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A raíz del ataque de una jauría de perros a un niño en la localidad de Suba a inicios de este año, algunos medios de comunicación afirmaron que existen manadas de perros salvajes peligrosos para los seres humanos en Bogotá. Decidimos revisar de cerca este fenómeno, para entender sus causas y consecuencias en la ciudad y en los ecosistemas naturales que existen en Bogotá y sus alrededores.
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“El problema de los perros ferales es un problema humano”, nos dijo una de nuestras fuentes. Es decir, no existirían perros ferales o semiferales, o sea, más cercanos a sus ancestros salvajes, si no fuera porque sus dueños los abandonan. En este capítulo indagaremos el origen del problema: la sobrepoblación de perros callejeros y abandonados. También revisaremos las acciones que se están tomando para controlar la situación.
Escuche este capítulo de la Zaga:
Valdomiro Laiceca es el líder de esterilizaciones del Instituto de Bienestar Animal del Distrito en Bogotá. Esta es una institución relativamente nueva, que fomenta la protección y el cuidado animal, y desarrolla iniciativas para mitigar los problemas de sobrepoblación. El Instituto tiene actualmente dos líneas de trabajo para controlar las poblaciones de perros y gatos en la ciudad. “Una es esterilización gratuita para perros y gatos que tienen hogar y otra es el CES (capturar, esterilizar y soltar)”, explica Valdomiro. La estrategia del CES busca que las poblaciones de perros y gatos callejeros y semiferales, es decir, que deambulan sin tener ningún doliente humano, no se salgan de control.
“No se sabe con exactitud cuántos perros y gatos viven en la ciudad porque no ha habido un censo. Tenemos un estimativo poblacional del año 2018 , realizado por la Secretaria Distrital de Salud. Ese estimativo dice que hay 1.148.313 de perros y gatos. De esos estimamos que el 10% son callejeros, alrededor de 114.831”.
Valdomiro explica que estos perros, normalmente, no son violentos, pero sí crean problemas de basuras y pueden tener enfermedades. Además, se han reportado algunos casos de ataques, sobre todo a motociclistas, y el más reciente ataque a un menor en el sector de la Conejera.
El costo de esterilizar esa cantidad de animales es enorme. Solo para el programa de esterilizaciones el Instituto destina aproximadamente 5.300 millones anuales. Con ese dinero, entre enero y mayo de 2019, esterilizaron 20.440 perros y gatos, y esperan esterilizar otros 60.000 en la segunda mitad del año. A pesar del gran esfuerzo del distrito, esta cantidad de esterilizaciones no es suficiente para generar un impacto positivo en la población. “Los expertos a nivel internacional indican que se debe esterilizar anualmente el 10% de la población total durante cinco años para que se logre controlar el crecimiento, especialmente de perros callejeros. Esto significaría alrededor de 114.831 esterilizaciones anuales y en Bogotá se están calculando 80.000”.
La Zaga acompañó una jornada de esterilización del CES (capturar, esterilizar y soltar) en la Localidad de Ciudad Bolívar, sector Caracolí. Las 644 familias que viven en la parte alta de la ladera están siendo desalojadas de forma progresiva y la mayoría se ven obligadas a dejar atrás a sus mascotas.
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El Instituto también coordina el escuadrón antimaltrato y urgencias animales, que atiende casos de maltrato o de accidentes de cualquier perro o gato, inclusive de aquellos que no tienen dueño. Los animales que recogen son llevados a la Unidad de Cuidado Animal en Engativá, donde actualmente viven 400 perros y gatos esperando a ser adoptados.
Les presentamos algunos de los habitantes de la Unidad de Cuidado Animal. Todos ellos buscan familias permanentes:
En el próximo capítulo indagaremos lo que sucede con los perros que son abandonados cerca o en zonas naturales protegidas. Examinaremos cómo es el proceso en el que se transforman en animales ferales, alejándose cada vez más de su presente doméstico, para acercarse a su pasado salvaje.
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Este podcast fue producido en Estudios Podcasero para el Espectador. La música original, la investigación, producción y edición de la Zaga fueron realizadas por mí, Gabriela Supelano. La asesoría de contenido y la edición de los guiones por Pablo Aristizábal. Las fotografías son de Cristian Garavito. El diseño y la identidad del podcast son de William Ariza. Gracias al apoyo en el área digital de Natalia Piza y Yennifer Rodríguez. Continuaremos con esta historia en la próxima entrega.