Debate por nuevos buses de Transmilenio aterriza en el Concejo de Bogotá

Concejales de distintas bancadas han manifestado su inconformidad con la licitación que abrió TM para renovar su flota de las Fases I y II, y le piden al Distrito revisar el porcentaje de vehículos con energías limpias que se incorporará. María Fernanda Rojas pidió urgentemente un debate sobre el tema.

Redacción Bogotá - Bogota@elespectador.com
10 de abril de 2018 - 03:23 a. m.
Óscar Pérez - El Espectador.
Óscar Pérez - El Espectador.

Cuando finalice 2019, en Bogotá estarán rodando los 1.383 buses nuevos con los que Transmilenio (TM) reemplazará 1.161 vehículos viejos que ya cumplieron su vida útil y tendrían que haber salido del sistema hace algunos años. El proceso para traer a la ciudad 927 buses biarticulados y 456 articulados avanza en medio de las voces que piden al Distrito aprovechar esta oportunidad para incorporar un buen porcentaje de vehículos que se impulsen con energías limpias, y no con diésel, de acuerdo con la tendencia mundial a evitar las emisiones contaminantes, y teniendo en cuenta que hace algunos días Bogotá registro una alerta amarilla por la calidad de su aire. TM es uno de los medios de transporte más contaminantes, pues los buses de las Fases I y II -los que se van a reemplazar- usan tecnología ambiental Euro II y Euro III, estándares europeos de emisiones de CO2 que se dejaron de usar en 1996 y 2000, respectivamente. 

Pese a este panorama, el escenario más optimista en la licitación indica que la ciudad tendrá, máximo, un 33 % de buses nuevos que funcionen con energías limpias. El porcentaje corresponde a los 456 articulados nuevos que habrá, y esto obedece a que no hay biarticulados que funcionen con electricidad, aunque sí con gas. (LEA: Máximo 33 % de la nueva flota de Transmilenio será de buses eléctricos)

Estos planteamientos no han caído bien entre muchos ciudadanos y políticos, quienes consideran que esta es una gran oportunidad para que Transmilenio incluya en su flota buses que no contaminen, teniendo en cuenta que operarán hasta 2030. Por eso, varios concejales de diferentes partidos han manifestado la urgencia de que en la corporación se debata la llegada de los nuevos articulados y biarticulados. María Fernanda Rojas (Alianza Verde) es la cabildante que más se ha pronunciado respecto al proceso licitatorio y, de hecho, propuso nueve ajustes a la licitación.

La concejala les solicitó a sus colegas un urgente debate sobre este tema, y pidió al presidente del cabildo, Daniel Palacio (Centro Democrático), que priorice una discusión al respecto. Para Rojas, “como concejales de Bogotá no deberíamos dejar pasar este momento en que se está estructurando esta licitación para los nuevos buses de TM, es por esto que hago una invitación a todos los concejales para hacer un debate y un pronunciamiento público, pues no podemos ser cómplices de una visión retrograda sobre el transporte público”.

Rojas ha sido reiterativa con que el proceso no incluye incentivos para tecnologías distintas al diésel, y se basa en el puntaje que hay para las tecnologías limpias: 50 puntos, de 1.000 que tiene la licitación. Además, Rojas asegura que es un desincentivo que los operadores deban montar la infraestructura de las estaciones de carga. La concejal también ha dicho que debe haber mínimo un 20 % de buses con emisiones de material particulado inferiores a las de motores diésel Euro VI, en tanto las exigencias de la licitación son mínimo Euro V. La cabildante también pide que se tengan en cuenta los biciusuarios y la posibilidad de que los operadores también pongan buses para el SITP. (LEA: “El diésel es algo del pasado”: secretario de Movilidad de São Paulo)

Otra de las peticiones de la concejala verde es que se revise el tema de infraestructura, pues con la llegada de 927 biarticulados obliga a Transmilenio a ampliar las estaciones para que los buses se puedan estacionar. Serán 44 estaciones las que necesitarán una ampliación, por lo que Rojas propone que baje el porcentaje de biarticulados y aumente el de articulados, mientras TM afirma que ya están los procesos contractuales para que se diseñen y adecúen las estaciones.

“Lo más probable es que un alto porcentaje de esas 34 obras anunciadas para el buen funcionamiento del sistema con un alto número de buses biarticulados no estén listas al momento de entrar a operar la nueva flota”, asegura Rojas. (LEA: Buses viejos de Transmilenio, una de las causas de la accidentalidad)

Para Flórez también es desalentador que en la licitación no se especifiquen las condiciones de creación de todo el hábitat que necesitarán los buses eléctricos para operar. Es decir, las estaciones de carga y todos los demás requerimientos que tengan este tipo de vehículos y que aún no existen en la ciudad. Recientemente el cabildante del ASI ha pedido a los candidatos presidenciales pronunciarse respecto a los nuevos buses y los términos de la licitación. (LEA: Diésel, aniquilador del medio ambiente)

El cabildante radicó la semana pasada en el Concejo un proyecto de acuerdo para que, a partir del 2030, todo el transporte público de Bogotá sea cero emisiones. “Cuando el alcalde señala que no es posible que la ciudad adquiera nuevas tecnologías yo quisiera llamar la atención sobre este tema y  debatirlas al interior de este Concejo porque mientras el mundo se mueve a tecnologías  limpias en Bogotá no estamos tomando esta decisión”, indicó el concejal del Centro Democrático, quien destacó las decisiones que tomaron ciudades como París y Roma, que prohibirán el diésel a partir del 2024; Milán, que lo prohibió a partir del 2030; Reino Unido, que prescindirá de este combustible en 2040; o Madrid y Ciudad de México, que crearon planes para reducir sus emisiones para 2025. (LEA: Nuevos articulados: un revolcón en Transmilenio)

“Ensayamos un bus eléctrico, pero tuvimos muchos problemas. Es una tecnología que no está lo suficientemente pulida y tiene costos más altos, y nosotros no podemos aumentar la tarifa de los ciudadanos. Las ciudades más avanzadas del mundo utilizan buses diésel, porque los buses eléctricos todavía no están totalmente inventados y menos para buses articulados y biarticulados como los que utiliza TM”, puntualizó Peñalosa durante sus conferencias.

Además, Transmilenio asegura que los prepliegos de la licitación tienen incentivos a la incorporación de nuevas tecnologías superiores a Euro V, tecnología que se implementó en 2008 y que es más amigable con la calidad del aire.

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Por Redacción Bogotá - Bogota@elespectador.com

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