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El eterno caos de la calle 13

Tres horas de trancón y vías deterioradas son algunas de las malas condiciones que deben enfrentar los habitantes de los municipios de Cundinamarca que entran a diario a Bogotá por esa ruta.

Laura Dulce Romero
05 de septiembre de 2014 - 03:10 a. m.
Desde que se firmó el decreto 520, en noviembre de 2013, el tiempo de desplazamiento por la Calle 13 ha aumentado 40%. / Gustavo Torrijos - El Espectador
Desde que se firmó el decreto 520, en noviembre de 2013, el tiempo de desplazamiento por la Calle 13 ha aumentado 40%. / Gustavo Torrijos - El Espectador
Foto: GUSTAVO TORRIJOS

La movilidad por la calle 13, en la localidad de Fontibón, se ha convertido en una pesadilla para llegar a la capital. Los afectados dicen que se demoran hasta tres horas y todo por cuenta del decreto 520, que firmó el alcalde Gustavo Petro en noviembre del año pasado, con el que dejó este corredor como la única vía sin restricción para los vehículos de carga pesada que llegan a Bogotá. La medida ha generado gran malestar entre los habitantes de los municipios de Mosquera, Funza, Madrid y Facatativá, quienes se han quejado ante el Distrito por los perjuicios que les ha causado.

En los 10 meses de vigencia que completa el decreto, los afectados han tratado de obtener una cita con el mandatario distrital para encontrar una solución al problema de movilidad. Sin embargo, aseguran que la respuesta de la Alcaldía ha sido la misma: silencio. Por esta razón, como último recurso, la Personería del municipio de Mosquera interpuso una acción popular y otra de nulidad para pedir la suspensión del decreto, con el fin de buscar la protección de derechos vulnerados a la población, como el goce del espacio público, la libre circulación por el territorio nacional y a un medio ambiente sano.

“Después de tantos intentos por dialogar con el Distrito y no haberlo conseguido, decidimos iniciar dos acciones judiciales en contra del decreto. Consideramos que la medida fue arbitraria y nunca se tuvo en cuenta a los municipios aledaños. Nosotros no vivimos en Bogotá, pero de los 700.000 habitantes de los municipios de Sabana Occidente, al menos la mitad trabajan en la capital”, asegura Guillermo Granados, personero de Mosquera.

Según cifras de la Personería de ese municipio, se ha registrado un incremento del 77% en la circulación de vehículos pesados por la calle 13, al pasar de 1.446 a 2.556 entre febrero y junio de este año. En 2011 sólo transitaban 550 vehículos pesados por esta ruta.

Al aumentar el número de este tipo de automotores también se incrementa el tiempo de desplazamiento. En comparación con el año 2013, cuando el recorrido duraba entre una y dos horas, el tiempo aumentó casi un 40%. “Ahora nos demoramos 58 y 62 minutos más en llegar a nuestros trabajos, porque esos camiones van a 20 o 30 km/h y como la vía no permite adelantarlos, pues toca esperar”, cuenta Luisa Naranjo, habitante de Mosquera, quien lidera el movimientos ‘No más trancón por la calle 13”.

Según las denuncias de los ciudadanos, al día pueden gastar hasta seis horas en los desplazamientos de su casa al trabajo. “Perdemos mucho tiempo con nuestras familias. Además, los trancones nos han traído líos en el trabajo por llegar tarde. Incluso, muchos han perdido oportunidades laborales y citas médicas”, agrega Naranjo.

Cuando hay choques en la vía, la situación es peor. De acuerdo con datos de la Secretaría de Movilidad, en esta vía se presentan tres accidentes diarios. En 2013 hubo 835 accidentes, en los que se vieron involucrados los peatones.

Otra denuncia de la Personería de Mosquera es el deterioro del corredor vial. Cada vez aumenta la cantidad de huecos y grietas en la calle, lo cual dificulta la movilidad. De acuerdo con la acción de nulidad, además faltan señalización lateral y demarcaciones de piso, sobre todo en los puntos críticos, donde se presenta mayor congestión: la carrera 128 (Setra), carrera 119 (Sito) y carrera 86 (Av. Ciudad de Cali).

Asimismo, la preocupación por la contaminación es patente. “El tránsito de vehículos de carga pesada produce emisiones contaminantes que, a todas luces, disminuyen la calidad de vida de las personas que transitan por la calle 13”, dice la acción popular.

La pelea por ser escuchados ya lleva más de un año, cuando Nicolás García Bustos, el alcalde de Mosquera, le solicitó al Distrito frenar la medida y “plantear soluciones que corrijan deficiencias presentadas actualmente en la vía de acceso de la calle 13”. Desde entonces, al menos 20 cartas de las alcaldías, entes de control municipales y ciudadanos han llegado hasta el despacho del alcalde de Bogotá y ninguna ha sido respondida. Estas pruebas se anexaron en la acción de nulidad y en la popular.

La postura de la Personería y los ciudadanos es simple: que se replantee la medida. Si bien saben que el problema de la movilidad por este corredor no acabará simplemente al restringir el tránsito de vehículos de carga pesada, sí creen que mejoraría su calidad de vida. Lo único que piden es sentarse con los funcionarios de la Secretaría de Movilidad y proponer una solución en conjunto, en la que participen los municipios de Cundinamarca.

“Hemos pensado en varias soluciones. Una de ellas es que los vehículos de carga pesada sólo transiten en las noches. También hemos evaluado la posibilidad de un pico y placa para ellos o que se quite la restricción en otras entradas, como la calle 80, por ejemplo”, aseveró el Luisa Naranjo. En caso de que no sean tenidos en cuenta, algunos ciudadanos que ya están organizados en las redes sociales aseguran que han pensado en bloquear la vía para ser escuchados por la administración. “Si nos toca plantarnos en la 13 y bloquearla para tener una mejor calidad de vida, lo haremos”, agregan.

Según Martha Coronado, subsecretaria de Política Sectorial de la secretaría de Movilidad, contrario a lo que opina la gente, en el Distrito se han analizado varias opciones de restricción desde el año pasado, para no perjudicar la movilidad en la calle 13. En principio se pensó que los vehículos transitaran por la noche, pero los gremios rechazaron esta propuesta, ya que sus pérdidas podrían ser millonarias.

La funcionaria aseguró que, por otro lado, desde el año pasado se han instalado mesas de trabajo con la Gobernación y los municipios de occidente, en los que se le ha hecho un seguimiento a la implementación del decreto de carga. “Hace 15 días nos reunimos con el secretario de Mosquera y con la Gobernación de Cundinamarca. Ellos han sido muy partícipes, porque necesitamos soluciones conjuntas. No creemos que estemos desarticulados, se está haciendo todo lo contrario”, dijo Coronado.

Y agregó: “Han sido múltiples los esfuerzos para mejorar la vía a través de un programa llamado ‘Movilidad avanza por calle 13’. Instalamos grupos de la Policía y de la Secretaría de Movilidad para que colaboren con el tránsito en los puntos críticos y se haga pedagogía para que la gente pase por las cebras, no se estacione en sitios prohibidos y respete los carriles”, indicó la funcionaria.

Para Coronado, parte de la congestión se debe a la imprudencia de las personas en la vía. Aunque no desmiente que sí ha aumentado el flujo de carros y cree que, en ese sentido, los habitantes de los municipios aledaños deberían usar más el transporte público. La Secretaría de Movilidad dice además que la calle 13 nunca ha tenido restricción de carga y que dicho aumento se da después de las 9:00 a.m., es decir, que no afecta la hora pico. “Es posible que en el día se haya incrementado, pero no tanto como otros corredores”.

En cuanto a la malla vial, reconoció que aún falta mejorarla. El estado del pavimento es tan crítico que ni siquiera el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) ha podido empezar la demarcación de los carriles, pues los contratistas de señalización no dan la garantía de que permanezca por más de una semana. Por último aclara que este siempre ha sido el corredor vial más usado por los vehículos de carga. “Tenemos estudiado que desde hace años es el acceso más transitado. El 30% de la carga entra por esta zona, porque además ahí están las fábricas”, advirtió Coronado.

Lo preocupante es que no hay soluciones de fondo. Apenas en noviembre el IDU empezaría con algunas obras que podrían mejorar la vía, mientras la Secretaría de Movilidad seguirá con la campaña “Movilidad avanza por la calle 13”. Hasta el momento, según Martha Coronado, el IDU recibió una propuesta de iniciativa privada para la calle 13, que está en evaluación. La subsecretaria dice que el Distrito no descarta la posibilidad de anular el decreto, pero enfatiza que eso no solucionará nada, pues esta troncal seguirá igual, ya que nunca ha tenido restricción de circulación y los vehículos de carga la prefieren por ser la zona donde se concentran las fábricas de la ciudad. Mientras se busca una solución de fondo o la justicia ordena una solución, parece que los ciudadanos tendrán que seguir aguantando el eterno caos que se vive a diario por la calle 13.

 

 

lauradulce2@elespectador.com

@lauradulcero

Por Laura Dulce Romero

 

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