En fotos: Aeropuerto El Dorado alista protocolo para plan piloto de reapertura
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El aeropuerto tiene a disposición una flota de taxis, de los que garantiza, son desinfectados periódicamente y cumplen con las medidas de distanciamiento entre pasajeros (solo se permiten dos, además del chofer) y el conductor, gracias a un plástico que los separa. / Iván Muñoz
El Ministerio de Salud autorizó una serie de medidas de bioseguridad con las que se pretende mitigar la propagación y el contagio del virus al interior de las instalaciones. / Iván Muñóz
Se espera que este protocolo sea puesto a prueba durante julio y, dependiendo de sus resultados, se tomará la decisión de si el aeropuerto puede, o no, volver a funcionar para vuelos nacionales y comerciales. / Iván Muñóz
Para comenzar, El Dorado solo habilitará cinco de sus puertas, estas son la 3, 4, 5 y 6, del segundo piso, y la número 5 del primer nivel. Cada una de estas tiene líneas marcadas que indican a las personas la forma en la cual deben esperar mientras le toca el turno de ingresar al aeropuerto. / Iván Muñoz
Justo antes de atravesar el umbral de la puerta de ingreso, la persona pasa por un control de desinfección en el que hay lavamanos portátiles, cuya agua es bombeada con los pies, y por un tapete que desinfecta las suelas de sus zapatos. / Iván Muñoz
Pocos metros más adelante, los pasajeros deben formarse nuevamente para la toma de temperatura, la cual se hace mediante cámaras térmicas que muestran los resultados en una pantalla monitoreada por personal del aeropuerto. / Iván Muñoz
En los puestos de atención, un acrílico separa al trabajador de la aerolínea con el pasajero. Allí también hay un dispensador de gel antibacterial. / Iván Muñoz.
En los baños, hay canecas rojas que indican que ahí se pueden depositar residuos como tapabocas usados. Además, los bebederos de agua fueron reemplazados por dispensadores que funcionan únicamente para llenar botellas o envases similares. / Iván Muñoz
El aeropuerto tiene a disposición una flota de taxis, de los que garantiza, son desinfectados periódicamente y cumplen con las medidas de distanciamiento entre pasajeros (solo se permiten dos, además del chofer) y el conductor, gracias a un plástico que los separa. / Iván Muñoz
El Ministerio de Salud autorizó una serie de medidas de bioseguridad con las que se pretende mitigar la propagación y el contagio del virus al interior de las instalaciones. / Iván Muñóz
Se espera que este protocolo sea puesto a prueba durante julio y, dependiendo de sus resultados, se tomará la decisión de si el aeropuerto puede, o no, volver a funcionar para vuelos nacionales y comerciales. / Iván Muñóz
Para comenzar, El Dorado solo habilitará cinco de sus puertas, estas son la 3, 4, 5 y 6, del segundo piso, y la número 5 del primer nivel. Cada una de estas tiene líneas marcadas que indican a las personas la forma en la cual deben esperar mientras le toca el turno de ingresar al aeropuerto. / Iván Muñoz
Justo antes de atravesar el umbral de la puerta de ingreso, la persona pasa por un control de desinfección en el que hay lavamanos portátiles, cuya agua es bombeada con los pies, y por un tapete que desinfecta las suelas de sus zapatos. / Iván Muñoz
Pocos metros más adelante, los pasajeros deben formarse nuevamente para la toma de temperatura, la cual se hace mediante cámaras térmicas que muestran los resultados en una pantalla monitoreada por personal del aeropuerto. / Iván Muñoz
En los puestos de atención, un acrílico separa al trabajador de la aerolínea con el pasajero. Allí también hay un dispensador de gel antibacterial. / Iván Muñoz.
En los baños, hay canecas rojas que indican que ahí se pueden depositar residuos como tapabocas usados. Además, los bebederos de agua fueron reemplazados por dispensadores que funcionan únicamente para llenar botellas o envases similares. / Iván Muñoz
El aeropuerto tiene a disposición una flota de taxis, de los que garantiza, son desinfectados periódicamente y cumplen con las medidas de distanciamiento entre pasajeros (solo se permiten dos, además del chofer) y el conductor, gracias a un plástico que los separa. / Iván Muñoz