Cada año, cuando llega el mes de octubre, millones de bávaros se reúnen en el campo Theresienwiese, en Munich, para celebrar durante dos semanas seguidas el festival que los ha vuelto famosos en el mundo: el Oktoberfest. Una temporada en la que las obligaciones quedan de lado y la ciudad entera se paraliza, para que estos corpulentos alemanes se dediquen a beber el licor rubio que desde hace más de seis mil años se fabrica en el país.
Este año, la fiesta del folclor bávaro también se celebrará en Bogotá como una de las actividades de clausura de la semana alemana organizada por la Cámara de Comercio Colombo-Alemana. Este sábado, el Gimnasio Moderno se convertirá en el lugar en donde las cervezas de diferentes colores, fabricadas directamente en la tierra de los bávaros, serán el eje central de una fiesta que busca compartir con los bogotanos las costumbres que desde el año 1810 caracterizan a los alemanes.
Asimismo, en octubre, Bavaria , una de las primeras cerveceras colombianas, celebrará el mes de la cerveza con diferentes actividades en todo el país. “Será un mes dedicado a la que se ha convertido la bebida favorita de los colombianos. Esta es una oportunidad para hablar de la historia de esta bebida y de la complejidad que tiene su fabricación. Todo esto con el fin de crear la cultura de la cerveza en Colombia”, explicó Andrés Felipe Rodríguez, director de relaciones corporativas de Bavaria.
La boda más festejada
En 1810 el príncipe Luis I de Baviera, quien años después participaría en las Guerras Napoleónicas y llegaría al trono, le anunció al pueblo Bávaro su matrimonio con Teresa de Sajonia-Altenburgo. Durante días enteros los criados del palacio trabajaron en los preparativos de la boda y a la que todos los habitantes del pueblo habían sido invitados.
Cientos de kilos de cebada fueron llevados hasta el palacio y en los días previos al gran acontecimiento se prepararon litros y litros de la mejor cerveza que los habitantes de Munich hubieran probado hasta entonces.
El 12 de octubre de 1810 se realizó la esperada boda. Las damas acudieron con sus Dirndl –tradicionales vestidos Bávaros que utilizaban las campesinas– y los hombres vestidos de Lederhosen –pantalones tres cuartos, chaleco, medias largas, saco de paño y sombrero– acompañaron al príncipe en su festejo.
Durante seis días, con sus seis noches, las criadas del palacio sirvieron litros interminables de cerveza rubia, pollos asados, carne de cerdo, salchichas blancas y brezels –unos panecillos salados en forma de corazón que equilibraban el sabor de la cerveza–.
Desde ese entonces, los habitantes de Munich conmemoran cada año la boda del príncipe Luis I de Baviera con una celebración que intenta igualar la de aquel octubre de 1810. Durante dos semanas, que por lo general son las últimas de septiembre, las acuerpadas mujeres bávaras sirven cerveza desde las siete de la mañana hasta las once de la noche. Con el tiempo, las meseras de Munich han aprendido a cargar al mismo tiempo 10 jarras, cada una de un litro, de la tradicional bebida espumosa que como en la boda del príncipe es elaborada especialmente para la ocasión. “La cerveza que se vende en el festival tiene un sabor distinto y tiene más grados de alcohol que la tradicional”, explicó Andreas Kalandides.
Este año el Oktoberfest comenzó en Alemania el 20 de septiembre y terminará este domingo con la celebración de la fiesta nacional. “El Oktoberfest es como lo que ustedes llaman en Colombia una “rumba”, pero mucho más grande y con muchísima gente. Todo el mundo baila sobre las mesas, canta, grita. Hay comida, juegos mecánicos, cerveza por todas partes y mujeres atractivas vestidas con los trajes tradicionales de los bávaros”, anota Peter Waldmall, empresario alemán, mientras recuerda el sabroso sabor de la cerveza que se vende en aquel festival.
Según la Cámara de Comercio Colombo-Alemana, el año pasado seis mil millones de personas disfrutaron del Oktoberfest en Munich y en total se consumieron cerca de 6,7 millones de litros de esta bebida.
En Bogotá el Oktoberfest se celebrará el mismo día de la fiesta nacional alemana y será una pequeña demostración del festival que se lleva acabo actualmente en Munich. Según Katarina Steinwachs, presidenta de la Cámara de Industria y Comercio Colombo-Alemana, la fiesta de la cerveza bávara es una tradición que ha comenzado a internacionalizarse con el tiempo. “En este momento la segunda fiesta del Oktoberfest más grande del mundo se celebra en Brasil”, dijo Steinwachs.
Este fin de semana será la primera vez que los bogotanos podrán disfrutar de la mejor comida alemana, y aunque no se elaborará la cerveza especial del Oktoberfest, sera un espacio dedicado a la cultura bávara.