“Cada vez que los violentos actúen, haremos oír nuestra voz con un mensaje de paz y unidad, el cual queremos que llegue desde Chapinero a Tumaco, Caquetá y todos los territorios afectados por la violencia”, dijo Mauricio Jaramillo, alcalde de Chapinero.
Comerciantes y trabajadores de la zona se unieron al plantón que lideró la alcaldía local. Gilberto Reyes fue uno de ellos. Él escuchó de la protesta por televisión y decidió unirse. “Me siento mal con el proceso de paz del presidente. Es hora de que tenga mano dura con el terrorismo. Firmo la cartelera, porque creo que los colombianos no deberíamos vivir con miedo”, señaló.
Por su parte, Hernando Arias, padre de la iglesia Porcíncula, cree que estos actos son importantes para sentar un precedente de paz. “A la ciudadanía hay que mostrarle que hay otros caminos para resolver los conflictos. Algunos creen que el camino rápido es la violencia y la idea es que tenemos que buscar caminos de paz”.
Mientras los bogotanos exppresaban su rechazo contra la violencia, Álvaro Torres, salía de cuidados intensivos del Hospital San José, donde permaneció cuatro días debido al trauma de cráneo que sufrió tras la explosión en Puente Aranda. Está fuera de peligro.