El alcalde Gustavo Petro quiere lograr hoy una gran movilización por el planeta, que arrancará en el Centro de Memoria y terminará en la Plaza de Bolívar. Se ha empeñado en que la tercera jornada de Día sin Carro en el año sirva de reflexión sobre el uso desmedido de los recursos naturales y está convencido de que “el mundo mira a Bogotá” en su lucha por la justicia ambiental. No obstante, además de su intención de consolidar este mensaje, hay un trasfondo político alrededor de la marcha programada por el Distrito. Petro medirá su poder de convocatoria a tres meses de terminar su mandato, a uno de las elecciones locales y justo el día en que se concretará el acuerdo entre un sector del progresismo, su movimiento político, con el Polo Democrático.
La convocatoria a la movilización de hoy arrancó con tinte político a comienzos de agosto pasado, cuando la Procuraduría anunció una nueva investigación contra el alcalde Petro por haber decretado una modificación al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la capital, sin tener el visto bueno del Concejo. Así que la respuesta del mandatario fue pedir a los ciudadanos que marcharan por la vida y el planeta, pues considera que su versión del POT es la herramienta más eficaz para orientar el desarrollo de Bogotá hacia la lucha contra el cambio climático. Aclaró que sería una fecha no para defenderlo a él, pero sí, “obviamente, criticando al procurador, porque una decisión contra un principio ético fundamental, como defender la vida en la ciudad, no debió tomarla”, señaló en los comunicados de su oficina de prensa.
Pasó solamente una semana tras el anuncio de la nueva marcha, cuando el 18 de agosto el Distrito confirmó que el 22 de septiembre realizaría la tercera jornada de Día sin Carro. Una decisión en la que no se desconoce la intención de promover la idea de una ciudad con mejor calidad de vida, controlando el uso del automóvil, pero que llamó la atención por coincidir con la fecha fijada para la movilización en la que se criticaría al procurador Alejandro Ordóñez.
De manera que el alcalde terminó uniendo dos propósitos y espera que al final del día unos dos millones de ciclistas se hayan unido a la movilización por la justicia climática y otros 15 mil ciudadanos hayan acudido a la manifestación caminando. Será una prueba del poder de convocatoria del alcalde, y se verá si mantiene el respaldo que miles de ciudadanos le dieron en las manifestaciones que convocó en enero de 2014, cuando el procurador lo destituyó e inhabilitó por las presuntas irregularidades al cambiar el esquema de aseo de la ciudad. Una medida nada insignificante, en momentos en que parte del proyecto político de Petro se acerca al Polo Democrático para consolidar una alianza ante las elecciones a la Alcaldía, como lo contó este diario en su edición del domingo.
Precisamente hoy, en medio de la movilización contra el cambio climático, se hará oficial el acuerdo entre la candidata de Progresistas, María Mercedes Maldonado, y Clara López, del Polo Democrático. Este nuevo ingrediente, que se suma a la movilización, se cocinó en los últimos días luego de reuniones entre ambas aspirantes, pues la candidata del movimiento del alcalde nunca cogió fuerza para dar la pelea en la carrera por la Alcaldía. El anuncio de la adhesión se realizará en la plazoleta de La Pola, en el sector de Las Aguas, a las 9:00 de la mañana, y es el evento que comenzará más temprano entre las diferentes actividades programadas.
Otras, como una charla sobre el cuidado del agua y un conversatorio sobre la paz y el cambio climático, se realizarán a las 10:00 a.m. en el Parque Nacional y a las 11:00 a.m. en la estación Centro de Memoria, respectivamente.
Así que mientras en otras ciudades del mundo también se celebrarán jornadas de Día sin Carro como una forma de promover hábitos sostenibles para el medio ambiente, en Bogotá habrá una mezcla de discursos por el agua, el desarrollo urbano, críticas al procurador y, seguramente, gritos de apoyo al naciente acuerdo entre el Progresismo y el Polo Democrático. Una fecha con bastantes aires políticos, aunque los secretarios del alcalde han insistido en que se trata de actos simbólicos, únicamente, en favor del clima.