"Estoy desbaratando el infame alud de calumnias": Samuel Moreno

"No podemos caer en la tentación de creer que la ciudad echó para atrás por una sola obra -la de la 26- que ni siquiera contraté yo y cuya entrega ya se inició", dijo Samuel Moreno.

El Espectador
30 de diciembre de 2011 - 02:38 p. m.

Al hacer un balance de su gestión tras terminar los cuatro años de su administración, que no concluyó por la suspensión de tres meses de la Procuraduría General, el alcalde Samuel Moreno dijo que "estoy desbaratando el infame alud de calumnias".

Durante una extensa carta enviada a los medios de comunicación, Samuel Moreno reseñó una a una las realizaciones que a su criterio se concretaron durante estos cuatro años, que terminaron su entonces secretaria de Gobierno, Clara lópez Obregón.

Bogotá D.C., 30 de diciembre de 2011

Compañeras y compañeros bogotanos:

El 31 de diciembre del presente año termina mi período legal como Alcalde Mayor del Distrito Capital de Bogotá. Tengo la obligación ineludible de hacer un resumen de mi obra de gobierno ante las bogotanas y bogotanos y en especial a quienes votaron caudalosamente por mí en las elecciones del 28 octubre de 2007.

Mi programa de gobierno, inscrito en la Registraduría Distrital, fue adoptado de manera concertada, por el honorable Concejo Distrital, en virtud del Acuerdo 180 de 2008, como Plan de Desarrollo “Bogotá Positiva, para vivir mejor, 2008-2012”, y tiene vigencia hasta el 30 de junio de 2012, plan que cumplí en un 90%, según el informe de la Secretaría Distrital de Planeación.

La actual alcaldesa (E), doctora Clara López, manifestó que terminaría el Plan de Desarrollo presentado por el Polo Democrático Alternativo que avaló, precisamente mi candidatura. Me siento orgulloso de haber recibido el respaldo de casi un millón de ciudadanas y ciudadanos. Publicaré más adelante un informe con todos los detalles indispensables de mi gestión como Alcalde, en donde explicaré no sólo lo que hice por esta querida ciudad, sino lo que respecta a mi situación personal.

Desde el Gobierno velamos por la garantía de los derechos fundamentales, contemplados en la Constitución de 1991 para avanzar como ciudad en materia de equidad, en el acceso a las oportunidades y al conocimiento, así como a la justicia e inclusión social y económica.

Mi principal compromiso fue seguir transformando a Bogotá, con base en un nuevo modelo de ciudad, con prioridad en la inversión social para la gente más humilde y desprotegida, reduciendo drásticamente los niveles de pobreza e indigencia. Este modelo permitió alcanzar simultáneamente un crecimiento económico sin precedentes, con una de las tasas más bajas de desempleo (7,6%), la creación de 823.000 nuevos empleos y 4.545 nuevas empresas, 62.932 operaciones de financiamiento, el 95% para las microempresas y a través de las ferias laborales vinculamos a 16.202 nuevos trabajadores, generando así, la inclusión de los sectores más vulnerables de la ciudad. De esta manera cumplimos con el primer objetivo del Milenio derrotando el hambre y la pobreza con “Bogotá Bien Alimentada” que beneficia, diariamente, a más de un millón de personas.

Lo anterior coincide con la encuesta multipropósito del DANE del 28 de octubre de 2011, según la cual el porcentaje de hogares pobres por causas multidimensionales, en los cuatro años de la Bogotá Positiva, cayó de 21,9% en 2007 a 12,8% en 2011. Es decir, los hogares en pobreza pasaron de 432.099 en 2007 a 279.085 en 2011; ello se refleja en el del índice de condiciones de vida que alcanzó 91,5 puntos en una escala de 1 a 100, mejorando 1,4 puntos, con relación al 2007.

Esto fue posible gracias a la gran cultura tributaria de la ciudad que nos permitió, cada año, invertir más del 70% del presupuesto distrital en los programas sociales, lo que equivale a más de 5 billones invertidos por año, en educación, salud, vivienda, alimentación, cultura, deporte y en poblaciones pobres y necesitadas.

Un presupuesto gigante que se invirtió en nuestras poblaciones más vulnerables y más queridas como lo son los niños y las niñas, la juventud, las mujeres, las poblaciones LGBT, los grupos étnicos, nuestros ciudadanos habitantes de calle, nuestra población en situación de discapacidad, tantos hogares de personas víctimas y desplazadas por la violencia que, hoy, viven mejor, por cuenta de la restitución progresiva de sus derechos.

En Educación, junto a la Gratuidad Total para el 100% de los 1.025.737 estudiantes distritales, con una cobertura cercana al 99%, se elevó la calidad educativa y logramos pasar de 17% de los colegios distritales en los niveles alto, muy alto y superior de las pruebas ICFES de Estado en 2007, al 57% en 2011. Ello fue posible por la incorporación de la lectura y escritura en todos los ciclos, la articulación con la media en 121 colegios, el acceso a las TIC en 358 colegios oficiales y el reforzamiento en inglés, matemáticas y ciencias para cerca de 300 mil estudiantes, de los grados 9, 10 y 11; además, el 45,7% de las sedes educativas, se vieron mejoradas con reforzamiento, ampliación o renovación total y se entregaron 75 colegios; apoyamos a 22.336 jóvenes más pobres de la ciudad con nuestro Programa de la Alianza por la Educación Superior, para continuar con sus estudios universitarios; incrementamos en 11.000 los cupos en los jardines infantiles del Distrito.

En Salud, se redujo la tasa de mortalidad materna de 48,6 en 2007 a 39,1 en 2010, cumpliendo la meta plan de 40; la tasa de mortalidad infantil por neumonía cayó de 17,6 a 14; la tasa de mortalidad por enfermedad diarreica pasó de 3,1 a 1, superando la meta plan de 2; y la tasa de mortalidad por desnutrición cayó de 4,1 a 0,8 superando la meta plan de 3. Alcanzamos coberturas útiles de vacunación por encima del 95% y complementamos el plan de vacunación con biológicos gratuitos como el neumococo, el rotavirus, hepatitis A y, recientemente, contra el papiloma humano. Con la Gratuidad en Salud rompimos barreras de acceso para 1.474.563 personas: 600 mil menores de 5 años, mayores de 65 años y personas en discapacidad; afiliamos a 693.549 personas al régimen subsidiado, 46.221 por incremento de cobertura y 643. 785 por remplazos; hoy la ciudad tiene asegurada al 92,5% de su población y cuenta ya con la EPS Distrital; entregamos 8 equipamientos nuevos para la salud y actualmente se culmina la construcción de 2 nuevos hospitales.

En Hábitat, se redujo el déficit de vivienda de 15,6% en 2007 a 11,8% en 2011. Ello se explica por la generación de 62.806 viviendas nuevas de interés social y prioritario y por la generación de más de 739 hectáreas de suelo urbanizable a través de 13 planes parciales. Logramos reducir el hacinamiento crítico del 5,4% en 2007 al 3,9% en 2011, al mejorar la dimensión y capacidad de las viviendas sociales.

En materia de Acceso al alimento y a la nutrición, se amplió el porcentaje de estudiantes con apoyo alimentario diario, de 55,10% en 2007 a 76,90% en 2011 y en los jardines infantiles se alcanzó el 100% de cobertura con alimentación diaria, beneficiando a más de 47 mil niños y niñas. Hoy la ciudad cuenta con 316 comedores comunitarios con 96 mil cupos y se suministran cerca de 9.906 canastas de alimentos para igual número de familias, al mes. En Bogotá nadie muere de hambre.

En Ambiente, logramos reducir el componente de azufre en el diesel que se consume en la ciudad, de 1.220 partes por millón a 25, beneficiando la salud de los bogotanos con la mitigación de enfermedades respiratorias.

En materia de desarrollo económico, Bogotá logró el primer puesto en emprendimiento en las ciudades latinoamericanas, según Global Enterpheneurship Monitor - GEM, así como el octavo puesto en competitividad según América Economía Intelligence y la ciudad se posicionó como primer destino turístico de los visitantes extranjeros que llegan al país.

En Movilidad, asumimos el costo político de implementar el Sistema Integrado de Transporte Público, SITP, que organiza el transporte y termina con la guerra del centavo. Este sistema involucra el gran proyecto del Metro, como columna vertebral, cuyos estudios quedaron concluidos y aprobados por el Banco Mundial y su financiación asegurada por el CONPES. Lo cierto es que hoy, el Metro es una realidad. Para ampliar y modernizar la malla vial, impulsé un plan de obras, que, involucra las autopistas urbanas; se inauguró el Portal del 20 de Julio, el más moderno de Suramérica; el puente vehicular de la calle 100 con carrera 15 y se entregarán el intercambiador de la Calle 6; 19 km de troncales para Transmilenio; quedó en buen estado el 51% de la malla vial arteria e intermedia; construimos 193 km-carril de malla vial arterial totalmente nuevos, así como 14 puentes vehiculares y 27 peatonales; más de un 1 millón de m2 de espacio público y tapamos 47 mil huecos.

A partir del 2009, tomamos la decisión de incrementar la duración diaria del pico y placa, así como de medidas complementarias, para mitigar el impacto del más ambicioso plan de obras viales y de infraestructura social que haya tenido la ciudad en toda su historia.

El acierto en obras que atañen a la cultura, la recreación y el deporte ha sido enorme. Se terminó e inauguró el teatro Julio Mario Santodomingo, se remodelaron las casas de cultura de La Candelaria, la Plaza de la Concordia, al igual que el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, Se propiciaron conciertos musicales, varias veces a la semana, en el parque Simón Bolívar y en otros escenarios, con los mejores conjuntos y artistas no sólo del país sino del mundo entero. Se remodeló el Estadio Nemesio Camacho el Campín a fin de que se pudiera jugar el campeonato mundial de futbol sub-20 y Colombia pudiera ser la sede; así las naciones asistentes a este certamen se dieron cuenta de nuestros adelantos.

Me complace, también, entregar una ciudad con unas finanzas sanas y envidiables con las mejores calificaciones de riesgo, de la calificadora internacional Fitch Ratings que elevó la calificación de la ciudad a grado de inversión. El saldo de la deuda total que entregamos se redujo de $2,3 billones en 2007 a $1,7 billones en 2011; se incrementó en 600.000 el número de contribuyentes que pagan de manera oportuna. A ello ayudó la actualización catastral al 100% de los predios urbanos. A la sanidad de las finanzas sirvió el modelo de gerencia jurídica que le ahorró a la ciudad 4,1 billones de pesos por procesos judiciales contra ella.

Todos estos logros fueron posibles gracias a una gestión pública muy fuerte en sus componentes fundamentales: la mejor atención al ciudadano con nuevos CADES, la participación ciudadana, el rediseño al modelo de seguridad por cuadrantes, bajando considerablemente el número de delitos, la seguridad jurídica del Distrito y la construcción de memoria en el edificio Bicentenario, con una de las mejores instalaciones que haya tenido el Palacio Liévano, hoy convertido en la “Gran Manzana.

Bogotanas y bogotanos, oriundos de la Capital y de toda Colombia que habitan esta mágica ciudad: les agradezco que con la lectura de estas líneas me den la oportunidad de hablarles y contarles lo que fue mi gestión, mi entrega, mis desvelos, mis afectos inconmensurables para esta ciudad y por supuesto mis logros de gobierno. No podemos oír sólo las cosas malas. No podemos caer en la tentación de creer que la ciudad echó para atrás por una sola obra -la de la 26- que ni siquiera contraté yo y cuya entrega ya se inicio. No se puede romper la equidad en la información. Esta es una regla universal del periodismo escrito y hablado. Yo pido el mismo tratamiento que es preciso darle a cualquier ciudadano. Mi vida es un libro sin páginas ocultas; todas están abiertas para el escrutinio de la opinión.

Agradezco a todas las personas que hicieron parte de nuestra administración y que contribuyeron de una forma decidida al cumplimiento de nuestros objetivos. Igualmente, a las bogotanas y bogotanos su inmensa paciencia frente a las incomodidades surgidas por los 220 frentes de trabajo, que están laborando y terminarán a mediados del próximo año, como estaba concebido.

Quiero finalmente decirles que estoy desbaratando el infame alud de calumnias, urdido por mis encarnizados enemigos, cuyo objeto único es su sed de venganza y desbocado apetito económico, con miras a presentar multimillonarias demandas contra el Distrito enlodando mis apellidos. No he sido amigo de ellos y jamás ha existido algún vínculo con ellos. No he tenido sociedad ni amistad con ningún contratista del Distrito. Todos vienen de administraciones anteriores.

Enfrentaré con dignidad y entereza todos los procesos en curso con la seguridad que saldremos bien librados. En ellos no existe ninguna acción que pueda comprometer mi responsabilidad. Jamás he cometido una falta a nuestro ordenamiento jurídico. El señor Procurador me impuso una sanción por asuntos disciplinarios, y no de tipo penal, a causa de un retraso en unas obras. Yo me pregunto: ¿en qué municipio del país no hay obras atrasadas por diversas circunstancias?

Algunos medios de comunicación han sido despiadados contra mí y contra mi familia; publican sólo lo dicho por los detractores pero no lo que rebaten mis defensores. Espero que en esta ocasión sean imparciales.

He repetido varias veces que soy inocente y así lo demostraré. Acudiré a todas las instancias nacionales e internacionales para explicar mi caso. Estoy con Cicerón cuando dice: “estar libre de culpa es el máximo sueño”.

Cordial y afectuoso saludo,

SAMUEL MORENO ROJAS
Alcalde Mayor de Bogotá 2008 – 2011

Por El Espectador

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