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El Sistema de Transporte Integrado en Bogotá está en proceso de desmoronamiento y su situación financiera se enruta hacia una crisis que lo puede llevar a liquidación, aspectos que ya se manifiestan en dos sociedades (Coobús y Egobús), en tanto que otras dos (Tranzit y Masivo Capital) avanzan en un proceso de reorganización empresarial.
La voz de alerta fue dada por el superintendente de Sociedades, Francisco Reyes: “Hay cuatro compañías del sistema de transporte masivo de las nuevas que funcionan en Bogotá y que se encuentran en estado de insolvencia, bien en proceso de reorganización empresarial y dos que tramitan proceso de liquidación judicial ante la Superintendencia de Sociedades”.
La difícil situación de las empresas de transporte es atribuida por sus directivos a varias señales de alarma: el sistema tarifario no compensa los costos, competencia inadecuada con los buses del sistema integrado provisional y la subsistencia de muchos buses tradicionales que siguen recibiendo efectivo.
La situación financiera se ha visto ahondada por la dificultad en acceder a nuevos créditos por parte de las empresas transportadoras que están a un paso de la insolvencia; las sociedades están altamente endeudadas con el sistema financiero.
Los directivos de las empresas en dificultades argumentan que se vieron afectadas por la demora en la implementación del Sistema Integrado de Transporte Masivo. Reyes aclaró que la Superintendencia a su mando no vigila estas compañías, pero las va recibiendo en la medida en que ingresan al proceso de insolvencia.
Pero no sólo el problema se presenta en la capital colombiana. La Superintendencia de Sociedades tiene información de otras empresas que afrontan dificultades y que tienen sedes en otras ciudades.
El funcionario dijo que se ha podido determinar “un deterioro progresivo desde el punto de vista financiero” de las sociedades transportadoras en Bogotá. Entre 2014 y 2016 han acumulado pérdidas acumuladas que superan los $559.000 millones. “Nos preocupa el pasivo de las compañías en crisis que superan los $3,7 billones”, dijo el superintendente.
Recordó, además, que frente a esta situación los procesos de reorganización más grandes que se han tramitado en la Superintendencia de Sociedades llegan a $1 billón. “Aquí estamos hablando de una cifra de $3,7 billones”, señaló.
Reyes advirtió que desde 2014 se ha visto que la rentabilidad del sistema de transporte integrado es negativa. El deterioro ha sido progresivo; en 2014 el saldo rojo de las nueve sociedades fue de $129.000 millones, pasando un año después a $254.000 millones y para el año pasado fueron de $176.000 millones.