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El poder de María Clara Name en el Concejo

La presidenta del Cabildo, a sus 26 años, fue acusada de ser "rehén" de los pesos pesados del Concejo y propiciar el hundimiento del cupo de endeudamiento.

Redacción Bogotá
22 de julio de 2013 - 10:00 p. m.
María Clara Name, presidenta del Concejo.  / Archivo
María Clara Name, presidenta del Concejo. / Archivo
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Desde el 1º de febrero, la presidencia de María Clara Name en el Concejo ha sido objeto de discusión. Ese día, con 44 votos a favor (la totalidad), esta mujer de 26 años se convirtió en la persona más joven en ocupar el más alto cargo en el cabildo distrital. En el primer momento la polémica giró en torno a su juventud; luego, a la ascendencia que sobre la corporación podían ejercer sus padres (el senador Iván Name y la exconcejal María Clara Ramírez), y ahora, sobre la supuesta inexperiencia que marca sus decisiones en temas trascendentales para la ciudad como la discusión sobre el cupo de endeudamiento y la asignación de una curul vacía a raíz de la detención de un concejal.

La semana pasada, el cupo, con el cual la administración distrital piensa financiar las grandes obras de movilidad, educación e infraestructura, se cayó. La razón: el concejal Javier Palacio presentó una recusación contra los cabildantes que en primer debate aprobaron el proyecto. La presidenta de la corporación remitió la petición del concejal de la U a los organismos de control y no la sometió a votación en plenaria. Como el trámite de la recusación tarda cerca de diez días calendario en la Procuraduría, el cupo no podrá ser votado en sesiones extraordinarias (que culminan el próximo 31 de julio), sino que deberá empezar su trámite desde la Comisión de Hacienda en agosto. Un problema para la administración.

Para Name todo tiene una justificación. “Yo no hice que la plenaria votara la recusación, porque el mismo Concejo había declarado que no era superior jerárquico para juzgar a los mismos concejales cuando resolvimos el tema de mi impedimento”, dice la presidenta. Ese impedimento, al que hace alusión Name, fue presentado por ella ante la necesidad de decidir quién ocuparía la curul del concejal José Juan Rodríguez (preso preventivamente por el proceso del ‘carrusel de la contratación’). “Como él era parte de mi bancada, yo me declaré impedida. Y fue la plenaria la que no supo qué hacer. Tuvimos que dejar que la Procuraduría decidiera sobre mi potestad para asignar la curul”.

Lo que no cuenta la concejal es que, antes de que ella expusiera su impedimento, en su oficina ya habían recibido los conceptos del Consejo Nacional Electoral, el Consejo de Estado y la Secretaría Jurídica de la Alcaldía para que se le asignara la curul a la persona que, en la lista del Partido Verde para las elecciones de 2011, seguía a José Juan Rodríguez. Además, la bancada de gobierno insiste en que “Name está en todo su derecho de presentar el impedimento para decidir qué hacer con la curul. Pero lo que no puede hacer es extrapolar esa decisión a la discusión de una recusación contra nueve concejales. Son materias distintas”, dice Carlos Vicente de Roux, de la bancada progresista.

“En el recinto varios colegas coinciden en que la señorita Name es rehén de los concejales Darío Fernando Cepeda y Javier Palacio. Ambos, que juegan brusco para favorecerse políticamente, son los principales líderes de la oposición y van a buscar a toda costa dilatar la discusión del cupo de endeudamiento hasta que logren consolidar mayorías para hundirlo”, sostiene De Roux. Y es que, hasta ahora, los cálculos eran favorables a la administración, pero con el aplazamiento la discusión empieza a tornarse indescifrable para las huestes favorables al alcalde Gustavo Petro.

Por su parte, Darío Fernando Cepeda ha sostenido que “la juventud de Name no es un problema, ni creo que en sus decisiones se note inexperiencia. Le puedo decir que ella se ha asesorado de un buen equipo jurídico y ha tomado decisiones que se apegan al derecho”. También, el concejal desmintió que tenga una alianza con ella y Palacio y, en consecuencia, que detrás de esa supuesta unión estén los intereses reeleccionistas de Iván Name, senador por el Partido Verde, como lo han insinuado figuras de Progresistas.

 

Por Redacción Bogotá

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