos. Esta crisis empieza en los zonales (buses azules), pero en unos meses terminará en los troncales (empresas encargadas de Transmilenio)”, sentencia el empresario. (Lea: Operadores se quieren bajar del SITP)

Reconoce que si bien la administración ha intentado mantener la operación con el Fondo de Estabilización de Tarifas (FET), la demora en la implementación generó su deterioro. La situación la reconoció la gerente de Transmilenio, Alexandra Rojas, y la ratifican las empresas transportadoras. Entre las razones mencionan medidas que tomó la pasada administración, como cuatro años sin aumentar las tarifas, los subsidios y los descuentos en horas valle. “La actual administración encontró un fondo desbaratado, sin un peso y con saldo en rojo”, explica la fuente. (Lea: Los números rojos del SITP)

Pese a que el transporte público sigue moviendo casi seis millones de pasajeros al día, hay dos causas a las que los empresarios les atribuyen la falta de rentabilidad: hay mucha competencia con los buses viejos (hoy llamados SITP provisional) y la mala programación de rutas. “El transporte tradicional no paga impuestos, explota al conductor 14 horas, el manejo de esos buses es artesanal y programan las rutas a su antojo, cubriendo zonas con demanda y en tiempos razonables. Las empresas del SITP, por el contrario, tenemos que pagar toda la carga tributaria y dependemos de la programación de rutas de Transmilenio, que es ineficiente”. (Lea: El SITP está en riesgo: operadores)

Por eso le han exigido al Distrito que las deje programar las rutas. “Sabemos del negocio y hay unos altos costos por cubrir, pero con la actual demanda no se logra. Si los operadores usáramos ese modelo viejo, no perderíamos plata. Pero tampoco es la idea. Se supone que es un modelo organizado”. (Lea: SITP de Bogotá: ¿segundo capítulo del carrusel de la contratación?)

¿Y la solución? Para los empresarios del SITP, el sistema no quedó mal diseñado, pero requiere de una reestructuración. Primero, solucionar el hueco que dejaron Coobús y Egobús (Lea: a liquidación Coobús y Egobús), y no dejar naufragar las empresas que están al borde de la quiebra. “Esto no solo se salva con plata. También, siendo proactivos, ajustando la programación de buses, exigiendo que funcione el recaudo, teniendo mano dura con la evasión y que la distribución de la flota sea eficiente, es decir, que pongan buses donde hay pasajeros para que realmente sean útiles”. (Lea: Para sanear hueco fiscal del SITP tarifa debería subir $600)

Aunque el crédito con los bancos sería una alternativa, el empresario dice que allí tienen las puertas cerradas. Y en caso de que les hagan un préstamo, no tienen cómo pagar. “Los operadores debemos casi $3,5 billones. Incluso los operadores más fuertes, que son Consorcio Express y Este es Mi Bus, les deben $1,1 billones a los bancos”. (Lea: Se hunden operadores del SITP)

El Distrito, particularmente Transmilenio, la tiene difícil. Aunque ha anunciado planes de contingencia con buses para cubrir las rutas que eventualmente se queden sin operador, ningún empresario del transporte está dispuesto a llenar los vacíos que dejaron Coobús, Egobús y posiblemente Tranzit. “A los operadores no les interesa recibir un negocio igual de malo. Tampoco hay empresas que quieran comprar, o asumir bajo la figura de cesión, las zonas que operamos. A nadie le interesa un sistema reventado. La única opción es una reestructuración de los contratos”, concluyó el operador. (Lea: Los pecados del SITP)

 

Por Alexánder Marín Correa

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar