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Ya está en marcha el proceso para entregar en concesión las zonas de parqueo en vía de la ciudad. La Secretaría de Movilidad publicó los prepliegos del proceso, dio a conocer el cronograma y abrió el espacio para que los interesados expresen reparos y observaciones. Si todo sale como está previsto, en junio se estaría adjudicando y firmando el contrato con el nuevo operador, por 11 años y cuatro meses.
El proponente tendrá que acreditar experiencia en la operación de estacionamientos en vía y fuera de vía. Entre varios aspectos, como mínimo, el oferente tendrá que acreditar la operación de mínimo 4.337 cajones de parqueo en vía o 2.602 en vía y 1.735 fuera de vía.
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La iniciativa, más allá de ordenar el tráfico, busca convertirse en una fuente de recursos para el SITP, que ha dejado un multimillonario hueco en las finanzas de la ciudad que, según el último registro, alcanza los $575.000 millones. El objetivo es simple: aprovechar algunas calles donde muchos parquean gratis y son aprovechadas por terceros sin permiso e implementar un sistema de estacionamientos inteligentes con el que los conductores tendrán que pagar mediante aplicación móvil o dispositivos electrónicos instalados allí.
En principio serán 46 puntos en siete localidades. Los conductores tendrán que pagar entre $34 y $132 por minuto, según el vehículo y la demanda de estacionamientos. Con este dinero, además de aportar al SITP, se busca mejorar el servicio de parqueo y evitar el mal uso del espacio público. Hoy existen en Bogotá 179.000 cajones de estacionamiento en establecimiento privado. Según el estudio de la administración, la idea es habilitar en principio 13.501 en vía, que operarán 14 horas durante 288 días del año.
La proyección más optimista, con una tarifa promedio de $80 el minuto y un 85 % de ocupación, indica que este nuevo negocio recaudaría $329.000 millones anuales. Aunque parece una cifra considerable si todo fuera para el sistema, la realidad es otra. Como la operación se entregará mediante el sistema de concesión, solo los excedentes que haya después de restar las inversiones y los gastos se destinarán al SITP.
Eso sí, según documentos de la administración, los excedentes no pueden ser inferiores al 10 % del recaudo. Es decir, de cumplirse las proyecciones, anualmente se estarían transfiriendo mínimo $32.000 millones, menos del 5 % del hueco que hoy tiene el sistema.
Por ahora, según los términos establecidos en los prepliegos, la oferta económica será un punto clave a la hora de evaluar las propuestas. En este caso, la empresa que ofrezca una mejor tarifa será el mejor calificado y el que tendrá, en principio, la primera opción para quedarse con el negocio. Este punto representará el 70% de la evaluación, seguido por el factor de calidad (19%), incentivo a la industria nacional (10%) y la vinculación de trabajadores con discapacidad (1%).
Aunque no se tiene establecido el valor del contrato, este se definirá teniendo en cuenta la inversión, los costos operativos y los ingresos que esperan obtener para recuperar los gastos y dejar ganancias.