:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/1cpy0KSmMEgzHCc9I1qMY9HMX1I=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/MEGVJ5T4EZDB7JD6S4RLGIBLZI.jpg)
Estudiantes de la Univesidad Pedagógica anunciaron que comenzarán este miércoles 24 de octubre una huelga de hambre de 72 horas, en contra de la respuesta de la Nación al déficit económico que atraviesa el SENA y las Universidades Públicas del país.
Según anunció la Universidad, los estudiantes de licenciatura de Biología se encadenarán simbólicamente en la entrada principal de la institución a modo de protesta y exigiendo al Ministerio de Educación dar a conocer las fechas en que convocará las meses de trabajo interinstitucionales y la metodología que utilizará para definir las soluciones que dará a la urgencia presupuestal del sector educativo.
Así mismo, los estudiantes aprovecharán para evidenciar las precarias condiciones en que se encuentra la "Casita de Biología", considerada de patrimonio histórico y que hasta hace poco funcionaba como museo de Biología dentro de la institución. Con esto buscan evidenciar los problemas de infraestructura que presenta la universidad y que no han podido ser atendidos por sus condiciones económicas.
En huelga de hambre continúa el profesor Juan Carlos Yepes, de la Universidad de Caldas, mientras que en las últimas horas el exrector de la Unviersidad Pedagógica, Adolfo Atehortúa levantó su ayuno como gesto de conciliación con el Gobierno Nacional.
La semana pasada, el exrector armó una carpa dentro del campus, en Bogotá; acomodó junto a ella un sofá y se sentó en él a esperar que el Gobierno atendiera su petición. “Una mesa intersectorial donde esté el Ministerio de Educación y de Hacienda, rectores del Sistema Universitario Estatal (SUE), profesores y estudiantes, para dialogar y concertar soluciones de financiamiento a la educación”, explicó.
Su fin es exigir más dinero para funcionamiento y aumentar la base. El asunto es que lo propuesto por el Congreso son $500 mil millones. De ese dinero, solo será distribuido $55 mil millones para aumentar la base y el funcionamiento de las instituciones. Una suma, consideran los docentes, “francamente irrisoria”. Porque con esa plata las 32 universidades públicas en cuestión tendrán que sacar para el incremento salarial de 2019, además del incremento de gastos permanentes.