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Empresa niega fallas en implosión de edificios de la Defensoría del Pueblo

El consorcio San José respondió a los cuestionamientos porque parte de la estructura quedó en pie y fue necesario demolerla con ayuda de una máquina retroexcavadora y un martillo hidráulico.

Redacción Bogotá
12 de septiembre de 2016 - 04:28 p. m.
Cortesía Defensoría del Pueblo
Cortesía Defensoría del Pueblo

Este domingo se realizó la tan anunciada implosión de las dos torres de la antigua sede de la Defensoría del Pueblo, en Chapinero, norte de Bogotá. No obstante, aunque se tenía previsto que los 32 kilos de indugel (incrustados en las columnas de la edificación), hicieran caer en su totalidad la estructura, parte de esta quedó en pie e inclinada. (Lea: Demolidos los edificios de Defensoría del Pueblo)

Lo anterior, obligó al Consorcio San José a activar su plan de contingencia y terminar los trabajos de demolición con ayuda de una máquina retroexcavadora y un martillo hidráulico. Este hecho, generó cuestionamientos ante supuestas fallas en la implosión, que fueron desmentidos este lunes por la compañía.

“La demolición que se tenía programada se desarrolló en los parámetros diseñados y que teníamos establecidos. La implosión estaba ideada para colapsar las estructuras, pero por criterios conservadores que tuvimos, se acordó que las fachadas que daban a la calle 55 –donde habían predios al frente y laterales, muy viejos– no se iban a demoler con la implosión”, explicó a Blu Radio Edwin Torrado, encargado del Consorcio San José.

Sin embargo, Torrado admitió que una de las placas no cayó en el sentido que se había previsto, lo que implicó que se tuviera que tratar de forma manual. Entre otros, producto de la implosión hubo nueve afectaciones menores sobre vidrios, los cuales serán remplazados por la empresa.

Desde las 6:00 de la mañana del domingo comenzó el operativo de seguridad. La Policía delimitó el perímetro desde la Carrera Séptima hasta la carrera 13, y desde la calle 54 hasta la calle 56. Las empresas de servicios públicos suspendieron gas, agua y luz en la zona, como medida preventiva. Una hora antes se iniciaron las labores de perifoneo y evacuación de algunos edificios. Todo se coordinó desde el Puesto de Mando Unificado (PMU) que instaló la administración en la calle 54 Bis con carrera Décima.

Minutos antes de la detonación, se detuvo el tráfico en inmediaciones del lugar. Los carros de bomberos rociaron agua sobre los edificios para que minimizar la nube de polvo durante su demolición.

Cuando llegó el mediodía, luego de sonar la alarma que anunciaba el conteo regresivo, se escucharon las detonaciones. De inmediato regresaron los bomberos, que con tres máquinas para seguir rociando agua alrededor del sitio de la detonación para mitigar la dispersión del polvo.  Por su parte, los ingenieros verificaron que todas las cargas explotaron y que no hubo daños en las edificaciones vecinas.

Con la demolición de las torres A y B de la antigua sede de la Defensoría, construidas por la Fundación Rockefeller en 1948, para que fueran dedicadas a la investigación sobre temas de salud, se abre espacio a la construcción de una nueva locación para esa entidad, que contará con más de 12.000 metros cuadrados de obras, incluyendo un edificio de 7 pisos, en un proyecto que deberá ser ejecutado en 22 meses y que tendrá un costo de $42.000 millones.

Por Redacción Bogotá

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