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El médico Camilo Prieto es vocero de la ONG Movimiento Ambientalista Colombiano. Este domingo, en Blu Radio, explicó el panorama ambiental que por estos días se vive en Bogotá, ciudad que desde el pasado 7 de febrero ha permanecido en alerta amarilla por las precarias condiciones que registra su calidad del aire.
Esta semana la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, dijo que no se ha podido levantar la alerta amarilla porque no se ha registrado una mejora constante en la calidad del aire que se registra en el sur de la ciudad, más específicamente en la estación Carvajal - Sevillana, el punto más crítico.
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Urrutia explicó que para que esto suceda se necesita que los medidores registren, en un plazo de tiempo de al menos 48 horas consecutivas, disminuciones en las cantidades de material particulado presentes en el aire.
El médico aseguró que en este punto de la ciudad es donde se respira el aire más contaminado del país, ya que las mediciones de sus sensores son las más altas. Es probable que haya otros puntos en Colombia con una mayor polución, sin embargo, Bogotá y Medellín son las únicas ciudades que tienen públicos los datos relacionados a este tema.
“El problema de la calidad del aire es que es el asesino silencioso en el mundo entero. 51% de la población colombiana respira un aire de mala calidad, esto con base en datos de la Dirección Nacional de Planeación”, manifestó Prieto, quien agregó que el 70% de la contaminación es generada por la movilidad, mientras que un 30% es aportado por el sector industrial.
El experto también aseguró que las calidad del aire no ha podido mejorar, en parte, por las condiciones metereológicas que se han registrado en los últimos días, esto es escasez de vientos que barran con la contaminación y una escasa nubosidad. Urrutia esta semana explicó que los incendios que se han registrado en la sabana y en el sector de la Orinoquía colombo venezolana también han contribuido para que se mantenga la alerta amarilla.
“Esto se traduce en problemas para la salud que pasan desapercibidos. El principal problema es cardiovascular, pero también cerebrovascular y enfermedades pulmonares agudas y crónicas, como el Epoc y el cáncer de pulmón”, detalló.
Los niños estarían en grave peligro
En la entrevista, Prieto habló de una investigación adelantada desde el año 2018 que da cuenta de que la exposición a un aire contaminado afecta el desarrollo cognitivo de los niños. “Es decir, que potencialmente serán menos inteligentes que los infantes que no están expuestos”, explicó.
El anterior panorama genera preocupación en las turas escolares con tecnologías antiguas en las que se transportan los menores, así como el tiempo en el que permanecen al interior de los vehículos y en horas pico.
“Si uno va en un bus de transmilenio de tecnología antigua (fase 1 y 2) se respira nueve meses más contaminación que si se estuviera afuera. Si uno va en un SITP, la situación aumenta a 11 veces más. Es decir usar el transporte público incrementa los riesgos sobre la salud de los Bogotanos”, advirtió.
Hay quienes acuden al uso de tapabocas o bufandas para librarse de los humos grises y negros que dejan los buses cuando aceleran, pero este médico afirma que tales acciones no sirven para nada, pues para lograr una mitigación importante se necesita usar un filtro N95 que, aunque inicialmente fue creado para uso industrial, ya se está contemplando para la cotidianidad de las personas.
Es por eso que se recomienda evitar hacer actividad física en zonas de alta contaminación, pero ¿cómo saber cuáles son los sectores más afectados?. Prieto recomienda no tener tanto en cuenta las mediciones que comunica el gobierno, ya que estas son basadas en el sistema IBOCA y no en los estándares que la Organización Mundial para la Salud implementó en 2005. Para consultar una medición “más acorde”, el experto recomienda consultar la página web www.aqicn.org.
“Es preocupante que en Colombia han pasado 15 años desde que se emitieron los conceptos de la OMS, y por las negociaciones en las que han primado los intereses particulares de los transportadores, quienes insisten en tener esos camiones con tecnologías viejas y altamente contaminantes, a los gobiernos les ha tocado ceder”, critica.
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