Hasta el cuello por las deudas y al borde de la quiebra dicen estar cientos de comerciantes formales de la ciudad tras la crisis que ha producido en sus negocios los confinamientos estrictos que se han implementado en la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Por ello, estos trabajadores y propietarios de comercio en los sectores de San Victorino, San Andresito y del Restrepo se declararon en desobediencia civil ante la cuarentena decretada por la Alcaldía Mayor de Bogotá para este viernes, sábado y domingo.
El rechazo a las restricciones se hizo sentir este jueves con marchas y protestas en algunos puntos de Bogotá, en la que los comerciantes manifestaron no aguantar un cierre más y que abrirán sus establecimientos sin importar lo que esto les pueda acarrear.
En horas de la mañana, un grupo de comerciantes marchó por las calles del barrio La Alquería, en el sector de venta de telas. También en el norte de Bogotá se presentaron otras manifestaciones.
Ante este llamado a desobediencia civil, el secretario de Bogotá manifestó que “ninguno de nosotros, ni ustedes ni nosotros, queríamos tener que tomar decisiones que sacrificaran empleos o que evitaran la prosperidad en los hogares. Sin embargo, lo primero que tenemos que defender es la vida y la salud”.
El funcionario expresó que el Distrito está presto a brindar apoyos de programas de microempresas local y beneficios de descuentos tributarios. No obstante, dejó en claro que “cualquier comerciante que no cumpla las medidas sanitarias, tal como han sido decretadas por la Alcaldía de Bogotá, se verá expuesto a multas y a la suspensión temporal de su actividad económica”.