La ciudad supera los 67.000 contagios y 1.713 fallecimientos por COVID-19. Además, Bogotá cuenta con una ocupación del 91,7% de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), por lo que desde el Concejo se le ha puesto la lupa a cada una de las acciones que se vienen adelantando en salud.
De acuerdo con el concejal Carlos Carrillo (Polo Democrático), las cifras de la Secretaría de Salud evidencian que al menos 535 personas murieron por COVID-19 sin pasar por una UCI, por lo que manifiesta que es evidente que estas personas fallecieron cuando incluso había disponibilidad de estas unidades, por lo que habría que ejercer un mayor control.
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“No más condescendencia con las IPS privadas y con las perversas EPS. Todos los esfuerzos del Distrito deben estar dirigidos al servicio de la vida de toda la gente, no de unos cuantos. Escuche a los gremios médicos”, dijo el cabildante Carrillo, al asegurar que esta cifra representaría al menos el 31% de las víctimas mortales.
A esto, agregó que para el 11 de junio, cuando las UCI estaban en el 53, 4 % de ocupación, habían 634 camas de cuidados intensivos disponibles en toda la ciudad (68 de IPS públicas y 566 de IPS privadas), mientras que para el 14 de julio, cuando ya se estaba en el 90 % de ocupación, habían 360 camas en UCI disponibles (57 de IPS públicas y 303 de IPS privadas).
Al respecto, la Secretaría de Salud le dijo a El Espectador que estas cifras no pueden evaluarse a la ligera, pues la atención de los pacientes con COVID-19 no es siempre la misma. Así como hay algunos que presentan síntomas y requieren de inmediata hospitalización, hay otros asintomáticos o con conductas definidas que presentan afectaciones repentinas, por lo que sus fallecimientos no tendrían relación con la ocupación de las UCI.
Sumado a esto, el Distrito ha pedido prestar atención a la sintomatología, pues si persiste una fiebre mayor a los 38 grados por más de tres días y tiene dificultad para respirar, se debe acudir inmediatamente al servicio de urgencias o a la línea 123. Asimismo, se requiere seguimiento médico para las personas contagiadas, mayores de 60 años que presenten condiciones clínicas previas como hipertensión arterial, obesidad, diabetes, cáncer o VIH.
A la fecha, la ciudad tiene casi 1.400 camas destinadas exclusivamente para atender pacientes por COVID, de las cuales, hasta el 21 de julio estaban 1.278 ocupadas. Por esta razón, el llamado es claro y la necesidad de afinar los protocoles, aún más, en especial ahora que, como lo dijo la alcaldesa Claudia López, empieza seis semanas críticas por el pico de la pandemia.