Centro-izquierda, unida es mayoría en Bogotá

Gustavo Petro ganó en 15 de las 20 localidades, gracias a los votos antiuribistas. Aunque el Centro Democrático ganó sólo en cinco, su fuerza política sigue creciendo en la capital. El nuevo enfrentamiento será por la Alcaldía.

Alexánder Marín Correa (jamarin@elespectador.com) / @alexmarin55
20 de junio de 2018 - 03:00 a. m.
Óscar Pérez
Óscar Pérez

Bogotá se consolida como una ciudad donde la centro-izquierda, cuando se une, es mayoría. Así quedó demostrado con los resultados de la segunda vuelta presidencial, en la que Gustavo Petro de nuevo le ganó al electo presidente Iván Duque. Sin embargo, a pesar de que el candidato de Colombia Humana le sacó una ventaja de casi 500.000 votos al electo presidente, pesó más el voto en las regiones, que le dio al candidato del uribismo la ventaja suficiente para quedarse con la Casa de Nariño. (LEA: Así votó Bogotá en la primera vuelta presidencial)

Al revisar los resultados de la segunda vuelta hay datos particulares. Por ejemplo, Petro aumentó el 71 % la votación, pasando de 1,1 millones a 1,9 millones al sumar el respaldo del 70 % de los electores que en primera vuelta votaron por Sergio Fajardo. Esto lo llevó a puntear en 15 de las 20 localidades. No sólo mantuvo el dominio en las nueve que ganó en primera vuelta, sino que se impuso en cinco de las ocho que había ganado Fajardo (Kennedy, Fontibón, Engativá, Antonio Nariño y Puente Aranda) y le arrebató Los Mártires al uribismo.

Por su parte, Iván Duque (Centro Democrático) también aumentó su votación casi 46 %, al pasar de 989.744 votos a 1’447.685. Así como lo hizo en primera vuelta, mantuvo su amplio dominio en localidades como Chapinero y Usaquén, y se impuso en otras zonas claves de la ciudad, como Barrios Unidos, Suba y Teusaquillo. Los resultados consolidan al uribismo como el partido de las mayorías en el norte y parte del noroccidente de Bogotá.

De igual firma, los comicios sirvieron también para demostrar el rechazo de muchos electores a los dos candidatos, al cuadruplicarse el voto en blanco, que pasó de 55.000 sufragios en primera vuelta a casi 200.000 en segunda (suficientes para cuatro curules en el Concejo de Bogotá); aumentar 37 % los votos nulos, que pasaron de 27.919 a 38.493, y aumentar la abstención, debido a que en esta jornada casi 100.000 bogotanos que habían cumplido su cita con la democracia en mayo prefirieron quedarse en casa esta vez.

Pero, más allá de las cifras, lo que se vivió en la segunda vuelta permite hacer otras lecturas. Por ejemplo, que pese a que Petro fue el ganador en las urnas y los resultados (tanto de primera como de segunda vuelta) ratifican que la capital sigue siendo su principal bastión político, a esa gran masa de 1,9 millones de votos se suman los de muchos capitalinos que lo apoyaron más por estar en contra del candidato de Uribe que por sentir que Petro los representara.

Para el concejal Manuel Sarmiento (Polo Democrático), si bien los resultados muestran que en Bogotá las grandes maquinarias no tienen buen margen de maniobra, tampoco quiere decir que sea petrista. “Aunque Petro se autoproclamó propietario de esos 1,9 millones de votos, es algo exagerado, pues en la capital pesó mucho el voto contra Álvaro Uribe. Además tuvo que ver el mal gobierno de Enrique Peñalosa, que ha sido respaldado por el Centro Democrático. La gente le cobró a Duque su respaldo incondicional a Peñalosa”.

Para el concejal Jorge Torres (Alianza Verde), tiene su explicación. “El uribismo de nuevo es derrotado en Bogotá, primero Uribe vs. Mockus en el Congreso y ahora con las presidenciales. Eso significa que los bogotanos no comen cuento a los miedos ni a los odios. La ciudad tiene un deseo de construir sobre lo construido. Esperamos que el nuevo presidente contribuya a superar las polarizaciones internas y no a agudizarlas. Bogotá ha dicho sí a la paz, sí a la educación, sí a la igualdad social. Espero que comprenda ese mensaje y avance en esa senda”.

A pesar de la derrota del uribismo en Bogotá, para los miembros de su partido todo es ganancias. Señalan que el resultado es significativo, pues se convierte en la más alta votación de un candidato uribista en los últimos 16 años, superando incluso los votos obtenidos por el mismo Álvaro Uribe cuando fue candidato presidencial. Esto, según ellos, muestra un crecimiento en la fuerza política del Centro Democrático desde que empezó a competir oficialmente en las contiendas electorales en Bogotá.

Al menos así lo señala el concejal Diego Molano (Centro Democrático), quien dice que los resultados son una oportunidad para el uribismo. “Más allá del triunfo de Petro, acá debemos analizar la tendencia del Centro Democrático (CD) en Bogotá, que viene consolidando un electorado fuerte alrededor de la centro-derecha. En el caso de Petro, realmente todos sus votos no son de izquierda y lo que encuentra es que Bogotá tiene un electorado independiente, que exige una renovación en la política”.

Y agrega: “Esa es una lección importante para el Centro Democrático, ya que, si queremos seguir creciendo en la capital, tenemos que desarrollar una propuesta innovadora a futuro, seguir con nuestro tema de seguridad, pero buscando avances en movilidad, desarrollo sostenible y educación. Creo que al final el resultado es positivo para el Centro Democrático, pero nos plantea varios retos para entender esa nueva agenda urbana que exige Bogotá”.

Superadas la contienda presidencial y la forma como cada partido analice los resultados en Bogotá, al final es claro que, entre la izquierda, el centro y la derecha, en la capital hoy no hay una fuerza política dominante de forma individual. Por eso, de cara a los comicios regionales del próximo año y para los cuales cada sector ya puso a sonar nombres de sus posibles candidatos, sólo las alianzas desequilibran la balanza.

 

Por Alexánder Marín Correa (jamarin@elespectador.com) / @alexmarin55

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar