Distrito recomienda no sacar la basura hoy en 12 localidades de Bogotá

El Acueducto argumentó que las manifestaciones de los empleados de Aguas de Bogotá impiden la normal recolección de los desechos, dada la imposibilidad de movilizar parte de los vehículos compactadores.

-Redacción Bogotá -bogota@elespectador.com
01 de febrero de 2018 - 10:41 p. m.
Distrito recomienda no sacar la basura hoy en 12 localidades de Bogotá

Por cuenta de las protestas que desde la noche de este miércoles adelantan cerca de 200 empleados de la empresa Aguas de Bogotá –quienes reclaman por la inminente terminación de sus actividades de recolección de basuras, debido a que se quedaron por fuera del nuevo esquema de aseo que implantó la actual administración– el Distrito recomendó a los ciudadanos no sacar la basura en 12 de las 20 localidades de la capital.

Las zonas afectadas son Engativá, Fontibón, Teusaquillo, Chapinero, Barrios Unidos, Mártires, Candelaria, Santa Fe, Antonio Nariño, Rafael Uribe, San Cristóbal y Usme. (Lea: Con revuelta termina ciclo de Aguas de Bogotá como operador de aseo)

De acuerdo con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, lo anterior obedece a que las manifestaciones de los recolectores, quienes se tomaron las instalaciones del patio taller de la empresa (ubicado en la carrera 68 con calle 13), impiden la normal recolección de los desechos dada la imposibilidad de movilización de la mayoría de los vehículos compactadores.

Ante la eventualidad, el Acueducto activó desde tempranas horas de este jueves un plan de contingencia a través de operadores propios y con algunos vehículos que pudieron ser movilizados. “La capacidad de operación no se encuentra funcionando en su totalidad, razón por la cual solicitamos el apoyo de la ciudadanía para que durante el día de hoy, evite sacar las basuras como normalmente se hace, mientras normalizamos el servicio”, explicó la Empresa a través de un comunicado de prensa.

En la noche de este miércoles, la situación fue atendida tanto por la Policía como por el Distrito. A pesar de que al sitio llegó el gerente de la Empresa, Juan Manuel García, no fue bien recibido por los manifestantes. Pasada las 10:00 de la noche llegó el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía, lo que desencadenó disturbios en la zona y que obligaron al cerrar la avenida 68 por más de una hora. Los empleados lanzaron piedras y palos. Los uniformados lanzaron gases y usaron el cañón de agua de su tanqueta.

En medio de la revuelta, alcanzaron a lesionar en un brazo al gerente de la compañía. Al final, casi a la medianoche, los policías dispersaron la protesta y retomó el control del patio taller. Según el balance de la administración distrital, los manifestantes causaron daños en 67 camiones recolectores de basuras.

A la protesta no se sumaron cuatro sindicatos (Sintranal, Sintracolombia, Sintraserpucol y Sintraemp) que congregan cerca de 1.000 empleados.

La posición de los trabajadores

Según los trabajadores, la situación obedece a una masacre laboral que vivirá la compañía ya que, al dejar de prestar el servicio de recolección de basuras en Bogotá, alrededor de 3.000 empleados quedarán sin trabajo. Algunos se reubicarán en alguna de las nuevas compañías, pero la mayoría quedarán cesantes.

Los empleados no solo se manifestaban por los efectos de que la empresa no pudo participar en la licitación de aseo, lo que los dejó automáticamente por fuera del mercado desde este miércoles, sino por el nuevo esquema de aseo que creó la administración, en el que adjudicó cinco áreas de servicio exclusivas de recolección a cinco empresas privados, que comenzarán a trabajar desde el próximo 12 de febrero.

La toma de las instalaciones de Aguas de Bogotá comenzó a las 4:00 de la tarde. De acuerdo con videos difundidos por ellos mismos en redes sociales, se habían declarado en asamblea permanente para exigir que respetaran su estabilidad laboral y exigían que algún funcionario de “la administración de Enrique Peñalosa les diera la cara”. Los operarios bloquearon el acceso a las instalaciones para impedir la salida de camiones de basura, que deberían estar al servicio sus últimas dos semanas.

“Denunciamos que el alcalde comete una masacre laboral con 3.700 familias que pertenecemos a Aguas de Bogotá y que recogíamos la basura en el 52% de la ciudad. Nos declararnos en asamblea permanente para defender nuestros derechos laborales. Aquí se está violando nuestra convención colectiva y el acuerdo de formalización laboral que nos protegía. Peñalosa está acabando con el sueño de 3.700 familias”, dijo uno de los voceros de los trabajadores.

¿Qué dice el Distrito?

Ante las protestas de los trabajadores de Aguas de Bogotá, la administración aseguró que el paro es “presuntamente ilegal” y advirtieron que las manifestaciones tenían como propósito “sabotear la prestación del servicio de aseo”. 

Según el Distrito, durante el paro se ocasionaron daños mecánicos en 67 vehículos que hacen parte de la operación. “Estos hechos están siendo investigados para interponer las denuncias pertinentes, pues no se permitirá que se afecte un patrimonio que es de todos los bogotanos”, explicó la administración, señalando que la recolección de basuras es un servicio público esencial.

La Alcaldía manifestó que los espacios de diálogo con los empleados están abiertos, “pero no en escenarios de presión ni acciones de hecho que puedan poner en peligro a los operarios que sí quieren prestar el servicio o a los vehículos que son patrimonio de los bogotanos”.

Las protestas, añade el Distrito, contaron con el acompañamiento de Procuraduría, Personería, Defensoría del Pueblo y el Ministerio del Trabajo. “Se han garantizado los derechos sindicales y de los trabajadores”, precisó la administración. 

Por último, la administración recordó que ha insistido en que los empleados de Aguas de Bogotá permitan que sus hojas de vida sean presentadas a las nuevas empresas operadoras del aseo. “Aguas de Bogotá envió a los nuevos operadores las hojas de vida de los trabajadores que dieron su autorización. Se han entregado 711, sin embargo muchos operarios enviaron su currículo por los otros medios que se establecieron y cerca de 900 personas están en proceso de contratación”, precisó la Alcaldía. 

Contexto

La empresa Aguas de Bogotá empezó a prestar el servicio de recolección de basuras a finales de 2012, cuando el exalcalde Gustavo Petro implementó su esquema de aseo en el que pretendió que la operación quedara en manos del Distrito. Fue así como el Acueducto asumió la operación de casi el 80%, a través de Aguas (52%) y otras empresas subcontratadas. No obstante, el cambio fue demandado; varios funcionarios de la pasada Alcaldía sancionados y multados, y el esquema de Petro, finalmente fue declarado ilegal, con lo que ordenaron a la administración de volver al esquema de libre competencia en el mercado.

Con el cambio de administración, el alcalde Enrique Peñalosa, con el fin de cumplir esa orden, logró la autorización de la Comisión Reguladora de Aseo para abrir una licitación por casi $5 billones, en la que se dividió la ciudad en cinco Áreas de Servicio Exclusivo para asignarlas a diferentes operadores. 

En esas condiciones, Aguas de Bogotá entraba a competir como una empresa más para quedarse con alguna de las áreas. Sin embargo, a finales del año pasado se conoció una noticia que acabó de manera fulminante con la idea de que la empresa distrital, filial del Acueducto de Bogotá, pudiera seguir en el mercado: las aseguradoras no quisieron expedir las pólizas necesarias para participar en la licitación y quedaron por fuera. 

La explicación que dio en su momento el gerente de Aguas de Bogotá fue que las compañías de seguro le estaban cobrando a la empresa la mala historia de cómo llegó a prestar el servicio de aseo. “A pesar de que la empresa hoy tiene utilidades por $9.800 millones, las malas noticias del mercado como la forma cómo se convirtió en operador del servicio de aseo, el escándalo de los compactadores y las multas, por ejemplo, impactaron la reputación de la empresa y eso fue un caldo de cultivo para tener la resistencia de las aseguradoras que no negaron las pólizas de seriedad de la oferta y de cumplimiento”. 

Actualmente Aguas de Bogotá cuenta con 3.700 empleados, de los cuales 3.200 trabajaban en la operación de aseo. Y a pesar de que la Alcaldía ha anunciado acuerdos con los nuevos operadores para enganchar a la fuerza laboral que quedará cesante, no todos saldrán de este episodio con trabajo.

 

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