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La crisis de las basuras en Bogotá continúa, tres meses después de que inició el nuevo esquema de aseo, que dividió la ciudad en cinco zonas que están a cargo de igual número de operadores. La más reciente alerta sobre los problemas del nuevo modelo llega desde la Personería distrital, que aseguró que los operadores aún no prestan un servicio óptimo, y aseguró que hay graves deficiencias en la recolección, especialmente en el borde oriental de la ciudad.
La denuncia de la Personería se concretó luego de revisar más de 190 peticiones de ciudadanos, quienes demostraron cómo en sus barrios se está incumpliendo con la prestación del servicio de aseo. La mayoría de las pruebas que obtuvo el organismo de control llegaron desde las localidades de Santa Fe y San Cristóbal, donde sus habitantes aseguran que se ha presentado recolección de basuras en volquetas, y que se llevan en un mismo camión los desechos orgánicos y reciclables -afectando así a los recicladores-. Los reportes ciudadanos también evidencian ausencia de rutas y frecuencias de recolección, y también de elementos de protección personal de los trabajadores que manejan los desechos. Por último, la Personería recibió denuncias sobre una ineficiente recolección de residuos mixtos.
Luego de investigar las observaciones recibidas, la Personería distrital encontró que Promoambiental, empresa que opera en todo el oriente de la ciudad de Sumapaz a Usaquén, no tiene los trabajadores ni los camiones recolectores suficientes para cubrir la franja que le asignaron. Según la entidad, Promoambiental tiene 960 trabajadores y 77 vehículos, mientras que Lime, operador de las localidades de Santa Fe, Candelaria, Usme, San Cristóbal y Antonio Nariño, cubre un área 50 % a la de Promoambiental y, sin embargo, tiene 1.700 trabajadores y 107 camiones. Según la Personería, esta situación fue generada porque durante la licitación no se exigió una propuesta técnica a quienes participaron del proceso de selección. Esto, dice el ente de control, se hizo a pesar de las advertencias desde distintos sectores.
La personera Carmen Teresa Castañeda señaló que “pese a que hace cuatro meses, cuando entró en vigencia el nuevo sistema de recolección de basuras, hicimos llamados de atención previamente, tuvimos que soportar una crisis ambiental y sanitaria, y vemos que no hay mejoras. Hay una serie de inconsistencias que persisten pese a que hemos hecho los reclamos e investigaciones disciplinarias del caso”.
El ente de control también encontró que la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) no verificó el plan operativo de los concesionarios, y aseguró que solo uno de los operadores está gestionando convenios con las asociaciones de recicladores. Los otros cuatro operadores, ni tienen convenio ni se han puesto en la tarea de asociarse con quienes realizan la tarea de separar los residuos aprovechables, por lo que buena parte están llegando a al basurero Doña Juana.
“Ninguno de los operadores tiene un acuerdo o un convenio de asocio con las empresas de recicladores y estamos viendo que, además de que es una población vulnerable, no ha sido atendida afectándose así su mínimo vital y sus condiciones de dignidad. Además, todos los residuos que pueden ser separables para reciclaje están siendo llevados a Doña Juana, contraviniendo todas las reglas de recuperación de materiales”, agregó la personera distrital.
Otros de los incumplimientos que halló la Personería fueron la falta de permisos ambientales y registros de vertimientos en las bases de operaciones de los nuevos operadores, en donde tampoco se encontraron registros de recolección de aceite primario, ni de residuos peligrosos, entre otros. Según la entidad, esos trámites tendrían que haber estado listos cuando inició el nuevo esquema de aseo, e incluso antes. Además, en las bases se encontró que los trabajadores ni siquiera cuentan con vestidores, y que la señalización de las áreas de trabajo es insuficiente.
Por último, respecto a los camiones recolectores, la Personería halló en las bases de operaciones de los cinco concesionarios residuos en los automotores parqueados, lo cual va en contravía del reglamento técnico operativo. Además, ese mismo reglamento indica que todos los vehículos recolectores deben tener certificados de emisiones de opacidad, algo que no tienen dos de los cinco operadores.
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