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El viacrucis del SIM

El escritor Guillermo González Uribe se vio obligado a adentrarse en un absurdo laberinto burocrático para cancelar la matrícula de su vehículo.

Guillermo González
22 de marzo de 2013 - 09:44 p. m.
“Expertos en trámites de tránsito y transporte en Bogotá”, es el lema del SIM. / Andrés Torres -El Espectador
“Expertos en trámites de tránsito y transporte en Bogotá”, es el lema del SIM. / Andrés Torres -El Espectador

—Tiene que venir cada 48 horas a actualizar la huella electrónica.

—Perdón, señorita. Creo que no entendí bien: ¿mientras estén revisando los papeles de mi trámite tengo que venir cada 48 horas a un SIM a poner mi huella de nuevo, así se demoren más de 20 días, como ocurrió con el tramite pasado antes de rechazarlo?

—Sí, señor, entendió bien.

—Pero esto es absurdo.

—Sí, señor, estoy de acuerdo, es absurdo, pero es la orden que tenemos.

Siquiera que ahora hago yoga. Así que respiro hondo, tomo aire y salgo del que se ha convertido en mi segundo hogar en los últimos meses, la sede del SIM (Servicios Integrales para la Movilidad), que, según entiendo, es la entidad contratada por la Alcaldía de Bogotá para agilizar los trámites... Cada vez que voy a la sede del SIM me parece más ilógico lo que me dicen allí.

Todo comenzó el pasado 18 de diciembre cuando nos robaron el carro: eran cinco hombres armados... pero ahora estoy contando otra historia y no me voy a detener en la del robo. Una vez que el seguro nos entregó los papeles que hay que llevar al SIM, y nosotros sacamos los nuestros —denuncia de robo, estado del proceso de la investigación, etcétera, etcétera...—, cosa que demora días, más bien, semanas, me dirigí por primera vez a una sede del SIM para hacer el traslado y la cancelación de matrícula, porque, aunque nos recomendaron un tramitador, hicimos caso a la propaganda del SIM que dice: “Ya no necesita intermediario para hacer cualquier trámite de tránsito y transporte en Bogotá”. Cuando por fin, luego de una larga espera, llego frente a la señorita que recibe los papeles, me dice que para hacer cualquier trámite relacionado con un carro que nos robaron el año pasado es necesario pagar los impuestos del año 2013.

—Pero es absurdo que tenga que pagar impuestos sobre un carro que nos robaron el año pasado.

—Sí, señor —me responde—. Es absurdo, pero es la orden que hay. Si quiere de todos modos se los radico, pero se los pueden devolver.

Le digo que sí, que pase los papeles. Efectivamente, a los seis días nos informan que el trámite es rechazado porque no se han pagado los impuestos de 2013 de un carro que no veremos ni tendremos ni usaremos en 2013.

Contra toda lógica, pago los impuestos. Otra vez hago la fila. Meto los papeles. Dice el papelito que en seis días hábiles nos darán respuesta. Pasan los días. Reviso a diario en internet. Nada. Llamo por teléfono. Nada. Cerca de 20 días después me dicen que de nuevo han sido rechazados, esta vez porque no se actualizó la huella.

—¿Actualizar la huella? Señorita, nadie me habló de actualizar la huella.

—Qué pena, señor, es que es una nueva orden. Cada 48 horas tiene que venir a actualizar la huella. Venga de nuevo al SIM mañana.

Voy al día siguiente y me dicen que no han llegado los papeles. Que regrese un día después. Regreso y sí, rechazados por no actualizar la huella electrónica. Me dice la señorita que tengo que hacerlo cada 48 horas porque así lo exige el Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT). Averiguo en el RUNT y dicen que es culpa del SIM. Me pregunto: ¿por qué no volver al sistema de untar el dedo con tinta en una almohadilla y poner la huella sobre el papel, como en los viejos tiempos, por lo menos mientras se ponen de acuerdo, y solución al problema?

El lunes y el miércoles gasté casi toda la mañana actualizando la huella electrónica en el SIM. Hoy viernes tengo que volver y, si corro con suerte, estarán listos los papeles. Si no, tendré que aplazar la salida de Semana Santa para dedicar la próxima semana a actualizar la huella, y la siguiente y la otra. Hasta que salgan los papeles. Si viajo en Semana Santa, en la semana de Pascua tendré que comenzar de nuevo los trámites, porque si no actualizo la huella cada 48 horas en una sede del SIM, los papeles serán rechazados, con el peligro de que —dice la señorita— si se demora mucho el trámite, tendré que volver a pedir los papeles del seguro y los de...

Respiro hondo. No puedo creer que miles de habitantes de Bogotá estemos viviendo este viacrucis por anticipado, y nadie diga nada, y no pase nada. Feliz Semana Santa, señores del SIM y del RUNT.

Por Guillermo González

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